¡Dame de comer! La historia y la influencia del Tamagotchi
En tiempos en donde la telefonía móvil era un lujo para unos pocos, la PlayStation aún se trataba de una novedad y se probaban todos los juegos gratuitos que venían en los CDs de las revistas de computación, los japoneses de Bandai crearon un juego que rompió con las definiciones tradicionales de lo que hasta ese entonces “juego” significaba. En 1996 nació el Tamagotchi y probablemente pocos sabían que habían parido un objeto polémico y revolucionario.
Si bien en muchos países tardó varios años en llegar, el efecto que causó fue el mismo. El Tamagotchi era un juguete portátil con el diseño de un huevo que simulaba a una mascota de forma virtual. La novedad que introducía era que requería de atención permanente o se moría, por lo que había que alimentarlo, bañarlo, entretenerlo y curarlo, entre otras cosas.
Los chicos debían estar atentos a él y generaban un grado de apego que podía llegar a considerarse peligroso. Incluso varios chicos se deprimían tras la muerte del Tamagotchi más allá de la posibilidad de resetearlo. No faltó quien hiciera negocio y abriera un “cementerio de Tamagotchis” en donde la gente depositaba las pequeñas urnas con sus mascotas virtuales. A modo de curiosidad, mientras que en la versión japonesa la mascota moría y aparecía una lápida, en otras versiones (en especial las occidentales) aparecían un fantasma, un ángel o hasta un OVNI que se llevaba a la mascota extraterrestre de vuelta.
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El Tamagotchi contó con versiones que podían conectarse con infrarrojos para que los personajes pudieran interactuar, por ejemplo, casándose.
Otra de las controversias que supo generar ocurrió en las escuelas, ya que las primeras versiones podían llegar a morir en pocas horas de descuido, por lo que los chicos lo llevaban al colegio para controlarlo de cerca. Posteriormente se resolvió agregando una opción de “viaje” que se asemejaba a una pausa. También se encontró con problemas en Australia ya que una versión tenía una especie de juego tragamonedas y podía llevar a los chicos a convertirse en adictos al juego.
Los mejores años del Tamagotchi fueron sobre finales del siglo 20 y principios del siglo 21. Bandai llegó a vender más de 80 millones de unidades en todo el mundo, cerca de 50 personajes distintos y 6 versiones conforme iban evolucionando. Por supuesto, no faltaron las versiones "chinas" del mismo (y muy notables a la vista).
A pesar de la caída del fenómeno el juego siguió vendiéndose y además optó por saltar a otras plataformas. Salieron versiones para Game Boy, Nintendo DS y Wii. Además hay películas, dibujos animados, series y canciones al respecto.
Si eres joven y todavía no tienes idea de qué se trataba el Tamagotchi, puedes bajarte una de estas mascotas alienígenas para tu smartphone para Android o iOS y sentir cómo un chico se divertía hace 20 años. Y, si eres de quien disfrutó de uno y quizás recuerdes dónde lo guardaste, es momento de desempolvarlo para recordar viejos tiempos.
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