{ "@context": "http://schema.org", "@type": "BreadcrumbList", "itemListElement": [ { "@type": "ListItem", "position": 1, "item": { "@id": "/shows", "name": "Shows" } }, { "@type": "ListItem", "position": 2, "item": { "@id": "/shows/primer-impacto", "name": "Primer Impacto" } } ] }
vio la necesidad de buscar lamanera de darles de comer. comonos cuenta erika porras de caraa la adversidad ella logósacar adelante a toda sufamilia.adelaida escobar viíafelizmente con su esposo miguelérez y sus hijas. en unpueblito de guatemala.mi esposo era el quetrabajaba.él le daba estudiomis hijas, todo.él era el quemanteía a la familia.pero un ía manuel fueíctima de un brutal accidentecuando estaba cortando unárbol.él estaba hablando porteéfono y elárbol le caóencima. de aí todaía salócomo le llevamos al hospital yestaba muy conciente. y alratito ellos me dijeron quehaía fallecido.adelaida se queó sola consus hijas. no saía qé hacer.no teía dinero ni trabajo paramantener su casa y mucho menospara continuar mandando sushijas a la escuela. en medio deeste panorama desolador se leocurró una idea.fue con ella cuando miramosque haía barro, dije, porqueno hacemos y ganamos dinero?adelaida no teía la mejoridea de ómo construir un hornoaí que busca ayuda en lainternet.empeé a buscar de qémanera, pero qé materialestengo, porque no teía dinero.pero teía unos hierros yconsegí para otros y hierros.la tarea no fue ácil, perocon barro mezclado con pajalograron irle dando forma,aunque varias veces se les caóy los vecinos comenzaron aburlarse de ellas.hasta nos maltrataron .mujeres haciendo eso. nosotrassacando barro de aí, todassucias andamos.en un principio personas queno nos conoían deían queesábamos locas al imaginarnosesto, hacer un horno.despés de varios intentoslograron dejarlo fijo. laprimera receta fue pasteles debanano.llega una docena de banano.una cucharadita de bicarbonato.una de canela y una de royal.despés vinieron horas deestar atenta al juego a que nose quema el pastel o se caigael horno . cada tres íasadelaida junto con sus treshijas vienen a este ío aextraer ás barro para poderledarle mantenimiento a su horno.ahora sus vecinos esán llenosde iracón por su trabajo.me alegro por ella y sushijas, porque a pesar de seruna mujer no echo a latristeza, sino que esáluchando y le esá dando buenejemplo a sus hijas de quetrabajando se logra saliradelante.aí pasan los ías paraadelaida, entre fuego ypasteles con esperanza de que