Qué hacer y qué no cuando los niños montan un tremendo berrinche: expertos responden
Los berrinches o rabietas son una de las cosas más difíciles para cualquier mamá o papá. Según la personalidad de cada niña o niño, puede haber gritos, llantos, pataletas o hasta golpes y mordidas.
El momento es tan abrupto y tenso, que es fácil perder el control o, simplemente, quedarse perplejo y no saber cómo reaccionar.
Pero no te preocupes, pues esto es completamente normal y a muchas mamás les cuesta trabajo saber qué hacer cuando su hijo estalla en un berrinche.
A continuación, te daremos los tips de expertos en pediatría y crianza para manejar esta situación de la mejor manera posible.
Berrinches en los niños: ¿por qué los hacen?
Lo más importante es entender por qué tu hija o hijo tiene estas reacciones. Expertos como Raising Children y la Clínica Mayo explican que son parte normal del desarrollo de los niños entre 1 y 3 años.
Recuerda que en estas edades aún no tienen el vocabulario suficiente para reconocer y expresar adecuadamente sus emociones, por lo que tu pequeñín tiene que recurrir a los berrinches para hacerte saber que siente frustración por algo.
Los factores que le causan esta tensión son múltiples: hambre, cansancio, sentirse mal, cambios en su vida, no obtener algo que quiere, tener que hacer algo que no le agrada o una combinación de los anteriores.
Conocer las frustraciones que llevan a hijo a hacer un berrinche te puede ayudar a manejar estos momentos con más tranquilidad.
¿Qué hacer y cómo reaccionar frente a un berrinche?
Tienes que saber que la manera en la que enfrentas las rabietas de tu pequeñín es crucial, ya que con tu ejemplo le estás enseñando cómo lidiar con la frustración, enojo o estrés. Toma en cuenta que estas herramientas le acompañarán durante toda su vida.
A continuación, te enlistamos las recomendaciones de expertos como Neumors Kids Health, Healthy Children, Raising Children, Unicef y el Fideicomiso Nacional de Parto del Reino Unido sobre qué hacer y qué no hacer durante un berrinche de tu hijo.
#1 Mantén la calma
Lo sabemos, es mucho más fácil decirlo que hacerlo, especialmente cuando el berrinche ya lleva un buen rato o estás en un lugar público, pero recuerda que enojarte o subir tu tono de voz no ayudará en nada.
En lugar de eso, procura hablarle a tu hijo de manera tranquila y en tu volumen usual.
#2 Intenta entender sus emociones
Repasa todo lo que sucedió minutos antes del berrinche, para descubrir qué le pudo haber causado tantas molestias.
Si no encuentras la causa, tampoco subestimes sus emociones: dale el espacio y tiempo para que las exprese.
#3 Deja que pase el berrinche
Quédate cerca de él o ella para que sepa que estás ahí (e intervenir en caso de ser necesario), pero no intentes distraerlo o hacerlo ‘entrar en razón’ una vez que ya empezaron los gritos y llantos. No lograrás nada y solo te cansarás más.
#4 Evita el peligro
Si comienza a golpear, patear o morder a otros niños o si crees que se puede poner en riesgo, cárgalo de manera firme (pero nunca violenta) y llévalo a otro lugar más seguro hasta que se le pase el berrinche.
#5 No cedas
Si todo empezó porque quería una golosina o juguete y tú no se lo diste, evita la tentación de parar el berrinche dándoselo. Si lo haces, con el tiempo se dará cuenta de que puede obtener lo que desea con llorar o gritar.
Tampoco intentes calmarlo ofreciéndole un dulce o algún otro objeto para 'consolarlo', pues creerá que es una recompensa.
#6 Nada de humillaciones o amenazas
Decirle cosas como «nadie quiere a los niños berrinchudos» o «Santa Claus no te traerá nada si te portas así» no será de mucha ayuda.
Con este tipo de frases sólo lograrás dañar su autoestima y en lugar de aprender a manejar sus emociones, creerá que debe 'guardárselas'. Tampoco sacudas, golpees o amenaces con castigos físicos a tu niña o niño.
Ahora que sabes qué hacer para controlar un berrinche, ¿te sientes más confiada en lo que harás la próxima vez que sucedan?
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