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Bernie Sanders señaló que hay que poner freno al uso del combustible fósil para evitar la propagación de epidemias. Por su parte, el exvicepresidente Joe Biden recalcó los trabajos que adelantó con Obama para mitigar los efectos de esta problemática y dijo que los vehículos, en su totalidad, deben contar con un bajo índice de emisión de carbono.

Por primera vez, los dos candidatos demócratas que siguen en la carrera por la nominación tuvieron la oportunidad de contrastar en profundidad sus agendas de campaña. Ambos fijaron su posición en temas como la emergencia nacional por el covid-19, inmigración y cuidado de salud, entre otros.

El exvicepresidente se comprometió a que, si gana la presidencia, luego de cumplir 100 días de gobierno solo serán expulsados del país los inmigrantes que cometan delitos graves. Por su parte, Sanders habló de liderar una reforma de inmigración, restaurar el estado legal para beneficiarios de DACA y acabar las redadas.

El senador por Vermont fue enfático al afirmar que planteará políticas que hagan valer los derechos de las mujeres y, además, trabajará de la mano con ellas para igualar las condiciones laborales sin discriminación de género. Entretanto, Biden aseguró que nominará a una mujer para que sea su fórmula vicepresidencial y propondrá una magistrada afroestadounidense si llega a la Casa Blanca.

Tanto Biden como Sanders aseguraron que si llegan a perder en las elecciones primarias enfocarán sus esfuerzos en apoyar al que sea elegido como la opción demócrata en la contienda por la Presidencia. Además, hicieron un llamado para que sus simpatizantes sigan esa directriz.

El exvicepresidente introdujo en su campaña la propuesta de Elizabeth Warren de que el a las universidades públicas sea gratuito para familias que ganen menos de 125,000 dólares anuales. Sanders aprovechó para recordarle a Biden que él planteó esa idea hace cuatro años. “Me gusta que estés a favor ahora, pero el liderazgo es hablar de ideas cuando no son populares”, le dijo el senador.

El senador propuso aprovechar la emergencia nacional por la propagación del covid-19 y la incertidumbre económica que ha generado para repensar una sociedad estadounidense diferente. Por otro lado, el exvicepresidente dijo que "Donald Trump está exacerbando todos los problemas que trae este virus. Es hora de deshacernos de ambos".

El senador por Vermont reconoce que su rival está sacando ventaja en importantes estados, pero no cree que su ideología haya logrado convencer a jóvenes ni a comunidades hispanas y afroestadounidenses. En contraste a esta idea, Biden señala que su mensaje sí está llegando a todos los sectores sociales que, según él, son los que están saliendo a votar y está seguro de que son esos electores los que al final marcarán la diferencia en la carrera presidencial.

Al hablar de política exterior, el exvicepresidente aseguró que “fue un error” confiar en que EEUU no utilizaría la fuerza y resaltó que bajo el gobierno de Obama él se encargó de sacar 150,000 tropas del Oriente Medio. Ante esto, Sanders reaccionó diciendo que desde un principio no apoyó esta idea y aseveró que se debe trabajar en lograr que Estados Unidos se convierta en un líder para que “todas las personas se fijen en nosotros”.

Bernie Sanders dice que está en contra de las políticas de Cuba, China, Arabia Saudí y Rusia porque no parten de la democracia. Sin embargo, asegura que hay hechos, como algunos programas del régimen de Fidel Castro o la reducción de pobreza en China, que se deben resaltar. Mientras que el exvicepresidente califica de "marginal" cualquier desarrollo de estos países que viole los derechos humanos.

Durante el debate demócrata, el senador por Vermont criticó al exvicepresidente por recibir contribuciones electorales de Wall Street, las industrias farmacéuticas, de seguros y energéticas. Por su parte, Biden le planteó a Sanders que apoye su propuesta de establecer que el financiamiento electoral provenga solamente de fondos gubernamentales y no privados.

El senador tiene como bandera de campaña el Medicare para todos, señalando que para que los estadounidenses de la clase trabajadora progresen se les debe garantizar como mínimo la salud y esto se hace, según él, enfrentándose a los grandes monopolios de farmacéuticas y aseguradoras. Sin embargo, el exvicepresidente cree que esa idea tomaría muchos años en consolidarse, por lo que se debe optar por tomar lo mejor del Obamacare y adaptarlo a las actuales necesidades de la comunidad.

Frente a la emergencia que ha desatado la enfermedad, los precandidatos a la nominación demócrata revelaron que en sus respectivos equipos de trabajo se han establecido ciertas reglas para evitar contagios. Trabajo desde casa, cancelación de reuniones en persona, constante uso de desinfectantes y evitar la presencia en lugares con muchas personas son algunas de ellas.

El senador por Vermont reitera que la cobertura médica para todos, incluso para quienes no tienen un estatus legal, ayudaría a que se sientan cómodos asistiendo a un hospital por sospechas de haber contraído el virus. Por su parte, Biden asegura que lo clave es entender que la emergencia amerita que se les ayude para frenar la propagación y que esto no debe afectar sus procesos migratorios.

El senador por Vermont dijo que se negaría a que el gobierno federal inyecte fondos en los sectores de la economía más afectados por la propagación del covid-19. Por su parte, el exvicepresidente defendió su posición a favor del rescate bancario del 2008, pero dijo que estaba de acuerdo con Sanders en que "alguien debería haber ido a la cárcel".

Ambos precandidatos ven necesario que se atienda a la comunidad trabajadora que en estos momentos no tiene los recursos para responder adecuadamente a la actual emergencia. Sin embargo, sus ideas de cómo hacerlo difieren ya que el exvicepresidente se centraría en llevar pruebas a lugares de cuidado de ancianos y escuelas, sin necesidad de blindar el país, mientras que el senador centraría sus esfuerzos en auxiliar a desamparados y carcelarios ya que “siempre son olvidados”, según él.