Los aranceles a los autos importados en EEUU entrarán en vigor este jueves, confirma Trump
El presidente Donald Trump confirmó este miércoles que poco después de la medianoche entran en vigor los aranceles del 25% a las importaciones de automóviles y partes automotrices a Estados Unidos. La medida ha creado preocupación en el sector automotor, que teme que aumente en miles de dólares el precio de los vehículos vendidos en el país, ya sean importados o fabricados localmente.
Los expertos de la industria también creen que el arancel de Trump aumentará el precio de los carros usados, de las reparaciones de autos y de los seguros automotrices.
Actualmente, cerca de la mitad de los carros vendidos en Estados Unidos son importados, principalmente de México, Japón, Corea del Sur y Canadá. En total, estos países abarcan el 75% de las exportaciones automotrices al país.
Los consumidores estadounidenses encuentran también en su mercado automóviles fabricados en Alemania, Suecia, Reino Unido e incluso en China.
“El impacto será enorme y muy perjudicial”, le dijo a la agencia AP Sigrid de Vries, directora general de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles. Vries y otros críticos afirman que los compradores de automóviles estadounidenses se verán perjudicados, ya que los aranceles impulsarán los precios al alza.
Esto se debe a que actualmente no existen autos con contenido exclusivamente estadounidense, por lo que los fabricados localmente también serán afectados, ya que en su fabricación se utilizan partes importadas.
En muchos casos, algunos de estos componentes cruzan las fronteras de Estados Unidos en más de una ocasión, potencialmente generando aranceles cada vez que lo hacen y afectando negativamente el precio de los productos que la medida busca precisamente favorecer.
Esto incluye a Tesla, el fabricante estadounidense dirigido por el multimillonario Elon Musk, quien lidera el controversial Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), y cuyo modelo más popular, el compacto Model 3, contiene un 20% de partes provenientes de México, según el Cato Institute.
De hecho, en 2024, el valor de las autopartes importadas a EEUU ascendió a $197,000 millones.
Los fabricantes de autos importados se mantienen a la espera de un panorama más claro
Trump también espera que los aranceles automotrices hagan que los fabricantes trasladen la producción de sus modelos importados a EEUU.
Pero esta es una meta que ya estaba siendo alcanzada, como respuesta a las propias necesidades y exigencias del mercado. También se debe a los incentivos extendidos por los estados y por el gobierno federal a los fabricantes, incluyendo el tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), negociado por Trump durante su primer mandato.
Con excepción de Mitsubishi, que dejó de fabricar vehículos en su planta de Illinois en 2015, actualmente todos los fabricantes de autos que no son de lujo y que comercializan sus productos en EEUU ya han hecho inversiones multimillonarias en el país.
Algunos fabricantes extranjeros de autos de lujo como Mercedes-Benz, BMW y Volvo también construyen varios de sus modelos más vendidos en plantas erigidas en el sur del país.
Si el objetivo es que ningún automóvil vendido actualmente en EEUU sea fabricado fuera de las fronteras del país, la reorganización sería de tal magnitud que tardaría varios años en lograrse y probablemente no ocurriría durante la presidencia de Trump.
“Hacen falta tres años, en el mejor de los casos, para instalar la nueva capacidad automotriz, lo que podría extenderse hasta un nuevo gobierno, donde las reglas podrían cambiar”, dijo un ejecutivo del sector que habló con CNN bajo condición de anonimato. “Así que, justo cuando esa capacidad entrara en funcionamiento, podría resultar innecesaria”.
Incertidumbre sobre cuánto durarán los aranceles sobre automóviles impuestos por Trump
Los fabricantes de automóviles aún no están seguros de qué aranceles son permanentes y cuáles son simplemente una “táctica de negociación”, dijo el exdirector ejecutivo de Ford, Mark Fields, en una entrevista con CNBC. “La mayoría de las juntas directivas esperarán a que se disipe la incertidumbre”, aseguró.
También es posible que algunos fabricantes prefieran retirar del mercado ciertos modelos importados en vez de asegurar su capacidad de fabricación en EEUU, afectando la competitividad en la industria, perjudicando al consumidor.
“Los fabricantes nacionales de autos podrán aumentar sus precios de venta al público, ya que los nuevos aranceles reducirán considerablemente la competitividad de precios de los automóviles importados”, escribió el especialista en temas económicos Steven Greenhouse en un artículo de opinión para The Guardian.
“Este aumento en los precios de los vehículos podría provocar una rápida caída en las ventas de los autos en EEUU, lo que también podría causar una caída en la producción automotriz”, añadió.
Algunas versiones de uno de los modelos más populares entre la población hispana de EEUU, como el Toyota Corolla, son fabricadas en Japón.
Algunos de ellos son los Corolla Hatchback y Corolla Hybrid. Si Toyota decidiera trasladar la totalidad del impacto de los aranceles de Trump al precio de venta de sus autos importados, harían que los precios iniciales de estos dos modelos, que actualmente son de $23,780 y $23,825, aumenten a $29,725 y $29,781, respectivamente, dejándolos probablemente fuera del alcance de su público objetivo.
Por ahora, las compañías automotrices internacionales se muestran reacias a implementar cambios operativos costosos como ajustar las cadenas de suministro o reubicar mayor producción en EEUU, ya que aún es posible que Trump retire los aranceles si causan un gran impacto económico a los estadounidenses, según analistas de la firma de investigación Sanford C. Bernstein citados por AP.
“A pesar de las afirmaciones de que los aranceles durarían todo el mandato de Trump, creemos que es improbable que el nuevo régimen arancelario perdure, dado el daño generalizado que causarán en todas las industrias y el impacto inflacionario en la economía estadounidense”, escribieron, recordando que la última escalada arancelaria entre EEUU y China que afectó al sector automotriz solo duró de julio a diciembre de 2018, durante el primer mandato de Trump.
Los aranceles del 25%, si se mantienen a largo plazo, podrían sumar hasta $12,000 por vehículo importado comprado en EEUU, estiman los analistas de Bernstein.
Por supuesto, serán los fabricantes de automóviles quienes determinen en última instancia qué proporción de los aranceles de Trump trasladarán a los consumidores, en lugar de asumir el impacto en sus márgenes de beneficio.
Con información de The Associated Press.
Vea también: