Estos brutales métodos de tortura de la Inquisición te dejarán la piel de gallina
¿Que les hacían qué?
La tortura hoy en día está catalogada como una falta grave a los derechos humanos y se mantiene como uno de los temas más delicados a tratar.
Casos en México en los que narcotraficantes y hasta autoridades federales torturan a supuestos testigos para obtener información son revelados día a día, lo cual nos hace recordar los tiempos de la Inquisición,que duró más de cuatro siglos.
Por ello recapitulamos los más brutales métodos de tortura que aplicaban los inquisidores en la Nueva España (ya sabes, el nombre que los españoles le dieron a México luego de la conquista). Te prometemos que te sacarán, al menos, un escalofrío.
#1 El potro
Uno de los más conocidos métodos de tortura. Consistía en halar, por medio de una polea y cuerdas, los del acusado hasta que confesara sus pecados. Se hacía un estiramiento tan fuerte que se rompían las articulaciones, ligamentos y hasta podían desprenderse los . Un creación en verdad brutal.
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#2 La sierra
Es difícil pensar que una persona fuera serruchada hasta la muerte, pero así sucedía en la edad media. La tortura consistía en colgar a la persona de cabeza y serruchar desde el área de unión entre las piernas hasta la cabeza. Expertos explican que la persona se mantenía conscientes, pues la sangre subía a la cabeza y no se desangraba tan rápidamente, sin embargo, cuando la sierra llegaba al pecho perdía el conocimiento y moría.
#3 La pera
Uno de los más infames métodos de tortura. Se introducía en la boca, ano o vagina del torturado y se abría gradualmente hasta que quedaba totalmente abierta y desgarraba el órgano, causando hemorragias internas que terminaban por tomar la vida de la persona. Un verdadero espectáculo grotesco.
#4 La garrucha
Este aparato que luce inofensivo es un instrumento de tortura increíblemente cruel. Al acusado se le amarraba de las manos por la espalda, se le levantaba a dos metros de altura y se soltaba sin permitir que cayera al suelo. Al hacer esto, todo el peso de la persona recaía en sus hombros, lo que hacía que se dislocara la clavícula, si querían aplicar una tortura más intensa se le agregaba peso a los pies para mayor velocidad de caída.
#5 El toro de Falaris
La idea consistía en meter en un toro hecho de metal a la persona y, tan fácil, prender una hoguera bajo él, lo cual lo quemaba lenta y dolorosamente. Mientras más se quemaba, el humo que se generaba comenzaba a salir por los orificios nasales del toro, mientras se escuchaban los gritos del torturado, lo cual emulaba un toro furioso. Un verdadero espanto.
No incluimos a la dama de hierro, puesto que su uso fue bastante reducido aunque fue, paradójicamente, uno de los más conocidos por todos.
¿Conocías estas maneras de tortura? ¿Cuál otra te ha dejado impactado?
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