El Papa afirma que ofreció ayudar en el proceso de paz en Colombia
El papa Francisco itió que tanto él como la Santa Sede "trataron de ayudar" en las negociaciones de paz en Colombia en declaraciones a los periodistas a bordo del avión papal -entre quienes figura María Antonieta Collins, de Univision- que lo conducía este lunes a Roma tras su exitosa gira de una semana a Estados Unidos y Cuba.
"Estoy muy contento, siempre quise eso. Hablé dos veces con el presidente (Juan Manuel) Santos y no sólo yo. La Santa Sede trató de ayudar como podía", aseguró el pontífice argentino al ser interrogado sobre el compromiso de paz alcanzado la semana pasada entre el gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC.
"Cuando supe la noticia de que el acuerdo final sería firmado en marzo, dije al Señor: 'haz que llegue marzo, que se cumpla lo prometido, porque faltan pequeñas cosas, aunque la voluntad la tienen las dos partes", agregó.
El pontífice reiteró que "hay que esperar hasta marzo para que se firme el acuerdo definitivo y que queda pendiente el asunto de la justicia internacional", sin dar más detalles.
Los reporteros también preguntaron a Francisco sobre el matrimonio homosexual, a lo que dijo que los funcionarios del gobierno "tienen el derecho humano" a negarse a cumplir la expedición de licencias de uniones entre personas del mismo sexo si consideran que ello viola su conciencia.
El pontífice también reitró su condena a los sacerdotes que han abusado de niños y dijo que las víctimas de este delito "han sido aplastadas por el mal".
Preguntado por la situación creada en Europa por la llegada de miles de refugiados, el papa estimó que "los muros no son la solución" y abogó por la vía del diálogo para poder superar la que consideró una crisis "nunca vista desde la Segunda Guerra Mundial".
Francisco dijo que esta crisis es el resultado de un "proceso largo (...) es el resultado de un proceso de años, porque las guerras de las que aquella gente huye son guerras de años".
El papa Francisco se despidió este domingo de Estados Unidos, tras una histórica visita de seis días, y puso rumbo a Roma.
A las 19:46 hora local (23:46 GMT), el pontífice abandonó EEUU a bordo a bordo de un avión de la compañía American Airlines, tras ser despedido en el Aeropuerto Internacional de Filadelfia por el vicepresidente, Joe Biden.
En el Hangar Uno de las instalaciones aeroportuarias, el papa asistió a una ceremonia de despedida en la que se dirigió en inglés a unos 500 del VIII Encuentro Mundial de las Familias que clausuró este domingo en Filadelfia.
En su intervención, el santo padre pidió a Biden, con quien mantuvo una reunión privada, que trasladara su "gratitud" al presidente, Barack Obama, y concluyó con un "God bless America" ("Dios bendiga a América").
También dio las gracias a los organizadores de su visita, al afirmar que sus "días con ustedes han sido breves, pero han sido días de gran gracia para mí y rezo por ustedes también".
Al frente de la comitiva de despedida, el vicepresidente acompañó al papa hasta la escalerilla del avión (cuyo morro lucía las banderas de EEUU y el Vaticano), a la que se accedía por una alfombra roja.
Francisco partió hacia Roma un par de horas después de oficiar una misa en Filadelfia para poner fin al VIII Encuentro Mundial de las Familias, que congregó en la céntrica avenida de Benjamin Franklin Parkway a centenares de miles de personas.
"La fe crece con la práctica y es plasmada por el amor. Por eso, nuestras familias, nuestros hogares, son verdaderas iglesias domésticas. Es el lugar propio donde la fe se hace vida y la vida se hace fe", señaló el pontífice en la multitudinaria misa.
Durante su visita a Estados Unidos, que fue también la primera a este país en su vida, Jorge Mario Bergoglio cumplió con una apretada agenda que le llevó a Washington, Nueva York y Filadelfia.
En Washington, el papa se reunió con el presidente, Barack Obama, ante quien se presentó en la Casa Blanca como un "hijo de familia de inmigrantes".
También en la capital, Bergoglio canonizó al franciscano español Junípero Serra en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, con una misa al aire libre a la que asistieron unas 25,000 personas.
Allí también hizo historia el papa al convertirse en el primer pontífice en dar un discurso ante el pleno del Congreso de EEUU, donde pidió "no dar nunca la espalda a los vecinos", en alusión a los millones de inmigrantes cuyos derechos -según afirmó- "no siempre fueron respetados".
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La siguiente parada del pontífice fue en Nueva York, donde pidió en una histórica alocución ante la Asamblea General de las Naciones Unidas reemplazar la "indiferencia global" por una "solidaridad global".
El papa celebró también allí un acto religioso en la Catedral de San Patricio y otro con representantes de distintos cultos en el World Trade Center, donde rindió un homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Ya en Filadelfia, el pontífice argentino dirigió una misa en la Catedral de San Pedro y San Pablo, donde dijo que los laicos tienen en sus manos el futuro de la Iglesia y destacó especialmente en ese contexto el papel de las mujeres.
En esa ciudad, Francisco habló este sábado antes de miles de personas desde el Independence Hall, sede de la firma de la Declaración de Independencia y la Constitución de EEUU, donde apoyó a los inmigrantes, con mención especial a los hispanos.
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El papa también participó este domingo en Filadelfia en el Festival de las Familias, en el que actuaron cantantes como Juanes y Aretha Franklin, y se reunió con víctimas de abusos sexuales cometidos por de la Iglesia, antes quienes prometió que los responsables "rendirán cuentas".
Antes de clausurar el VIII Encuentro Mundial de las Familias, Bergoglio visitó la prisión Curran-Fromhold, en la que lamentó la existencia de sistemas penitenciarios que no ayudan a la reinserción de los presos.
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Francisco llegó a Estados Unidos el pasado día 22 procedente de Cuba, la primera escala de un viaje marcado por el papel crucial que ha desempeñado el pontífice en la reconciliación entre esos dos países.