Cortez Masto, senadora hispana: "Me preocupa que este sea tan solo el primer paso"

La legisladora Catherine Cortez Masto (demócrata por Nevada), la primera hispana en el Senado de Estados Unidos, criticó el miércoles las órdenes ejecutivas migratorias del presidente Donald Trump, que en resumen, ordenan el inicio de los preparativos para la construcción del muro en la frontera con México, castigan a las ciudades santuario y permiten la deportación de cualquier indocumentado, incluso si no ha sido condenado por cometer delitos.
"El presidente Trump trae con él su retórica antiinmigrante y de odio de su campaña, y la está poniendo en acción en la Casa Blanca”, dijo Cortez a Univision Noticias. “Dentro de las controversiales ordenes ejecutivas anunciadas hoy, Trump está pidiendo a su gobierno que comience la construcción de un muro demasiado costoso e ineficiente (en la frontera con México), que no hará nada para mejorar nuestra seguridad nacional y que México jamás pagará”.
El mandatario firmó dos órdenes ejecutivas en las que, además del muro y las ciudades santuario, se enfoca en la construcción de nuevos centros de detención para indocumentados y acelerar los procesos de deportación. También establece la contratación de 15,000 nuevos agentes federales para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
“Quiere usar a mujeres y niños de Centroamérica, personas que literalmente están huyendo para poner a salvo sus vidas, como juego político en vez de tratarlos como las víctimas de una crisis humanitaria”, agregó Cortez.
Desde mediados de 2014 la frontera sur entre Estados Unidos y México se ha visto sobrepasada por la llegada de miles de menores inmigrantes y unidades familiares provenientes de El Salvador, Guatemala, Honduras y México, quienes huyen de sus países a causa de la violencia y la pobreza buscando asilo en EEUU.
Cortez Masto también criticó el castigo anunciado a las ciudades santuario “que se rehúsan usar sus fuerzas policíacas como agentes inmigratorios, algo que socavaría políticas de seguridad básicas, y haría a nuestras comunidades menos seguras”.
Durante la campaña Trump anunció que activaría una fuerza nacional de deportaciones para arrestar a indocumentados. La cancelación de las comunidades seguras le permitiría al gobierno hacer acuerdos con las agencias de policía local para convertirlas en agentes del servicio de inmigración.
El plan se ampara en la Sección 287(g) de la ley de inmigración, activado por primera vez tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
“En vez de enfocar nuestros recursos en prioridades de seguridad nacional como el terrorismo y la seguridad cibernética, la prioridad de Trump es formar su fuerza de deportación que separará a familias trabajadoras”, dijo Cortez.
La senadora por Nevada también dijo que “me preocupa que este sea tan solo el primer paso que toma el gobierno de Trump para poner su retórica errada por encima de políticas inmigratorias con sentido común”.
Agregó que “los republicanos insistieron repetidamente que si controlaban Washington, aprobarían una reforma migratoria. Pero hasta ahora lo único que han hecho es permitir que Trump dicte una agenda fallida”.
Además de eliminar las ciudades santuario y construir un muro en la frontera con México, Trump advirtió que deportaría a los 11 millones de indocumentados que viven en el país, aunque al final de su campaña corrigió y dijo que solo serían hasta tres millones. Del resto, indicó que tomará una decisión una vez asegure la frontera.