"Era como si mi casa fuera a volar": el dramático impacto del huracán Helene en el sureste de EEUU, ¿la nueva normalidad?
El huracán Helene dejó al menos 52 muertos y miles de millones de dólares en daños a su paso por una amplia zona del sureste de Estados Unidos, donde además de catastróficas inundaciones provocó masivos apagones: en la mañana de este sábado unos tres millones de clientes seguían sin servicio.
Helene tocó tierra el jueves a última hora en la región del Big Bend de Florida como un particularmente grande huracán categoría 4, con vientos máximos sostenidos de 140 mph. Y avanzó rápidamente (a más de 30 mph) hacia el norte por Georgia, las Carolinas y Tennessee, dejando carreteras y edificios bajo el agua, derribando árboles y hasta arrancando techos.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) informó sobre "inundaciones históricas y catastróficas" y advirtió sobre repentinas subidas de las aguas en Atlanta, la ciudad más grande de Georgia, así como en Carolina del Sur y Carolina del Norte, cuyo oeste quedó prácticamente incomunicado por los deslaves e inundaciones que cerraron la I-40.
Hubo cientos de rescates acuáticos, pero ninguno más dramático que el efectuado en el condado rural de Unicoi, en el este de Tennessee, donde docenas de pacientes y trabajadores fueron sacados en helicóptero del tejado de un hospital rodeado por el agua de un río desbordado.
El pronóstico del Centro Nacional de Huracanes en la mañana de este sábado es que el meteoro, convertido ciclón postropical, permanezca sobre el valle del Tennessee hasta el domingo. Se mantenían activas algunas alertas por inundaciones en zonas del sur y el centro de los Apalaches, así como avisos por fuertes vientos para zonas de Tennessee y Ohio.
En Carolina del Norte, un lago que aparece en la película 'Dirty Dancing' rebasó una represa y los vecindarios colindantes fueron evacuados, aunque no se temía que pudiese ceder. También se evacuó Newport, una localidad de alrededor de 7,000 habitantes en Tennessee, por la preocupación que despertaba una presa cercana, aunque las autoridades dijeron más tarde que la estructura no presentaba fallos.
Además, se registraron tornados en algunas zonas, incluyendo uno en el condado de Nash, en Carolina del Norte, que dejó cuatro heridos graves.
En Atlanta cayeron 11.12 pulgadas de lluvia en 48 horas, un récord en ese periodo desde que comenzaron los registros en 1878, según dijo la Oficina del Meteorólogo Estatal de Georgia en la red social X. Algunos vecindarios sufrieron inundaciones tan graves que del agua sobresalían apenas los techos de los autos.
El huracán Helene deja decenas de muertos y pérdidas multimillonarias
Entre los al menos 52 fallecidos a causa de la tormenta había tres bomberos, una mujer y sus gemelos de un mes, y una mujer de 89 años, cuya casa fue alcanzada por la caída de un árbol. Además, Moody’s Analytics prevé que los daños materiales asciendan a entre 15,000 y 26,000 millones de dólares.
El presidente Joe Biden dijo que rezaba por los sobrevivientes y la directora de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) se dirigió a la zona afectada. FEMA movilizó a más de 1,500 trabajadores, y hasta última hora de la mañana del viernes habían ayudado en 400 rescates.
Las autoridades pidieron a la población atrapada que avise a los equipos de emergencias y no se aventure a moverse por su cuenta ante la posibilidad de que en el agua haya cables eléctricos con corriente, aguas residuales, objetos afilados y otros desechos.
En Georgia, una empresa eléctrica advirtió de daños “catastróficos” en la infraestructura pública, con más de 100 líneas de alta tensión dañadas. Y funcionarios en Carolina del Sur, donde más del 40% de los clientes que quedaron sin servicio, dijeron que en algunos lugares los operarios tuvieron que abrirse paso entre los escombros solo para determinar qué quedaba en pie.
"Soy de Florida, así que estoy un poco acostumbrado, pero en un momento me dio mucho miedo. Era como si mi casa fuera a volar", dijo a la AFP Larry Bailey, de 32 años, que pasó la noche refugiado en su pequeña casa de madera con sus dos sobrinos y su hermana.
Unas 400 millas al norte, en Erwin, Tennessee, se estaba desarrollando una dramática operación de rescate en un hospital peligrosamente aislado por el agua con más de 50 pacientes y personal atrapados en el techo, según imágenes de la televisión local.
¿Es la destrucción del huracán Helene parte de la "nueva normalidad"?
En Carolina del Sur murieron dos decenas personas, entre ellas dos bomberos, según las autoridades.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, confirmó la muerte de 15 personas en su estado, entre ellas un socorrista, y advirtió que la ciudad de Valdosta había identificado 115 estructuras muy dañadas con varias personas atrapadas en su interior.
El número de víctimas de Florida se situó en siete. En Virginia, el gobernador Glenn Youngkin confirmó una muerte relacionada con Helene y en Carolina del Norte también se confirmó otra muerte, cuando un árbol cayó sobre una casa, indicó el departamento de bomberos.
Con el tifón Yagi azotando Asia, la tormenta Boris empapando Europa y las inundaciones extremas en el Sahel, hasta ahora septiembre ha sido un mes muy lluvioso a nivel mundial.
Los científicos vinculan algunos fenómenos meteorológicos extremos directamente con el calentamiento global causado por el ser humano, pero aún es demasiado pronto para sacar conclusiones claras sobre el mes en curso.
El cambio climático ha agravado las condiciones que hacen más peligrosas este tipo de tormentas, que ganan intensidad rápidamente en aguas más calientes y se convierten en potentes huracanes a veces en cuestión de horas.
"Tenemos que empezar a preguntarnos: ¿es esta la nueva normalidad? ¿Va a suceder todos los años?", se cuestionó Curtis Drafton, un voluntario de búsqueda y rescate, de 48 años, en Steinhatchee, Florida. "Se habla mucho de una tormenta única en la vida, pero el año pasado tuvimos otra similar", comentó a la AFP.
Los aeropuertos de Tampa y Tallahassee cerraron y más de 3.2 millones de hogares y empresas seguían este sábado sin electricidad en Florida, Georgia y las Carolinas el viernes, según el sitio de seguimiento PowerOutage.us.
En la zona de impacto, los residentes habían sido advertidos de una marejada ciclónica nunca antes vista.
Matt Heller, residente de Tampa Bay, dijo a CNN que su casa había quedado bajo cuatro pies de agua media hora después de que llegara la tormenta, mientras usaba su kayak en su sala de estar inundada. "Esta es definitivamente la inundación más grande que hemos tenido", dijo.
Con información de AFP y AP.
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