¿Qué es la «belleza slow» y por qué deberías practicarla?
La «belleza slow» hace referencia a un tipo de belleza que dura toda la vida y no se desvanece con el cambio de temporada. Los que la difunden y practican, afirman que es el permiso que nos otorgamos para recordar nuestra esencia. Es, en otras palabras, la oportunidad de sacar a relucir nuestra sabiduría sobre la auténtica belleza, la que carece de estereotipos y brilla radiante y fuerte, plena de amor y compasión allí donde vayamos.
Interesante, ¿verdad? Por eso decidimos contarte los cuatro principios fundamentales de la «belleza slow», para que tú también los conozcas y puedas ponerlos en práctica en tu vida diaria.
1. Eres cada vez más tú
La industria de la belleza nos ha cosificado y ha hecho de nuestra belleza real una mera mercancía con el objetivo de obtener ganancias. En este proceso, nos han hecho creer que envejecer es negativo y que debemos buscar soluciones para evitarlo. También se nos ha impuesto la idea de que los resultados deben ser instantáneos porque de lo contrario no funcionan.
Este paradigma va absolutamente en contra de nuestros ciclos naturales. En este sentido, la «belleza slow» aboga por una visión de la belleza multifacética y espiritual. La filosofía que promueve tiene como centro relajarnos, ir más lento y disfrutar de cada minuto de nuestra vida. Este tipo de concepción nos ayuda a distinguir nuestros procesos creativos y potenciarlos, llevando luz a quienes realmente somos y aquello que de veras disfrutamos de realizar.
2. Eres tu propia gurú
Para disfrutar de este reencuentro contigo misma y con toda tu belleza, no tienes que ir a las montañas del Himalaya o buscar un gurú que te guíe. Descubrir esta belleza es más bien un viaje interior que nos permitimos hacer. Tiene que ver entonces con tomarnos el tiempo para reencontrarnos con esta belleza que quizá lleva tiempo escondida. En el camino, te conviertes en tu propia gurú.
3. Te redescubres a ti misma (aún en este mundo caótico)
Si imaginamos la «belleza slow» en práctica, quizá pensemos que para llevarla a cabo deberíamos vivir en el campo o al menos en un pueblo pequeño. Pues esto dista ser cierto. Basta con que tengas la voluntad de reconectar contigo misma para que seas capaz de recordar la maravilla que son nuestro cuerpo y mente. En el proceso se acentuará tu intuición y serás capaz de crear momentos sagrados.
4. Te haces un tiempo para los rituales
Una de las formas de llevar adelante la «belleza slow» tiene que ver con la práctica de rituales holísticos como meditación, yoga y automasaje. Estos rituales en general están ligados a las fases de la luna para intencionar con su fuerza. Por supuesto que pueden también ser compartidos para pulsar junto con otras mujeres la bendición de la belleza de cada una.
En definitiva la clave de la «belleza slow» es el auto cuidado. Cuidarnos siempre, todos los días y en cualquier circunstancia. Y mimarnos (¡cuánta falta hace!). Brindarnos más atención desde un punto de vista físico, mental y espiritual.
Esperamos que te animes a probar la «belleza slow» y que disfrutes de reconectar contigo misma y con toda la belleza que posees.
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