EEUU: Cámara baja autoriza nueva versión de ley educativa

WASHINGTON - La Cámara de Representantes de EEUU aprobó la reforma de la ley educativa No Child Left Behind (Que ningún niño quede rezagado) de 2002, con una marcada disminución del rol del gobierno federal en la educación en el país y conservando los exámenes estandarizados tan detestados por muchos padres, profesores y distritos escolares.
No Child Left Behind es la principal ley de ayuda a los estudiantes en desventaja en las escuelas públicas, y cuando fue aprobada estableció nuevos estándares para los estudiantes, profesores y escuelas, e incrementó el dinero destinado a la educación para cumplir con las nuevas obligaciones,
La legislación, aprobada por 359 votos a favor y 64 en contra, devolvería a los estados el poder de decisión sobre cómo usar el resultado de los exámenes de los estudiantes al evaluar a los maestros y las escuelas. La medida también pondría fin a los esfuerzos de las autoridades federales por fomentar los Estándares Académicos o Common Core, desarrollados y adoptados voluntariamente por la mayoría de los Estados del país.
La nueva norma de más de mil páginas fue una solución negociada alcanzada entre los legisladores de la cámara baja y el Senado. Éste deberá someterla a votación a principios de la próxima semana y se espera que el presidente Barack Obama la firme.
El representante John Kline, republicano por Minnesota y quien dirigió el comité de diálogo entre ambas cámaras en torno a la legislación, dijo que Washington ha estado controlando de manera excesiva las aulas del país por demasiado tiempo.
"Hoy, damos vuelta a la página del fallido statu quo y otorgamos a los padres de familia de nuestra nación y a nuestros líderes estatales y locales la autoridad, flexibilidad y certeza que necesitan para dar a los niños una excelente educación", indicó.
El secretario de Educación saliente, Arne Duncan, que supervisó gran parte de la implementación de la ley, elogió la medida como un paso crucial hacia la protección de los derechos civiles de los estudiantes.
"Consagra en ley la expectativa de que donde las escuelas ofrezcan una educación pobre a los estudiantes o tengan un bajo índice de graduación durante largos periodos de tiempo, y donde los grupos de estudiantes no progresen, habrá rendición de cuentas y acciones para cambiar", señaló Duncan en un comunicado justo después de la votación.
La ley educativa "Que ningún niño quede rezagado" había estado pendiente para ser renovada desde 2007, pero los intentos previos para reautorizarla habían caído en un debate más extenso sobre el papel de las autoridades federales en la educación pública.
La legislación mantendría una característica crucial de la ley de la época del presidente George W. Bush: exámenes anuales de lectura y de matemáticas para niños del 3ro al 8vo grado y una vez que lleguen a la secundaria. Y requeriría que las escuelas hagan públicos esos resultados de los exámenes, haciendo notar la raza de los estudiantes y si están discapacitados para ayudar a identificar brechas en el desempeño y escuelas con problemas.