Cómo saber si una piña está madura
La piña es una fruta deliciosa. Su sabor y dulzura nos remonta a las playas del Caribe. Con ella se pueden preparar cientos de comidas y postres y es el agregado que no le puede faltar a cualquier ensalada de frutas. El problema está en que no siempre es una fruta económica y muchas veces nos llevamos el gran chasco y compramos una piña que está aún verde o peor aún, ¡que ya está pasada!
Para saber elegir y que no te engañen, te quiero dar algunas pistas para saber si la piña está madura y no te lleves una sorpresa desagradable.
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Por el olor
El olor es uno de los principales atributos de cualquier piña que se precie. El olor de su base deberá ser suave y dulce. Si sientes un aroma fermentado, mejor no la comas. Tampoco lo hagas si notas que tiene cierto dejo alcohólico o avinagrado. Ten presente que siempre deberá estar a temperatura ambiente.
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Tócala
Cuando quieras saber qué tan madura está la piña, deberás sostenerla con la mano. Deberás sentirla pesada para su tamaño. Agarra otra piña con la otra mano y compara los pesos. Cuanto más pesada sea, más jugosa será por dentro. Apriétala y comprueba si cede al tacto o no. En caso afirmativo, es la piña que buscas.
Quítale algunas hojas
El penacho que tiene encima te dará la pauta de cuán madura es tu piña. Prueba tirando de una de las hojas. Si la arrancas sin mucha resistencia, quiere decir que está madura. En cambio si la sacas con apenas hacer fuerza, puede ser que esté podrida o que esté comenzando a ponerse fea.
¿Y el color?
Las piñas son de color dorado o amarillo. A veces presentan una coloración verdosa que no indica que esté inmadura. No te guíes por los colores, pero presta atención a que la superficie no presente manchas o moho los cuales son una muy mala señal.
La forma también es importante
Las piñas deben tener los bordes de forma redondeada y sus ojos deben ser geométricos con los centros con pinchos.
Sigue estos tips para saber si una piña está madura. Evitaras muchos problemas al comprarlas porque no se pueden abrir ni probar como si fueran uvas, por ejemplo. Verás como ahorrarás dinero y tendrás siempre la certeza de estar comprando la fruta perfecta.
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