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Mundo

¿Por qué es demasiado pronto para considerar los pasaportes de inmunidad?

Publicado 19 May 2020 – 01:59 PM EDT | Actualizado 19 May 2020 – 01:59 PM EDT
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En un escenario próximo (que ya es una realidad en China) los viajes turísticos y el regreso a las oficinas corporativas tras la pandemia por COVID-19, ocurrirán gracias a los pasaportes de inmunidad.

Dichos documentos físicos o digitales, pretenden garantizar que el portador está libre de coronavirus, y por ello está autorizado a circular libremente por las calles.

En términos simples, pareciera que nada puede salir mal con esta medida, muchos gobiernos occidentales comienzan a considerarla. En Alemania incluso, las autoridades proponen enviar pruebas caseras a los ciudadanos en las próximas semanas, ello determinaría quién "es inmune" a COVID-19 y quién no. Si la prueba rectifica que el individuo está saludable, se le permitirá transitar por las calles.

Por otra parte, Reino Unido ha planteado la posibilidad de hacer algo similar con pruebas de anticuerpos. Sin embargo, aquí comienza la preocupación de los científicos: este tipo de análisis todavía no pueden considerarse exactos.

A medida que aumenta la presión por parte de comunidades que han estado encerradas durante semanas, más países están buscando una salida a las estrictas medidas de distanciamiento social. Pocos parecen dispuestos a esperar de 12 a 18 meses para recibir una vacuna.

Si bien, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) los certificados de inmunidad han permitido que la sociedad de Wuhan (donde iniciaron los primeros brotes por coronavirus) retome poco a poco sus actividades económicas, los nuevos contagios no cesan... y para el resto del mundo, cualquier medida que apresurara la expedición de dichos certificados podría ser apresurada y demasiado arriesgada.

Por principio de cuentas, la OMS reitera que actualmente no hay evidencia de que los recuperados de COVID-19 estén protegidos de una segunda infección, aún con los anticuerpos desarrollados. En numerosas piezas bibliográficas de la entidad global se explica a detalle:

quote: El cuerpo responde a una infección viral de inmediato con una respuesta innata no específica. Aquí, los macrófagos, los neutrófilos y las células dendríticas, ralentizan el progreso del virus, incluso pueden evitar que cause síntomas.

Dicha respuesta no específica es seguida por una respuesta adaptativa, en esta parte, el cuerpo produce anticuerpos que se unen al virus. Estos anticuerpos son proteínas llamadas inmunoglobulinas.

A su vez, el cuerpo produce células T que reconocen y eliminan otras células infectadas con el virus (proceso de inmunidad celular.)

Aunque esta respuesta adaptativa combinada puede eliminar el virus del cuerpo si es lo suficientemente fuerte, la OMS recalca que algunos pacientes tienen niveles muy bajos de anticuerpos neutralizantes en la sangre, lo que sugiere que la inmunidad celular también puede ser crítica para la recuperación.

Por ahora, ningún estudio avala que la presencia de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 confiera inmunidad total a una infección posterior, básicamente, depende del historial médico de cada caso.

Aunado a lo anterior, los especialistas del MiT advierten que aún con una prueba calificada con 95 % de éxito, el porcentaje de restante de fallo basta para que un nuevo brote de coronavirus se propague con facilidad:

quote: Digamos que el coronavirus ha infectado al 5% de la población. Si se aplican pruebas al azar a un millón de personas, deberían encontrarse 50,000 resultados positivos y 950,000 resultados negativos. Pero si la prueba es 95% sensible y específica, identificará correctamente sólo 47,500 resultados positivos y 902,500 resultados negativos. Eso deja a 50,000 personas con un resultado falso.

En teoría, en este punto los "permisos para transitar" comenzarían a expedirse... pero no todos tendrían un resultado adecuado a su caso: personas sanas podrían quedarse en casa ante un resultado positivo erróneo, de la misma manera que algunos contagiados asintomáticos tendrían aval fallido para viajar o ir a la oficina.

Ambos errores tienen consecuencias graves y afectarían los esfuerzos de control. Hoy por hoy, las pruebas de laboratorio que detectan anticuerpos contra el SARS-CoV-2 (incluidas las de inmunodiagnóstico rápido) requieren de mejoría y entendimiento antes de considerarlas "pasaportes directos" a la calle.

Para finalizar su más reciente comunicado respecto a los pasaportes de inmunidad, la OMS asegura que también hay que tener en cuenta la vertiente social: cientos de problemas de desigualdad y discriminación podrían desatarse por una sola prueba, que dicho sea de paso, podría emitir resultados erróneos.

La comprensión global de inmunidad y tratamiento al COVID-19 es apremiante. Antes de que las personas puedan comenzar a circular libremente por el mundo "sin riesgo", los protocolos aeroportuarios y de convivencia deben responder de la mano de cualquier sistema de salud, ello para la prevención y el tratamiento de cualquier paciente potencial.

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