Vencer el Pasado llegó a su final: ¿Renata sobrevivió? Estos son 8 momentos cumbre del desenlace

Tanto Renata (Angelique Boyer) como Fabiola (África Zavala) iniciaron su relación con el pie izquierdo, pero el paso del tiempo las llevaría a descubrir que eran hermanas. Al saber que la bióloga necesitaba de un trasplante de hígado para sobrevivir, la licenciada se ofreció como donadora. Aunque la cirugía era de alto riesgo, la doctora salió del quirófano con una reconfortante noticia: la operación había sido un éxito y Renata dejaría atrás el peligro de morir.

Deseoso de continuar con la senda del mal, Lisandro (Leonardo Daniel) le ordenó a Alonso (Horacio Pancheri) dispararle a muerte a Darío (Sebastián Rulli), quien no cesó en su sueño de hacer justicia. Inesperadamente, Alonso cambió la mira de su pistola y la detonó delante del ingeniero. Harto de los insultos, el biólogo le reclamó por haberlo menospreciado por tanto tiempo.

Después de sobreponerse a las situaciones que cambiaron sus vidas, Renata, Carmen (Erika Buenfil), Mariluz (Arantza Ruiz) y Danna (Ana Paula Martínez) fortalecieron su relación a través del respeto, la unidad y la dignidad. Juntas demostraron el poder de la sororidad y cómo con el mutuo apoyo romper con las cadenas de los prejuicios y Vencer el Pasado.

Sana y salva gracias al trasplante de hígado que llegó de último minuto, Renata recuperó poco a poco sus fuerzas para retomar su vida con más ánimo. Entre su lista de pendientes se encontraba amar sin freno a Darío, quien también se olvidó del dolor de su pasado. Juntos vivieron una tarde de amor y pasión que los marcó para siempre.

Una vez atrás la vida de lujos para siempre, Carmen y sus hijos descubrieron el valor del trabajo y la solidaridad. Mientras Carmen se liberó de prejuicios y aprendió a salir adelante por sí misma, Danna reconoció que la búsqueda de fama la hizo cometer graves errores. Heriberto hizo lo propio y se disculpó con su familia por las fallas cometidas y oficializó el divorcio con Carmen, quien también retomó sus lazos de amistad con Lucio.

Luego del acuerdo que hizo con Ulises para continuar con su amor sin promesas que no pudieran cumplir, Mariluz regresó a su pueblo para visitar a su familia. Su mamá se alegró infinitamente al verla, pero no así su papá. Él continuaba culpándola por la difusión de sus fotos íntimas en internet y hasta la echó nuevamente de su casa. Mariluz esta vez no se quedó callada y se defendió con toda su dignidad. Una vez que escuchó a su hija, le pidió perdón y retomaron la relación que un día se quebró.

Notificada sobre los resultados de la prueba de ADN que Renata les hizo a Darío y Rodrigo, de inmediato habló con el informático. Ella le explicó que ambos sí tenían un lazo sanguíneo, pero no como siempre lo pensaron: Darío no era el hermano de Rodrigo sino su papá. Sorprendido por la noticia, la ratificó con Priscila y prefirió revelárselo de inmediato a su ahora hijo. Rodrigo terminó sin palabras, pero convencido de que algún día asimilaría la situación.

Lisandro se salvó del balazo que Alonso le dio, pero no de una sentencia en la cárcel. Sus cómplices revelaron todas sus perversidades y la prisión se convertiría en su tumba. Al no tener un donador para librarse de la enfermedad de Wilson, sus días se fueron apagando. Pese al daño que hizo en vida, Renata lo visitó para darle su perdón. Sin embargo, él lo vio como un signo de debilidad y ni a un paso de la muerte se arrepintió. Renata atestiguó los últimos segundos de vida de su verdadero papá y terminó por cerrarle sus ojos.