Decisiones, banderas y regalos: cómo se explica el mal momento de la Corte Suprema
La Corte Suprema de Estados Unidos atraviesa un mal momento. La institución, que históricamente había sido considerada bastión de imparcialidad por encima de la política partidista, es ahora centro de controversias y enfrenta una crisis de confianza.
Decisiones sobre temas muy polarizantes, nombramientos controvertidos y dudas sobre la conducta de algunos de sus jueces están fracturando la columna vertebral del sistema de justicia estadounidense. Y eso se suma a unas polémicas banderas ondeadas en casa del juez Samuel Alito y el descubrimiento de regalos millonarios recibidos por el magistrado Clarence Thomas (además de la participación de su esposa, Ginni, en los intentos por revertir el resultado electoral de 2020).
Tanto la aprobación de su trabajo como la confianza en la Corte Suprema están en sus puntos históricos más bajos, según un sondeo de Gallup realizado antes del inicio de la temporada actual de decisiones.
Solo el 41% de los estadounidenses aprueba el trabajo del tribunal, una caída casi constantemente desde 2020, cuando un 58% lo aprobaba. Y menos de la mitad dicen tener “mucha” confianza en el sistema de justicia encabezado por el Máximo Tribunal (antes de 2022, la confianza en el poder judicial era en promedio del 68%).
"Si piensas en los motivos que pueden haber llevado a que (los niveles de popularidad) estén así, hay que analizar múltiples temas que lo han llevado a ese nivel. No puede explicarse con solo una causa", indicó a Univision Noticias Jennifer Ahearn, asesora principal del Programa Judicial del centro de estudios sobre democracia Brennan Center.
Además, los casos de Alito y Thomas generan preguntas sobre si los cónyuges de los magistrados pueden afectar la esperada imparcialidad de los magistrados en casos controversiales.
Las banderas y los audios de Samuel Alito
Hace poco, la crisis de confianza que muchos tienen sobre la Corte Suprema se alimentó con unas banderas en la casa del juez Samuel Alito con símbolos presuntamente alusivos al asalto al Capitolio y al expresidente Donald Trump.
Reportes de medios mostraron que en propiedades del juez Alito, ondeó una bandera estadounidense al revés, durante mucho tiempo una señal de protesta. Pero cuando la bandera fue izada, en enero de 2021, estaba ligada al movimiento de los seguidores de Trump que denunciaba un inexistente fraude de las elecciones de 2020. Por ese entonces, Estados Unidos vivía el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
La explicación de Alito es que su esposa ondeó brevemente la bandera, relacionada con una disputa con sus vecinos.
Poco después, The New York Times reportó que otra bandera usada por los atacantes del Congreso en 2021 había flameado en la casa de los Alito. La insignia decía 'Apelación al cielo' acompañada de un árbol, y fue usada por un escuadrón de la guerra independentista estadounidense. En los últimos años, ha adquirido nuevo significado con el nacionalismo cristiano y el apoyo a Trump y sus mentiras sobre el fraude.
Por esas banderas, muchos demócratas pidieron que el magistrado conservador juez se recusara de los casos vinculados al asalto al Capitolio que tiene la Corte Suprema entre manos. El más grande tiene que ver con el propio Trump, y su reclamo de que no debe ser juzgado por su rol en el asalto al Capitolio porque está amparado bajo la inmunidad presidencial. Alito se negó al pedido de recusación.
Además, esta semana, una mujer que se hizo pasar por una conservadora católica grabó en secreto a Alito y al presidente de la Corte Suprema, John Roberts, e hizo públicos los audios.
En esos audios no verificados, se escucha a Alito hacer afirmaciones sobre conducir al país hacia 'Dios' mientras que en otro segmento se escucha presuntamente a Roberts, un conservador moderado, rechazar la idea de que Estados Unidos es una nación cristiana.
Regalos millonarios para Clarence Thomas (y su esposa Ginni)
Antes de las banderas de Alito y estos supuestos audios, el escándalo lo generaron los millonarios regalos no declarados que recibió el magistrado Clarence Thomas, revelados en una investigación periodística de ProPublica el año pasado.
El conservador Thomas, designado por el presidente George H.W. Bush, ha revelado formalmente por primera vez este año viajes de lujo a Bali, Indonesia y a un club élite californiano, Bohemian Grove, pagados por su amigo multimillonario Harlan Crow, que fueron el centro del informe de ProPublica.
La información sobre estos regalos a Thomas sacudió a la Corte Suprema y la llevó a publicar un Código de Conducta formal a fines del año pasado. Estos documentos presentados buscan dar un mínimo de transparencia a un Tribunal que se encuentra en una suerte de 'Olimpo' en el que sus magistrados resultan intocables.
También se conoció que la esposa de Thomas, Virginia 'Ginni' Thomas, estuvo involucrada en esfuerzos para dar vuelta la victoria electoral de 2020 del presidente Joe Biden.
Y como Alito, Thomas enfrentó infructuosos pedidos de recusación en casos vinculados al asalto al Capitolio y los intentos de Trump por revertir las elecciones de 2020.
Estos incidentes suman descontento y preocupación sobre una Corte que cada vez muchos consideran más partidista y carente de pautas éticas estrictas como las que rigen para otros jueces.
Una Corte Suprema conservadora que tomó una decisión inesperada
En 2022, la Corte Suprema derogó Roe v. Wade, el fallo que por casi cinco décadas permitió que el aborto fuera legal a nivel federal, un momento que alteró para siempre del de las mujeres a la salud reproductiva. Esta decisión ha sido ampliamente impopular, ya que la enorme mayoría de los estadounidenses, incluso del sector conservador, consideran que debe existir algún tipo de al aborto.
De hecho, la calificación de aprobación de la Corte Suprema en el sondeo de opinión de Gallup cayó por primera vez al mínimo histórico del 40% en septiembre de 2021 después de que se negó a bloquear una controvertida ley de aborto de Texas, un caso que fue el precursor de la decisión de 2022 (Dobbs v. Jackson Women's Health Organization) que anuló Roe vs. Wade.
"Si miras las estadísticas a lo largo del tiempo, se puede ver una disminución (en aprobación) después de Dobbs, absolutamente", añade la experta.
Jueces de la Corte Suprema elegidos en peleas políticas
Este clima enrarecido en torno al Máximo Tribunal, se le suma que los nombramientos de los tres jueces elegidos por Trump cuando era presidente fueron sucesos ampliamente politizados.
Los procesos de confirmación de magistrados en los últimos años han sido extremadamente divisivos: por primera vez, en 2016, el Senado controlado por los republicanos se negó a considerar la nominación que hizo el presidente Barack Obama de Merrick Garland, dejando por meses a la corte con 8 jueces. Los republicanos, blandiendo la tesis de que era conveniente esperar el resultado de las próximas elecciones, lograron "reservarle" ese asiento en el tribunal a Donald Trump.
En 2017, los republicanos nombraron al conservador Neil Gorsuch usando la 'opción nuclear' para poder aprobarlo con mayoría simple y no con los dos tercios que eran necesarios hasta ese momento para el cargo de magistrado del supremo, ya que los demócratas amenazaban bloquearlo para cobrarles la afrenta de no haber considerado a Garland.
En 2018, con el retiro del conservador Anthony Kennedy, Trump nominó a Brett Kavanaugh, que fue aprobado en el Senado con la misma opción nuclear, con apenas 50 votos a favor, la menor cantidad de la historia de los nominados a la Corte Suprema. Kavanaugh, además, fue acusado de conducta sexual inapropiada, algo que él ha negado, y debió pasar por audiencias públicas adicionales en las que por momentos el juez perdió la compostura (de hecho, algunos senadores dijeron que evidenciaba un talante impropio para un magistrado).
McConnell ignora su propio precedente para aprobar a la última jueza de Trump
En septiembre de 2020, la muerte de la jueza liberal Ruth Bader Ginsburg dejó abierta una vacante a semanas de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre de 2020.
Ignorando el precedente que había defendido en 2016 el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, sobre la supuesta inconveniencia de elegir a un magistrado en año electoral, los republicanos hicieron una rápida confirmación de la conservadora Amy Coney Barrett, politizando aún más la percepción de que los nombramientos son manipulados por intereses partidistas.
Las demandas de recusación de jueces se multiplican y crece el debate sobre cómo se debe sancionar a los jueces de la Corte Suprema que están acusados de conflictos o irregularidades, ya que solo el Congreso puede enjuiciarlos políticamente, mientras que los jueces de tribunales inferiores sí tienen mecanismos de penalización.
"El hecho de que no exista un protocolo de este tipo en la Corte Suprema es una verdadera falta", dijo Gabe Roth, director ejecutivo de Fix the Court, un grupo que impulsa la ética judicial.
Todo esto ha hecho que la Corte Suprema, que durante mucho tiempo no tuvo código de ética específico, pero que gozaba de gran respeto por mantenerse siempre al margen de la contienda partidista, esté en esos bajos niveles de aprobación.