Las lecciones para Harris y advertencias para Trump que dejó el flojo debate presidencial de Biden
La noche del debate entre el presidente Joe Biden y el exmandatario Donald Trump, la primera señal de un problema en cierne se dio sin que hubiese iniciado siquiera el cara a cara.
"Amigos, ¿cómo están?", dijo Biden mientras subía al escenario con una voz ronca y movimientos, en general, rígidos. “Es bueno estar aquí. Gracias", dijo al pararse frente a su podio.
Fue apenas el primer indicio de una cita que terminó siendo histórica. Ese primer y último debate entre Biden y Trump desató una suerte de reacción en cadena que acabó con la aspiración del presidente de permanecer en la Casa Blanca y encumbró a la vicepresidenta Kamala Harris como la candidata del partido.
Será ella entonces quien este 10 de septiembre se medirá frente a Trump, en un intento por mantener el impulso que su ascenso dio a las probabilidades demócratas de cara a las presidenciales de noviembre.
Trump ha dicho que también está preparado y recordó en una reciente entrevista para una radio de New Hampshire que Biden "no estaba bien" en el careo de junio. "Espero que ella tampoco lo esté", espetó.
El encuentro pasado dejó lecciones para Harris y advertencias para Trump. Esa noche Trump mintió con frecuencia y lanzó algunas frases incoherentes que quedaron eclipsadas por el flojo desempeño de Biden.
La óptica importa mucho en los debates presidenciales
Es clave para los candidatos entender la importancia que tiene la percepción que su desempeño deja entre los electores. Desde que Richard Nixon perdió el primer debate presidencial televisado ante John F. Kennedy en 1960, los expertos políticos los han tratado como espectáculos visuales.
Por ejemplo, en el encuentro de junio. Biden se veía pálido en el escenario y parecía aturdido, con la boca ligeramente abierta, cuando Trump hablaba.
"Esta es una sociedad de Instagram, Facebook y TikTok", dijo Michael LaRosa, exportavoz de la primera dama, Jill Biden. "Las imágenes importan", advirtió.
LaRosa dijo que Harris necesita estar preparada en todo momento porque las imágenes de ella reaccionando a los comentarios de Trump pueden ser tan potentes como cuando le toca hablar. Su presentación será analizada de cerca porque es menos conocida que la de Trump y ello puede indicir especialmente en los electores indecisos.
A Biden se le dificultó explicar su plataforma de forma contundente y lanzar ataques sólidos contra Trump. Por ejemplo, durante una pregunta sobre economía empezó a hablar de cómo el país podría invertir en educación y servicios sociales si los ricos pagan más impuestos. No hiló bien su idea y se quedó mirando el podio. Cuando levantó la vista, inexplicablemente dijo: "Mira, finalmente derrotamos al Medicare".
Luego la cámara lo captó luciendo confundido por su propia respuesta y fue entonces el momento de ataque de Trump.
Biden se enredó en sus respuestas y sus argumentos fueron confusos
El siguiente tema fue el aborto, un tema importantísimo para los demócratas tras el histórico fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos sobre Roe v. Wade.
Trump habló primero y afirmó que eliminar el derecho nacional al aborto era “algo que todos querían”. “Todos los juristas, en todo el mundo, los más respetados, querían que (el asunto) fuese puesto en manos de los estados. Yo lo logré", dijo. "Ahora los estados están resolviendo al respecto", agregó.
Fue una respuesta falsa y evasiva, que Biden atajó. “Lo que han hecho ha sido algo terrible”, dijo el mandatario. Posteriormente agregó que era “ridículo” sugerir que había un consenso en torno a la derogación de Roe v. Wade. Biden dijo que la opinión de Trump era como decir que “vamos a devolver los derechos civiles a los estados, dejar que cada estado tenga una regla diferente”.
Luego, las palabras de Biden tomaron un giro, tal vez porque Trump habló sobre su respaldo a casos excepcionales en los que una mujer haya sido violada.
El presidente puso sobre la mesa la preocupación de Trump por los crímenes cometidos por inmigrantes y dijo que "hay muchas mujeres jóvenes que están siendo violadas por sus suegros, sus cónyuges, hermanos y hermanas". “Y cuando esas mujeres quedan embarazadas, no pueden hacer nada al respecto”, dijo Biden.
Paul Begala, un veterano estratega demócrata, describió esa respuesta como extraña. “Tomó su tema más fuerte”, es decir, el aborto, “y habló de su tema más débil”, la seguridad fronteriza".
Las alarmas se encendieron entre los demócratas casi desde el inicio del debate
No habían transcurrido siquiera 15 minutos del debate de 90 minutos y, según Begala, "mi teléfono explotaba con mensajes de texto de otros estrategas demócratas que decían: 'Dios mío, se acabó'".
Después de que Biden tropezó con una respuesta sobre la inmigración, Trump respondió con burla. "Realmente no sé qué dijo al final de esa frase", dijo. "No creo que él tampoco sepa lo que dijo", acotó.
El cara a cara se desarrollaba y la Casa Blanca dijo entonces que Biden estaba resfriado. En los días posteriores, Biden dijo que estaba cansado por los viajes que había hecho al exterior. Pero el daño estaba hecho. Ya el mandatario había estado luchando por convencer a los votantes de que podría continuar desempeñando bien el cargo hasta los 86 años, la edad que tendría al final de un eventual segundo mandato.
Begala dijo que la relativa juventud de Harris, quien cumplirá 60 años el próximo mes, es un beneficio enorme, particularmente porque Trump tiene 78 años. "Cada día que se despierta y no tiene 81 años marca una diferencia con Biden", dijo.
Trump también tiene puntos débiles en lo que a debates respecta. Es contundente pero exagera y da respuestas en ocasiones deshonestas. A veces divaga en medio de quejas, lo que podría entretener a sus fieles seguidores en los mítines políticos pero no encaja bien en un debate.
El expresidente Bill Clinton dio un consejo para enfrentar a Trump: demostrar que sólo busca su propio interés. “La próxima vez que lo escuchen, no cuenten las mentiras, cuenten cuántas veces dice ‘yo’”, dijo en la Convención Nacional Demócrata.
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