10 veces en que las ciudades de EEUU fallaron a los latinos
1842, San Antonio, Texas: el alcalde latino que fue obligado a renunciar
Entre 1835 y 1845, Texas funcionó como una república independiente y en 1841 Juan Seguín fue elegido como alcalde de una de sus ciudades más importantes, San Antonio. Pero Seguín, quien ya había sido alcalde cuando la ciudad era parte de México, no duraría mucho en su cargo. En 1842 fue obligado a renunciar debido a su ascendencia hispana, a pesar de haber luchado con el ejército independiente de Texas.
San Antonio aún tenía una mayoría mexicana, pero a su vez muchos de estos eran leales al estado independiente, como Seguín. Sin embargo, la ciudad comenzó a llenarse de estadounidenses blancos que no conocían el espíritu mixto de la zona. Seguín recibió amenazas de muerte contra él y su familia. En abril de 1842 renunció bajo las presiones de la población blanca.
El tiempo lo reconocería, en todo caso, como un héroe texano, que tiene una ciudad con su nombre y numerosos lugares públicos. Sin embargo, tendrían que pasar 139 años para que la ciudad volviera a tener un alcalde latino.
1943, Los Ángeles, California: las duras golpizas a los pachucos que quedaron impunes
Durante la Segunda Guerra Mundial, en Junio de 1943, los latinos de Los Ángeles experimentaron una serie de ataques violentos y golpizas a manos de blancos del ejército estadounidense. Y, en vez de proteger a sus ciudadanos, la ciudad hizo todo para proteger a los atacantes.
Durante este tiempo, los latinos en la ciudad (muchos de ellos mexicoamericanos) usaban los llamados zoot suits, un traje caracterizado por pantalones grandes y una chaqueta larga, junto con collares largos y una gorrita del estilo ‘pork-pie.’ Estos latinos se llamaban ‘pachucos’, y muchos en la ciudad los asociaron con crimen y delincuencia, aunque no siempre fue así. En el fondo, el desprecio de la sociedad hacia los pachucos fue representante de discriminación étnica que sufrieron los latinos en la ciudad. En 1942, por ejemplo, la policía arrestó 13 jóvenes mexicanos por el asesinato de José Gallardo Díaz, aunque tenían muy pocas pruebas. En 1944, después de dos años de estar en la cárcel, la sentencia fue revocada.
Aunque estos pachucos fueran inocentes, el asesinato de ‘Sleepy Lagoon’, como fue conocido, aumentó tensiones raciales en la ciudad en 1943. Y el odio hacia los zoot suits creció, porque durante la guerra fueron prohibidos por el racionamiento de materiales textiles (estos todavía existían en el mercado ilegal). Los que usaban el traje eran vistos como traidores por muchos en la sociedad estadounidense.
El 3 de junio de 1943, un grupo de militares en su periodo de descanso en Los Ángeles reportaron a la policía que fueron golpeados por una pandilla de pachucos en zoot suits. Al día siguiente, un grupo de 200 soldados viajaron al Este de Los Ángeles, el centro latino de la ciudad. Atacaron a un grupo de zootsuiters, golpeandolos y quitándoles sus trajes, dejándolos desnudos en la calle. Los ataques continuaron por varios días: los soldados entraban a cualquier lugar y golpeaban hombres mexicanos. La policía los acompañó, pero tenían órdenes de no arrestarlos. No lo impidieron. Y después la ciudad trató de pasar una ley en contra de los zoot suits, aunque esta nunca fue firmada como ley oficial. Los llamados ‘zoot suit riots’ son un triste hito en la historia de EEUU.
1951, Los Ángeles: los mexicoamericanos que fueron desplazados para construir el estadio de los Dodgers
La zona de Chávez Ravine, en Los Ángeles, está marcada uno de esos elefantes blancos que las ciudades no pueden evitar: un estadio. Desde 1962 es la casa de los Dodgers, pero antes fue el hogar de un puñado de hispanos.
Desde el siglo XIX, un grupo de familias mexicoamericanas vivían ahí. En ese lugar habían creado algo poco común en medio de una gran metrópolis: una comunidad que vivía de la agricultura, donde todos se conocían. Luego la ciudad de Los Ángeles crecería y esta zona sería, en la mitad de la urbe, una pequeña villa rural. De acuerdo a un documental de PBS, algunos se referían a la zona como “el Shangri La de los pobres”, por lo idílica que era.
Sin embargo, a fines de los 40 se planteó el proyecto de utilizar el terreno para viviendas sociales. Los Ángeles seguía creciendo y necesitaba más hogares. Además, algunos veían a Chávez Ravine como una barriada pobre y no como la comunidad rural autosostenible que era.
La ciudad decidió expropiar los terrenos y se les prometió a las familias hogares en los nuevos edificios que se construirían. Casi todos aceptaron las condiciones y se mudaron. Pero antes de que la construcción comenzara, Los Ángeles eligió a un nuevo alcalde. El conservador Norris Poulson, electo en 1953, canceló todos los proyectos de viviendas sociales.
Fue entonces cuando se concretó el proyecto de construir el estadio de los Dodgers en la zona. La última familia que sobrevivía ahí, la de Manuel y Abrana Arechiga, debió ser retirada a la fuerza, luego de años de resistencia, en lo que hasta hoy se conoce como la Batalla de Chávez Ravine.
1981, Chicago, Illinois: cómo la alcaldía bloqueó la presencia latina en el poder
Para 1981, la ciudad de Chicago había llegado a tener un 15% de población hispana (en el último censo, la cifra llegó a 28.9%), pero sólo un miembro del Concejo Municipal era latino.
El ‘22nd Ward’, en el este de la ciudad, era el epicentro del activismo mexicano, como lo describe el investigador Robert Vargas en su libro Wounded City: Violent Turf Wars in a Chicago Barrio. Sin embargo, el llamado Little Village había sido dividido entre varios, de manera que la mayoría blanca siempre se imponía.
En el vecino distrito 25, por ejemplo, el concejal Vito Marzullo había estado consecutivamente reelegido prácticamente sin oposición desde 1953. Pero en esa zona la población mexicana creció y en 1979 el activista mexicano Juan Velázquez se presentó para hacerle competencia.
“Aunque Velázquez perdió la carrera, la elección dejó claro a la maquinaria de los demócratas de que era cosa de tiempo para que la población mexicana en el distrito 25 creciera y sacaran a Marzullo”, explica Vargas en su libro.
La alcaldesa de esa época, la demócrata Jane Byrne, y el concejo municipal aprobarían un rediseño de los distritos -práctica conocida como gerrymandering- en 1981, el que dividió a la población mexicana en dos. Sólo en 1986, los mexicanos de Chicago tendrían su primer representante en Jesús “Chuy” García, quien luego intentaría ser alcalde de Chicago, sin éxito, en 2015.
2006, Hazelton, Pennsylvania: El alcalde que pasó una ley para evitar que se le rente a indocumentados
En la década de 2000, este pueblo en el Cinturón de Óxido empezó a experimentar un repentino crecimiento en su población latina. Antes de esto era una zona casi exclusivamente blanca, de obreros que trabajaban en las fábricas de este pueblo industrial. Sin embargo, estos puestos de empleo se fueron yendo de la zona, como sucedió en muchas áreas de EEUU.
Para 2006 Hazleton ya era un 36% latina. Estos residentes trabajaban en las plantas procesadoras de carne, donde ya no había trabajo sindicalizado y donde los blancos casi no querían trabajar.
A los residentes originarios, la llegada de estos latinos no les gustó nada. Ese año, el alcalde Lou Barletta y su comisión promulgaron la llamada Ley de Alivio de Inmigrantes Ilegales (IIRA, por sus siglos en inglés). Esta se trató de una serie de normas que castigaban a los propietarios que rentaban hogares a ‘ilegales’ y a empleadores que los contrataban. También obligó a que el inglés fuera el idioma oficial del pueblo. Entre los blancos no hispanos de Hazleton de ese tiempo, la ley fue muy popular.
“[Lou Barletta] logró reconocer lo que sentía la gente, pero también les ofreció una versión alternativa de la realidad. Culpó los inmigrantes indocumentados (y la verdad a los latinos en general) por crímenes y molestias. No había evidencia para demostrar eso, pero logró proveer a los blancos pobres con una razón por la que su pueblo estaba fracasando”, dijo Jamie Longazel a CityLab. Él escribió un libro sobre este tema llamado Miedos Indocumentados. “Te puede sonar familiar a lo que está pasando en la actual elección presidencial”, añade.
Después de una batalla legal, la ley eventualmente fue declarada inconstitucional por una corte federal de los Estados Unidos, aunque su legado de discriminación aún afecta esta ciudad.
2010, Escondido, California: la insólita colaboración de una ciudad con ICE
Cuando en 2005 el estado de California analizó la posibilidad de crear su propia policía de frontera, la primera ciudad que apoyó la idea -que nunca se concretó- fue Escondido. Esta localidad cercana a San Diego y con una población de alrededor de 148,000 personas, ha sido descrita como “la ciudad sin piedad” contra los inmigrantes. En 2006, de hecho, aprobaron una norma para prohibir el arriendo de inmuebles a indocumentados (una disputa legal terminó con dicha ley más tarde).
Más tarde, la ciudad también establecería controles aleatorios de tránsito que podían terminar hasta con la deportación y leyes de ‘calidad de vida’ que, de acuerdo a la investigadora de la Universidad de Chicago Ángela García, apuntaban a los hispanos.
En 2010, en todo caso, la ciudad haría algo único en el país: adoptó la Operación t Effort, de la Agencia de Inmigración y Aduanas, como propia e instaló agentes federales de inmigración dentro de su Departamento de Policía. “Desarrollado a puertas cerradas y sin un memorándum escrito del acuerdo, t Effort permite que ICE acompañe a la policía cuando responden a eventos en Escondido, los que van desde controles de tránsito a redadas contra pandillas”, explicó Ángela García en su investigación Hidden in Plain Sight: How Unauthorised Migrants Assimilate in Restrictive Localities in California. “El programa sube el nivel de las restricciones a través de la ciudad, formalizando la relación entre la policía local y las autoridades federales de inmigración”.
Mientras otras ciudades, y el mismo sistema judicial, han apoyado a los indocumentados, Escondido parece caminar en la dirección contraria.
2010, Arizona: la ley que hizo ilegal hasta manejar un automóvil con un indocumentado
Cuando la ley SB1070 fue creada en Arizona en 2010, ésta fue el reglamento más duro sobre la inmigración ilegal que había visto el país en muchos años. Las disposiciones de la ley trataron de forzar personas indocumentadas fuera del país por manera de atrición. Requirió que todos los inmigrantes cargaran sus papeles de registración con el gobierno federal a todas horas. También obligó a los policías a preguntar sobre el estatus migratorio de las personas cuando tienen sospechas razonables que esa persona sea indocumentada. Además, impuso penalizaciones a personas ofreciendo trabajo a personas indocumentadas, entre otras cosas.
Técnicamente, esta fue una ley del estado. Pero funcionarios de condados y ciudades también formaron parte de esta injusticia. El sheriff de Phoenix en Arizona, Joe Arpaio, era uno de los proponentes más fuertes de la ley, ya que él se había declarado como un duro opositor inmigración ilegal desde 2005. El Departamento de Justicia ha demandado a el sheriff por vigilancia policial que discriminaba en contra de los latinos. Después de la ley de 2010, Arpaio organizó un equipo de policías que paraban los autos de conductores latinos para tratar de encontrar a gente indocumentada. El Departamento de Justicia dictaminó que la discriminación bajo de Arpaio era generalizada y dirigida hacia los latinos viviendo en Phoenix.
2012, Richmond, Virginia: la lucha legal para cerrar los 'trailer parks' donde viven hispanos
Esta historia es especialmente triste, porque afecta a un grupo de hispanos en una situación muy vulnerable: quienes viven en parques de remolques o trailer parks. En 2012, un incendio causó la destrucción de dos hogares en el Rudd's Trailer Park, en esta ciudad ubicada dos horas y media al sur de Washington DC. Luego de esto, las autoridades de Richmond decidieron aplicar agresivamente las leyes de seguridad en este tipo de viviendas, las que principalmente son ocupadas por familias latinas.
La organización Legal Aid Justice Center está tratando de apoyar legalmente a estas familias y evitar lo que consideran un uso discriminatorio de los códigos habitacionales. Entre otras medidas, interpusieron una demanda federal argumentando que "esta medida probablemente resultará en el desplazamiento forzado de cientos de familias desproporcionadamente latinas".
2012, en todo EEUU: la discriminación racial que sufren los latinos al rentar un hogar
El Instituto de Urbanismo, organización de estudios basada en Washington DC, presentó un reporte en 2012 demostrando que los latinos (junto con los afroestadounidenses y los asiáticos) continúan experimentando discriminación al alquilar un hogar. El reporte examinó 28 áreas metropolitanas, incluyendo Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Houston. Los investigadores utilizaron un método llamado “pruebas apareadas”, en donde dos personas (uno blanco no latino y el otro hispano, afroestadounidense o asiático) se presentan como buscadores de vivienda con las mismos calificaciones para rentar. Luego, los investigadores evalúan cómo responden los propietarios a los solicitudes de cada persona para descubrir cualquier tipo de discriminación.
El reporte encontró que los propietarios eran más propensos a decirles a los inquilinos hispanos que no había ninguna habitación disponible. A los blancos no latinos se les enseñaron más habitaciones disponibles y los propietarios siempre informaron de más vacantes. A final de cuentas, los inquilinos hispanos supieron sobre 12.5% menos vacantes y se les enseñaronun 7.5% menos de departamentos. Eso es menos que a los afroestadounidenses y a los asiáticos.
Las ciudades en cuestión no tienen ninguna ley que permita esta discriminación. Pero de alguna manera, todavía lo permiten por no prevenirlo, y los hispanos (y todas las minorías) sufren las consecuencias.
2014, Yakima, Washington: el pueblo donde los latinos eran un 42% pero no tenían representación
Esta, al menos, es una historia con final feliz. Como muchas ciudades rurales de la costa oeste, en Yakima, Washington, la población de latinos ha crecido muchísimo. De las 91,067 personas que registró el censo de 2010, un 41.3% son hispanos en esta ciudad que vive de la cosecha de manzanas y lúpulo. Sin embargo, no habían latinos en los puestos de poder más importantes de la localidad.
Esto se debía a que el sistema de votación local consistía en un solo distrito, por lo que, cada vez que se necesitaba elegir a alguien, los latinos -de los cuales sólo un 27% podían votar, ya que muchos son menores de edad- no lograban mayoría.
A tanto llegó esta situación que una latina una vez perdió una elección contra una candidata “fantasma”. Graciela Villanueva intentó ser elegida para la junta escolar y perdió, a pesar de que su contrincante no hizo campaña porque no deseaba participar (al poco tiempo, la opositora renunció y Villanueva tomó el puesto).
La Unión de Libertades Civiles (ACLU) de Washington interpuso una demanda contra la ciudad en 2014, en la que se denunció que el sistema electoral “ilegalmente diluía el voto latino y efectivamente prevenía de que los latinos tuvieran una participación de importancia en el Concejo Municipal”.
En octubre de 2014 se logró la victoria en este caso. Con el apoyo de demógrafos, se crearon siete distritos, dos de ellos de mayoría latina. En noviembre de 2015 el Concejo Municipal de Yakima sumó no solo a dos, sino a tres mujeres latinas: Dulce Gutiérrez, Avina Gutiérrez y Carmen Méndez.