El país que le declara la "guerra" a los gatos para salvar a sus animales nativos en peligro de extinción
Debido a que son en gran parte responsables de la muerte diaria de millones de reptiles, aves y mamíferos, las autoridades de Australia han redoblado sus esfuerzos en su “guerra” contra los gatos salvajes.
"Los gatos salvajes representan una de las mayores amenazas para nuestra fauna autóctona. Cada noche matan a unos seis millones de animales", dijo en redes sociales la ministra australiana de Medio Ambiente y Recursos Hídricos, Tanya Plibersek.
No es la primera vez que Australia apunta contra estos animales, que no son autóctonos del país y que han sido clave para la extinción de 34 especies, contó EFE.
El gobierno incluso pretende imponer controles para gatos domésticos que deambulan descontroladamente por las calles, mientras se ha informado que otras 200 especie también corre peligro de extinguirse, entre ellas el bilby, un marsupial parecido a un conejo.
"Estimamos que estos gatos (domésticos) matan a alrededor de un millón de animales cada 24 horas", le explicó a la agencia el académico y miembro del Consejo de la Biodiversidad de Australia, John Woinarski.
El plan del gobierno, anunciado a principios de mes, por ahora está en la fase de consultas públicas y está basada en una estrategia implementada hace ocho años contra la plaga de gatos, los cuales, afirman, también pueden transmitir enfermedades.
Se estima que hay entre 1.4 a 5.6 millones de gatos salvajes en Australia.
Plibersek afirmó que el plan ofrece una serie de posibles nuevas estrategias, entre ellas leyes regionales que impondrían toques de queda a los gatos domésticos y exigirían que sus dueños los mantuvieran dentro de casa.
"Cuando los gatos domésticos viven dentro de nuestras casas, acurrucados al final de nuestras camas, los queremos con razón. Pero los gatos callejeros son todo lo contrario de adorables. Son asesinos andantes, acechantes y despiadados", dijo Plibersek en un comunicado citado por el Sydney Morning Herald.
La propuesta del gobierno también pretende ampliar en islas remotas y lugares protegidos zonas libres de gatos salvajes, para continuar con el desarrollo de especies endémicas -entre ellos muchos mamíferos con bajas de tasas de producción-, tal como ha pasado en Australia gracias a su aislamiento, a diferencia de lo que pase en otros países.
Woinarski precisó que esta fauna, desarrollada en dicho aislamiento, no se enfrentó a depredadores como los gatos salvajes, “por lo que no puede hacer frente a altos niveles de depredación”.
"Estamos declarando la guerra a los gatos callejeros. Y hoy estamos estableciendo nuestro plan de batalla para ganar”, aseveró Plilbersek.
El plan australiano también pretende la esterilización y límites en el número de gatos por cada hogar.
Posturas en contra de la “guerra” contra los gatos
Tras el anuncio, diversas voces dieron la espalda al objetivo del gobierno, al considerar que se está estigmatizando a los gatos.
La Sociedad Protectora de Gatos de Nueva Gales del Sur dijo en un comunicado que Plibersek y su plan estaban creando un "pánico moral" en torno a los gatos y "demonizando a una sola especie", al tiempo que no abordaba otros problemas que afectan al medio ambiente.
Bill Lynn, investigador y fundador del grupo de reflexión sobre ética animal PAN Works, asegura que las principales causas de la pérdida de biodiversidad en el mundo son las actividades humanas, no los gatos.
Asimismo, el especialista dice que los gatos han ayudado a proteger especies amenazadas en algunas zonas al eliminar a sus depredadores y, aunque acepta que hay casos probados de gatos que dañan la fauna local, precisa que faltan pruebas para culpar a los animales de daños ecológicos generalizados.
"Si nos fijamos en el razonamiento y las pruebas de los argumentos científicos contra los gatos, son extraordinariamente débiles", afirma Lynn.
El gobierno mantendrá hasta diciembre la fase de consulta para escuchar todos los comentarios posibles sobre este asunto.