Los 'pinchazos' en discotecas y festivales: la última agresión para atemorizar a las mujeres
La ola de 'pinchazos' a mujeres en discotecas que comenzó en Reino Unido y descendió por Francia atemoriza este verano a las jóvenes españolas y a las turistas que visitan uno de los países capitales del ocio nocturno europeo.
En redes sociales y en medios de comunicación, en las filas de las discotecas y en los bares, un tema domina la conversación: los pinchazos con jeringuillas y otros objetos que han reportado sufrir chicas en fiestas y festivales durante las últimas semanas.
" Da miedo que te metan una droga, pero da aún más pavor que vayan pinchando con la misma jeringuilla a diferentes chicas y puedas contagiarte de algo", explica a Univision Noticias Alba Sánchez, una joven que vive en Madrid.
A las chicas que sientan un pinchazo se les recomienda avisar a alguien que esté con ellas, llamar de inmediato al teléfono de emergencias e ir al hospital. El protocolo para estos casos incluye un análisis toxicológico y la posibilidad de recibir el tratamiento de profilaxis por riesgo de exposición al virus del sida, el VIH.
El fenómeno de 'los pinchazos' comenzó a reportarse como 'sumisión química', es decir, la inoculación a las víctimas de algún tipo de droga, como el éxtasis, que anule su voluntad para abusar de ellas. Es lo que ocurre en todo el mundo con las sustancias que los agresores echan en el vaso de las mujeres en discotecas y que han llevado a muchos locales a proporcionar cubrevasos como protección.
Inyectan MDMA a una niña de 13 años que estaba con sus padres
Sin embargo, lo que comprobaron después las autoridades españolas es que tras los pinchazos no se encontraban sustancias en la sangre de las mujeres. Solo en un caso sí se detectó: el de una niña de 13 años a la que le inyectaron éxtasis líquido (MDMA) contra su voluntad durante las fiestas de un barrio de Gijón, en el norte del país, y con sus padres a pocos metros.
Todavía no se ha arrestado a nadie por ese caso, pero se sospecha de un grupo de hombres de unos 50 años que estaban cerca de la menor cuando ocurrió y a los que aún no han localizado, según informan medios españoles.
Aunque se habla de muchas más, la policía investiga 60 denuncias registradas en puntos de todo el país, según informó este viernes el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la televisión pública TVE.
Las pesquisas intentan descifrar qué explica este fenómeno: si el objetivo es inocular sustancias para abusar sexualmente de las mujeres -cosa que no ha ocurrido en ningún caso, tampoco en el de la menor de Gijón- o si la meta es “intentar trasladar una situación de inseguridad” y “amedrentar a un colectivo” con un “discurso absolutamente machista de tratar de sacar al 50% de la población, a las mujeres, del espacio público”, en palabras del ministro.
Pinchazos con jeringuillas o alfileres
Las asociaciones feministas alertan tanto del efecto llamada como del efecto pánico que pueden provocar las informaciones onmipresentes sobre lo que se ha llegado a denominar 'la moda' o 'la ola de los pinchazos'.
Los pinchazos, aunque no se detecten drogas después, pueden ser constitutivos de un delito por sí mismos: delito de lesiones con la agravante de género, según explicó la ministra de Justicia, Pilar Llop, en TVE.
“Necesitamos saber qué pasa en el fenómeno del pinchazo, no sabemos si hay sustancias en determinados casos, pero es un hecho grave porque se nos expulsa de espacios de diversión y ocio donde queremos estar”, dijo la ministra.
Reino Unido, Francia, Bélgica y Países Bajos
Este fenómeno de 'los pinchazos; comenzó en Reino Unido y desde allí ha ido bajando por Europa Occidental: Países Bajos, Bélgica, Francia y ahora España.
El Parlamento británico presentó este abril un informe sobre una ola de pinchazos en bares y discotecas que en octubre de 2021 sumaba unos 1,000 casos, coincidiendo con la vuelta a las universidades tras el aislamiento de la pandemia.
Francia es el otro país más afectado por este fenómeno, con más de 300 denuncias de inyecciones y el mismo misterio: ¿meten alguna sustancia o lo único que quieren es sembrar la alarma social entre las mujeres?
Muchas jóvenes siguen saliendo aunque cuidándose aún más de lo habitual entre amigas, pero otras prefieren esperar a que pase un poco "esta ola". Es el caso de Alba Sánchez, que conoce a chicas que ya están cambiando algunos hábitos, como ponerse pantalón largo en pleno calor extremo para tratar de estar más protegidas.
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