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Obesidad

Uno de cada cinco jóvenes hispanos padece obesidad. Y el coronavirus empeorará la desigualdad frente a esa epidemia

El cierre de colegios debido a la pandemia dejó a millones de niños sin una fuente regular de comidas saludables o actividad física, alerta un informe difundido el miércoles sobre la epidemia de obesidad entre los niños de entre 10 y 17 años. La obesidad afecta con mayor virulencia a los hispanos (un 20.7% frente al 15.5% de la población general). Incluimos algunas recomendaciones para mejorar la alimentación de jóvenes y niños.
18 Oct 2020 – 10:03 AM EDT
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La pandemia se cruza este año con la crisis de la obesidad. Estamos ante una realimentación negativa en múltiples aspectos, alerta el informe de la Fundación Robert Wood Johnson, titulado Estado de la Obesidad Infantil: Priorizando la salud de los niños durante la pandemia. El informe examina los datos nacionales y estatales más recientes sobre las tasas de obesidad infantil y ofrece recomendaciones políticas para priorizar la salud de los niños mientras el país se recupera.

La preocupación sobre este problema es todavía mayor porque la obesidad se relaciona con un mayor riesgo de síntomas graves de coronavirus, incluso entre los niños. Además, estudios anteriores con otras vacunas predicen que la vacuna contra el covid-19, cuando esté disponible, puede ser menos efectiva entre aquellos pacientes con condiciones médicas preexistentes, incluyendo la obesidad.

La pandemia también empeora, por otra parte, las condiciones que ponen a los niños en riesgo de obesidad. El cierre de escuelas ha dejado a millones de niños sin una fuente regular de comidas saludables o actividad física. Millones de cuidadores han perdido sus ingresos o trabajos y no tienen cómo comprar comida saludable para su familia.


“La obesidad infantil sigue siendo una epidemia en este país”, dijo Jamie Bussel, de la Fundación Robert Wood Johnson. “ La pandemia y la recesión económica han empeorado muchos de los factores que sabemos que contribuyen a la obesidad, incluyendo la pobreza y las disparidades de salud", apunta Bussel.

Disparidad racial, étnica y económica

Este sondeo sitúa la tasa general de obesidad para los jóvenes de entre 10 y 17 años en un 15.5%. Pero estas cifras distan mucho de ser homogéneas para todo el mundo: los datos del informe refuerzan la persistencia de disparidades geográficas, raciales, étnicas, y socioeconómicas. Los jóvenes negros e hispanos tienen tasas de obesidad del 22.9% y 20.7%, respectivamente, bastante más altas que los jóvenes blancos, del 11.7%, y los asiáticos, del 5.9%.

Además, los jóvenes que viven en hogares con ingresos inferiores al nivel de pobreza federal tienen más del doble de probabilidad de tener obesidad que los que se encuentran en la cima de la escala de ingresos.

“Hemos visto estas disparidades en las tasas de obesidad infantil durante décadas”, dice Bussel. "Este año, también hemos visto a personas hispanas y negras y de bajos ingresos verse más afectadas por la pandemia del covid-19. En ambos casos, estos resultados reflejan décadas de desinversión en comunidades y grupos de personas, impulsados por el racismo y la discriminación sistémica que aún prevalece en nuestra sociedad”.

¿A qué se debe esta desigualdad? Xavier Morales, director de Praxis Project, una organización nacional que ayuda a comunidades más desfavorecidas a implementar iniciativas de salud, señalaba a Univision Noticias hace un año, cuando se difundió la versión anterior del estudio, que en las zonas donde trabaja su organización hay menos tiendas de alimentos con productos perecederos y, en cambio, un gran número de restaurantes de comida rápida. “En muchas zonas no es seguro beber agua del grifo; es más barato comprar refrescos que agua”, señala.

Además, no hay parques ni espacios verdes o, si los hay, no son seguros. “Es difícil hacer ejercicio. En estas comunidades, las opciones saludables no son normalmente las fáciles, sino las más complicadas. Este es el principal motor de la obesidad”. Si a estos factores sumamos las diferencias en el sistema de a la salud y en las infraestructuras, y tenemos el cóctel perfecto para la obesidad galopante que azota al país. Y ahora se suma la pandemia para hacer las cosas más difíciles.

Otros datos que arroja este estudio:


  • Kentucky tiene la tasa de obesidad general más alta, con un 23.8%, y Utah la más baja, con un 9.6%.
  • Los cinco estados con mayor tasa de obesidad son, además de Kentucky, Mississippi (22.3%), Carolina del Sur (22.1%), Tennessee (20.4%) y Arkansas (20.2%).
  • En cuanto a las disparidades por nivel de ingresos: El 21,5% de los jóvenes que viven en hogares con ingresos inferiores al nivel de pobreza padecen obesidad, más del doble del 8,8% de los jóvenes que viven en hogares con ingresos de al menos un 400 % por encima del nivel de pobreza federal.

Estas son algunas recomendaciones para mejorar la alimentación de jóvenes y niños:


Los datos que utiliza la fundación para elaborar su estudio proceden de la Encuesta Nacional de Salud Infantil (NSCH, por sus siglas en ingles) de 2018 y 2019, junto con el análisis realizado por la Oficina de Salud Materna-Infantil de la istración de Recursos y Servicios de Salud.

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