Mi hijo no tiene papá, ¿cómo celebro el Día del Padre?: una experta respondió
Como cada celebración que involucra un vínculo interpersonal, el Día del Padre puede llegar a ser tan emocionante como desgarrador.
Conforme los niños crecen, es más fácil que entiendan la diversidad de situaciones que pudieron llevar a su padre “lejos”, y que por lo tanto, deban enfrentar las celebraciones “tradicionales” de forma diferente.
Sin embargo, la doctora Edy Nathan (experta en psicología infantil) tiene la certeza de que muchos niños menores de 9 años, se sienten frustrados por no “tener un padre al que celebrar”, en especial, por compararse con sus amiguitos.
En vez de intentar “anular” el Día del Padre o de insistirle al niño en que no debe preocuparse por eso, **** afirma que es más sano enfrentar la celebración directamente. Eso sí, la conmemoración alterna depende de la situación, echa un vistazo:
Si papá falleció
Edy Nathan apunta a la necesidad de que los niños vivan su propio duelo.
Una vez que un padre fallece, no hay que caer en el error de evadir toda conversación sobre la muerte con los niños, al contrario.
A su propio paso, los hijos deben pasar por el proceso de resignación. Celebrar el Día del padre en estas circunstancias, no significa que tengas que “colocar sal en la herida”, pero pueden recordar a papá yendo a lugares que le gustaban a él, o bien, llevándole flores a su memorial.
Pregunta a tu hijo cómo le gustaría pasar el día mientras “papá lo observa desde el cielo” (o alguna narrativa adecuada a su edad). Eso sí: respeta su decisión si no desea hacer nada en particular.
Si papá está lejos
Quizás papá se encuentre de viaje o esté lejos por una situación ajena a sus deseos. De ser así, nada como la tecnología de las videollamadas.
Es importante que en esta era digital, los vínculos se sostengan con charlas telemáticas, mismas que hoy por hoy, se convirtieron en herramientas fundamentales.
Si mamá y papá están divorciados o separados
Fomentar la buena convivencia entre mamá y papá es esencial, incluso cuando éstos tengan rencillas personales de diversa índole.
Por un día o dos, es imprescindible que ambas partes saquen lo mejor de su madurez para que los niños pasen tiempo con papá. La responsabilidad afectiva y sustentable es esencial.
Si por alguna razón el padre tiende a ser ausente o desobligado aún ante esta iniciativa, hay que pasar al siguiente punto.
Si papá “no existe”
Se habla de situaciones de abandono, de nula presencia desde el nacimiento, o de circunstancias fuera de la tangente.
Quizás entonces, no habrá un papá “cariñoso, bigotón y formal” como el que aparece en la televisión, pero sin duda, hay figuras paternas alrededor: abuelos, tíos, amigos, primos, hermanos mayores, etc.
Es a ellos a quienes se puede celebrar, porque finalmente, se trata de quienes han acompañado a la madre en su labor rutinaria. Que haya de todo para ellos: pastel, algún regalo, una convivencia familiar, etc.
Y claro, en una situación particular en donde mamá esté sola por alguna razón, SÍ es válido y natural celebrarla a ella también, según Edy Nathan.
Recuerda: los niños enfrentan mejor las situaciones difíciles cuando se les dice la verdad y se les otorga acompañamiento, no cuando se pretende que las “olviden”.
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