Las anécdotas de Jon Cryer sobre Charlie Sheen en Two and a Half Men
Jon Cryer posee una carrera de 35 años y, si bien en sus primeros años ya se destacó en exitosas películas (principalmente la clásica comedia romántica de los 80 Pretty in Pink, de John Hughes), después pasó mucho tiempo antes de que volviera a las primeras planas de Hollywood
Esto ocurrió en 2003, cuando se convirtió en protagonista de Two and a Half Men, que eventualmente le valió dos Premios Emmy.
Aprovechando su extensa e irregular carrera, Cryer ha escrito una autobiografía titulada So That Happened, que se publicará el próximo mes.
The Hollywood Reporter ha difundido un jugoso adelanto de la autobiografía, a la que describe como franca, irónica, autodenigrante y divertida. En este fragmento, Jon Cryer cuenta parte de su relación con Charlie Sheen a lo largo de más de 7 años trabajando en Two and a Half Men.
Siendo el papel de Alan Harper en Two and a Half Men uno de los más destacados de su carrera, y la serie un enorme éxito popular, no es extraño que el actor dedique buena parte de autobiografía a narrar detalles sobre la misma, y sobre todo de Charlie Sheen, estrella absoluta de la serie durante 8 temporadas y una figura que siempre despierta interés y controversia.
Las experiencias con Charlie Sheen... Harper
Aquí te dejamos una parte de lo que escribió Jon Cryer en su autobiografía So That Happened:
“Un día durante la primera temporada de Two and a Half Men, me golpean la puerta en el tráiler. Era Charlie –mi trailer estaba al lado del suyo–, y parecía estar en pánico.
‘Oye, tienes que ayudarme’. ‘Por supuesto’, le dije, mientras terminaba una llamada telefónica. ‘¿Qué sucede?’ Entonces me dio una bolsa pesada.
‘Viene Denise’ me dijo, ‘y necesito que escondas esto por mí’. Oh, dios, pensé. Si esto son drogas...
‘¿Es legal?’ le pregunté. ‘Oh, sí, claro, es legal. Gracias’. Se fue, y tuve que mirar.
Por legal, seguramente quiso decir apenas legal. La bolsa estaba hasta el borde de pornografía.
La curiosidad me ganó, así que tuve que ver qué tipo de porno cautivaba a Charlie Sheen, qué placeres allí presentes eran los que lo asustaban tanto como para que yo se lo guardara. ¿Lluvia dorada? ¿Porno escatológico alemán protagonizado por el presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke? Me preparé para lo peor, pero en realidad terminó siendo algo bastante aburrido: simplemente revistas de topless.
Realmente, si esto era lo peor con lo que tendría que lidiar respecto a los vicios de Charlie, tráeme todas las bolsas de porno para que las esconda.
[...] Cuando el matrimonio de Charlie con Denise terminó, durante la segunda temporada, Charlie y yo quedamos solteros al mismo tiempo. Lo que fue... interesante.
Tuvimos algunas conversaciones y dijo que las cosas iban bastante bien para él, románticamente. “Románticamente” no fue la palabra que él utilizó.
Para probarme que las cosas iban bien, me mostraba fotos de vaginas. Eran siempre vaginas que lucían perfectamente agradables, pero invariablemente yo pensaba ‘¿por qué me muestra esto y no el resto de la persona?’.
¿Que dices en una situación como esa? ¿Gracias por la foto? ¿Hace cuánto que sales con... esa vagina?”
“También hablamos sobre prostitutas. El dijo públicamente que uno no paga prostitutas para que vengan a tu casa. Le pagas para que se vayan. Lo había pensado muy bien, obviamente.
Yo estaba en un mal estado después de mi divorcio y ciertamente no me sentía con ganas de salir con chicas. Emocionalmente estaba perdido. ¿Qué podría ofrecer a cualquier mujer que me interesara? Decidí que bien podría pagarle a alguien por su compañía y para saciar algunos placeres íntimos, así al menos podría obtener nuevamente mi equilibrio con el sexo opuesto.
Charlie sugirió algunos proveedores que él ocasionalmente utilizaba, ya que esto era cuando la prostitución todavía estaba afianzándose en internet. Teníamos diferentes gustos, así que no seguí sus recomendaciones al pie de la letra, pero mi incursión en la prostitución fue tan torpe e incómoda como te puedes imaginar”.
El fragmento completo es bastante más extenso y puedes leerlo en The Hollywood Reporter, en inglés.
Lo interesante del libro, o al menos estas anécdotas de Jon Cryer sobre Charlie Sheen, es que bien podrían ser parte de un guión de Two and a Half Men, y muestran que en realidad Charlie y Alan Harper no eran del todo ficticios.