Las sirenas han sido negras por siglos pero sólo conocíamos a la princesa Ariel
La elección de la actriz y cantante Halle Bailey para interpretar a Ariel en el live action de la Sirenita es una de las más controversiales de las últimas fechas. Los fans están molestos, dicen, no por racismo sino por 'nostalgia'.
Algunos hasta intentaron justificar con bases científicas su rechazo al asegurar que no hay sirenas negras porque los rayos del sol no atraviesan el agua, así que debería ser blanca, sin considerar en primer lugar que se trata de un ser mitológico.
En realidad, las sirenas han sido muy diversas por siglos. Por eso te presentamos algunas de las representaciones no blancas de estas criaturas a través de la historia.
El antropólogo del museo de Greenwich y Horniman en Londres, Sacha Coward, se dio a la tarea de reunir un hilo de tuits acerca de las sirenas en distintas partes del mundo, como parte de la herencia cultural.
En África y Brasil, tras la llegada de esclavos negros a América, por ejemplo, la población creía en la diosa Mama Watta. Se dice que de ella se originó el agua, así que es la madre de todos porque la vida parte de ella. En lugar de piernas, tienen cola de serpiente marina.
De acuerdo con el antropólogo Agbo Folarin la diosa Oshun, diosa orisha, es conocida como la diosa de las aguas buenas, es representada con una buba amarilla o blanca (ropaje de telas ligeras), que le hace lucir como una sirena. En algunos casos se le muestra como una sirena de piel negra.
Beyoncé se inspiró en la imagen de Oshun para su vestuario y para la temática del video, que es el agua.
También se creía en la existencia de la Naga Kanya, una deidad hindi que cuida y transmite los conocimientos las artes místicas y esotéricas, pero también protege el agua.
Su forma es la de una mujer mitad humana y mitad serpiente acuática con alas de ave en la espalda.
En América también hay sirenas. Una de ellas es la Tlanchana, en México. De acuerdo con la Secretaría de Cultura, su nombre significa "espíritu de la madre del agua" y era una hermosa mujer de Metepec, que reinaba los ríos de la zona, enamorando a los hombres y ahogándolos en los ríos. Tenía cuerpo de mujer y cola de serpiente marina.
En el norte, la tribu amaquoddy tenía una vieja leyenda sobre un par de hermanas que tras nadar demasiado profundo en el océano se convirtieron en sirenas. Son llamadas He Naws. La idea de convertirse en sirena es más como un castigo de los dioses que otra cosa.
¿Conoces alguna otra?
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