5 consejos sobre disciplina positiva
La disciplina positiva o disciplina gentil es un enfoque de este aspecto de la crianza que busca guiar a los hijos de modos respetuosos y no punitivos, validando sus emociones y ayudando en las dificultades de conducta que tengan sin penitencias ni gritos. Hoy te traemos cinco consejos sobre disciplina positiva con hijos pequeños que te ayudarán a lidiar con los pequeños conflictos de cada día.
1. "Intentemos de nuevo"
Usa esta frase cuando tu hijo olvide dar las gracias, pedir perdón, cuando le pega al hermanito o contesta de mal modo. Darle la oportunidad de intentar nuevamente realizar su acción de mejor manera es un modo gentil y respetuoso de enseñarle y recordarle cómo se hacen las cosas. Si lo retaras directamente por no hacer las cosas bien, la oportunidad de aprendizaje se pierde.
2. Para que las cosas funcionen: ve hacia ellos cuando les pidas algo.
Gritarles una orden desde la otra punta de la casa no funciona. Si necesitas pedirle a tu hijo que haga algo (que ordene sus juguetes, cuelgue su abrigo, levante sus zapatos) acuclíllate a su altura para poder mirarlo a los ojos y asegúrate que te escuche. Y no olvides que los niños pequeños no pueden llevar a cabo muchas actividades al mismo tiempo. Pedirle que guarde sus bloques en una caja es más específico y dará más resultado que decirle "ordena todo el cuarto".
3. Hacer las cosas juntos
Los niños pequeños adoran estar con sus padres. Son naturalmente dependientes. De modo que no tienes que olvidar eso, y debes involucrarte en las actividades. "Vamos a levantar estos juguetes", "Colguemos nuestros abrigos", son frases que evitarán conflictos. Sé lúdico: en vez de gritarle que vaya a lavarse los dientes, juégale una carrera al baño: verás cómo está allí en un santiamén.
4. Distracciones
Los pequeños son curiosos: aprenden cuando exploran. Muchas veces esta actitud exploradora nos es inconveniente, pero no debes evitarla. Si tu hijito toma algo que tu no quieres que agarre, recuerda en primer lugar no dejar cosas que no quieres que estén a su alcance a su vista, y en segundo, promueve un ambiente que sí pueda explorar. Hay muchas cosas que puede curiosear en una casa para aprender. Llévalo hacia ellas, distráelo de donde no quieres que vaya sin retarlo y así dejarás que fluya su exploración.
5. Ten en cuenta la edad y el estadío de desarrollo en que se encuentra tu hijo
Los niños pequeñitos tienen rabietas. Los de edad preescolar no se pueden quedar mucho tiempo quietos. Los de siete años responden desafiantemente porque están aprendiendo a ser asertivos. Estas etapas no son fáciles, pero son normales dentro de su desarrollo. No te tomes estas reacciones y conductas personalmente: no están actuando contra tí. Toma estas oportunidades para enseñarles otros modos de reaccionar que sean más aceptables, y recuerda que ninguna etapa dura para siempre.