Casa Blanca asegura que la prioridad de Trump es deportar a casi 1 millón de indocumentados que cometieron un crimen
El gobierno de Donald Trump comenzará deportando a casi 1 millón de indocumentados que cometieron un crimen o representan una amenaza para la seguridad pública, dijo este lunes la Casa Blanca al hablar sobre las nuevas guías para poner en marcha los decretos migratorios del presidente.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ofreció esa cifra pese a que afirmó que las directrices del secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, para implementar las dos órdenes ejecutivas firmadas por Trump el 25 de enero "no" contemplan la deportación masiva de indocumentados. Esas nuevas guías fueron desglosadas en dos amplios memorandos que se filtraron a la prensa el fin de semana y cuyo contenido fue confirmado este lunes por la Casa Blanca y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
"Aquellas personas que estén en este país, representan una amenaza para la seguridad pública o hayan cometido un crimen serán los primeros en irse y buscaremos agresivamente que eso ocurra", abundó Spicer sobre el tema.
Sin embargo, en uno de los memos se precisa que será aplicada la Sección 235 de la Ley de Inmigración, lo que en la práctica significa que los casi 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos deben ser inspeccionados, revisados y verificados; y que, para hacerlo, deberán ser ubicados, detenidos y encarcelados. Su destino quedará luego en las manos de los jueces de inmigración, quienes revisarán caso por caso.
Por otro lado, pese a que Spicer dijo que la prioridad es deportar a aquellos indocumentados que representen una amenaza para el país, las prioridades de deportación detalladas en los documentos firmados por Kelly son más abarcadoras.
El incipiente gobierno de Trump modificó las prioridades delineadas por el exmandatario Barack Obama el 20 de noviembre de 2014 e instruyó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que ponga en su mira a quienes hayan cometido crímenes graves, quienes fueron deportados y regresaron sin autorización, quienes tengan una orden de deportación final aunque no hayan perpetrado delitos, y aquellos indocumentados que tengan una orden de deportación final en ausencia o no se hayan presentado en la corte cuando fueron citados.
Durante la istracion de Obama, catalogado por algunos como el "deportador en jefe", fueron deportados más de 2.7 millones de indocumentados en sus ocho años en el poder. El año en que más inmigrantes sin documentados expulsó de suelo estadounidense fue en 2013: cerca de 430,000.
Según estimaciones del Migration Policy Institute, cerca de 1.4 millones de personas entraban en la prioridades de deportación del pasado gobierno de Obama, entre ellas quienes cometieron delitos de robo, violencia doméstica, agresión sexual, tráfico de droga, por haber manejado bajo el efecto del alcohol y por haber entrado nuevamente al país luego de haber sido expulsados. Este fact cheking de Univision Noticias abunda en este tema.
DHS intenta calmar los temores
La divulgación de las nuevas guías migratorias es un tema sensible para la comunidad hispana, especialmente para los indocumentados que están atemorizados por la llegada de Trump al poder y por los recientes operativos en los que han sido arrestados más de 650 inmigrantes.
En un intento por aplacar ese miedo, un funcionario de DHS dijo este lunes en una conferencia telefónica con periodistas que "no necesitamos que haya una atmósfera de pánico en las comunidades".
"No tenemos el personal, el tiempo ni los recursos para ir a las comunidades y detener a las personas, ni para hacer (deportaciones) masivas colocando a las personas en autobuses (...) La intención no es hacer readadas ni deportaciones masivas", dijo uno de los tres funcionarios que participaron en la llamada bajo condición de anonimato.
En el Congreso, el caucus hispano arremetió contras las nuevas normas migratorias asegurando que "abren la puerta a las deportaciones masivas".
"La istración Trump ha optado por una estrategia peligrosa e inviable para castigar de forma indiscriminada a tantos inmigrantes como sea posible, sin importar si representan una amenaza o no. Como resultado, las acciones del presidente probablemente ocasionarán que las comunidades sean menos seguras a medida que empuja a los migrantes hacia las sombras, con temor a reportar los crímenes en sus comunidades", preciso Michelle Luján Grisham, presidenta del caucus, en un comunicado.