¿Le afectará a mi hijo la mudanza?
Cambiar de casa es algo que genera mucho estrés, sobre todo cuando la mudanza es hacia otra ciudad, puesto que implica dejar atrás un entorno conocido y rutinas establecidas. Después toca adaptarse al nuevo lugar, hacer nuevos amigos, acomodarse en la nueva casa, pero, ¿cómo puede afectar una mudanza a un niño?
Los bebés
Para los bebés de menos de un año no pasa absolutamente nada. Puede que perciban un cambio en la conducta de sus padres, que estos estén más nerviosos, pero se adaptan rápido. Sin embargo, lo mejor es que los bebés estén en un ambiente tranquilo para que la adaptación al nuevo lugar sea mucho más fácil.
Niños menores a 3 años
Aunque a la edad de 3 años la mayoría de los niños ya tuvieron un cambio importante en sus vidas (comenzar a asistir a la guardería), para ellos una mudanza puede ser algo complicado de asimilar. Sin embargo, tienen una gran capacidad de adaptarse a un nuevo entorno, sobre todo si se mantienen algunas rutinas establecidas en la vieja casa.
Niños mayores a 3 años
Cuando los niños tienen más de tres años y asisten a la escuela, la adaptación a un nuevo lugar puede no resultarles fácil. Piensa si a su edad tú tuvieras que abandonar a tus primeros amigos, al colegio, al parque de siempre, a tu habitación... ¿cómo te sentirías?
Los niños a partir de los cuatro años son más conscientes de lo que les rodea, y como ellos son una parte de ese entorno, puede costarles asimilar y entender el cambio que conlleva una mudanza.
Si tu hijo es sensible e introvertido, necesitará más atenciones, mientras que si es abierto y extrovertido, tendrá más facilidad para hacerse de nuevos amigos.
Prepara a tu hijo para el cambio
Al preparar a tu hijo para enfrentar el cambio de una mudanza, debes tener en cuenta su temperamento y su personalidad.
Explícale a tu hijo cuál es el motivo por el que se tienen que marchar de casa.
Ten una actitud positiva ante el cambio, que te vea alegre. Es seguro que sentirás estrés, pero no permitas que tu hijo note este sentimiento de inquietud.
Si fuera posible, antes de iniciar la mudanza, enseña a tu hijo la nueva casa, el colegio, el barrio... Haz hincapié en todas las cosas buenas que existan. Si no es posible ir en persona, enséñale vídeos o fotos.
Cuida de sus cosas para que no se pierdan ni se rompa nada.
Si hay que volver a decorar la habitación deja que te ayude a elegir los muebles y los colores.
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Es muy importante que cuando estén instalados, sigan con las mismas rutinas de siempre para que tu hijo se sienta seguro y protegido en la nueva casa que debe sentir como su nuevo hogar.