Alcaldes exigen al gobierno de Trump explicar cómo reunificará a niños y padres indocumentados
TORNILLO, Texas.- Nadie le abrió las puertas a los alcaldes demócratas y republicanos que visitaron este jueves el puerto de entrada de Tornillo, a donde fueron llevados un grupo de niños separados de sus padres al cruzar la frontera. Cuando el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, caminó hacia la reja de entrada al lugar seguido por la prensa, un funcionario con insignias del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) cerró la reja por completo. No había nadie autorizado para permitirle el ingreso o para darle alguna información, le dijeron.
Entre los políticos, hubo quienes quisieron donar peluches para los niños y no se los recibieron. Tampoco hubo explicaciones para los de la prensa, que triplicaban en número a los alcaldes y a los pocos activistas.
En Tornillo, una zona árida a media hora de El Paso, Texas, se respiraban más de 100 grados Farenheit. Desde afuera, no se ve a los niños ni las carpas donde fueron recluidos. Solo edificios y terrenos sin gente.
"La orden ejecutiva firmada por el presidente Trump no resuelve el problema (...) No reunifica a los niños con sus padres", dijo de Blasio a Univision Noticias.
En una rueda de prensa minutos antes, los alcaldes reclamaron al gobierno una explicación sobre cómo devolverá a más de dos mil niños a sus padres. Ellos mismos no saben cómo podría ocurrir este proceso pues nunca antes lo habían presenciado. Lo catalogan como una "crisis humanitaria", como una política "inmoral" e "inhumana", como "una tragedia".
Jenny Durkan, alcaldesa demócrata de Seattle y exfiscal en Washington durante el gobierno de Barack Obama, asegura que desconoce que en tiempos anteriores se hubiera aplicado una política similar a la 'tolerancia cero', anunciada hace apenas semanas por el fiscal Jeff Sessions.
En sus años como fiscal (de 2009 a 2014), cuenta, "el proceso implicaba mantener a las familias unidas. Se procesaba solo a criminales y a los que trataban de entrar por la frontera se les ponía en un proceso de deportación expedita junto a sus familias", explica a Univision Noticias. Por entrar ilegalmente, dice, se les imputaba un delito menor.
La alcaldesa agrega que en los casos en que se determinaba que había un miedo creíble, como ocurre con cientos de personas que huyen de la violencia en Centroamérica, se consideraba el asilo. Para ella, la política de separar familias "no solo viola las leyes sino que nos hace un país más inseguro".
De Blasio cree que con sus políticas el gobierno de Trump ha generado una "crisis nacional".
"Los niños no son piezas de póker, son personas. Exigimos que Washington arregle este desastre que ha creado", dijo el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti. "Lo que pasa aquí es inmoral e inhumano".
En las puertas de El Tornillo, este jueves había demócratas como los alcaldes De Blasio, Gacetti y Durka, pero también había republicanos como Francis Suárez, alcalde de Miami, y Donald Margo, de El Paso.
Entre otras cosas, exigieron al unísono que el Congreso apruebe una reforma migratoria en la que, aseguran, estarían dispuestos a colaborar. En ella piden que se incluya además a los dreamers, "para evitar que se mantengan en un limbo".
Otra negativa
Los alcaldes no son los únicos a quienes no se les permitió el a un centro de detención de menores. Lo mismo ocurrió al senador de EEUU Bill Nelson y a la representante Debbie Wasserman Schultz, cuando intentaron ingresar a un centro en Homestead, Florida.
"Nos preocupa que nos estén negando la entrada, nos preguntamos cuándo los reunificarán con sus padres porque cada día que pasa se multiplica el drama", dijo el alcalde de Miami, Francis Suárez.
Además, una decena de activistas se plantaron en el puerto de entrada de Tornillo con pancartas en las que exigían la reunificación de las familias. "Merecemos estar juntos", se leía en una.
Nadie entró ni salió del puerto de Tornillo. No hubo explicaciones sobre cómo son tratados los niños en ese centro de detención. Pasaron las horas y el calor extenuante vació el lugar.