Un acto cruel: adolescentes prendieron fuego y mataron a otro joven porque "les divertía verlo sufrir"
Un adolescente fue puesto en prisión preventiva por ser sospechoso de participar en el asesinado de un menor de 13 años, al que torturaron y le prendieron fuego.
Nicolás Cernadas era un adolescente que estaba bajo tutela judicial en Argentina, debido a que sus padres lo obligaban a mendigar en las calles desde que tenía unos 8 años, contó Télam.
Si bien el menor pasaba las noches en casa de sus tíos o en la de la abuela de un compañero de la escuela, a veces se desaparecía varios días. Por eso, cuando en octubre de este año nadie lo había visto en tres días, no les resultó extraño.
Sin embargo, cuando comenzó a circular el rumor de que dos menores de edad, el imputado de 17 años y otro de 14, habían asesinado de manera brutal a un joven al que siempre hostigaban y acosaban, los familiares de Cernadas denunciaron su desaparición.
Fue un vecino de la zona de Mariano Acosta quien llamó a las autoridades el pasado 10 de octubre, cuando descubrió el cadáver de Cernadas, el cual estaba parcialmente calcinado. A unos metros del cuerpo había un agujero con cenizas y un tronco a punto de consumirse por el fuego.
La autopsia del cadáver determinó que la víctima tenía más de la mitad de su cuerpo quemado y que había muerto por “un paro cardiorrespiratorio traumático, provocado por lesión alveolar difusa causada por la exposición a una fuente de energía calórica”.
“Lo empujaron (al hoyo) y lo quemaron, para después filmarlo mientras se retorcía de dolor; luego lo abandonaron”, le dijo a la agencia uno de los investigadores del caso.
El expediente de las autoridades determinó que ambos jóvenes mataron a Cernadas “porque les divertía verlo sufrir y causarle daño”.
“Queda el cargo de conciencia”
Una vez que se dio a conocer la noticia del hallazgo del cadáver de Cernadas, los menores sospechosos de matarlo tuvieron varias conversaciones en las que evidenciaron la intención de regresar al lugar del crimen para volver a filmar cómo había quedado el cadáver tras prenderle fuego, explicó La Nación.
En uno de esos diálogos, en respuesta a un mensaje de audio no decodificado por las autoridades, uno de los sospechosos escribió: “ya sé amigo, pero queda el cargo de conciencia”.
Un tío de la víctima le dijo al diario que su sobrino había sido amenazado por sus presuntos asesinos, durante las últimas semanas antes del crimen. “A cierta hora de la noche le dijeron que hacía frío y que harían una fogata. Cuando el fuego estuvo listo comenzaron los ataques”, afirmó.
Mientras el imputado de 17 años ya se le dictó prisión preventiva, el otro de 14 fue arrestado y quedará alojado en un centro educativo de menores durante seis meses, para después someterse a evaluaciones semestralmente, debido a que es imputable por su edad.
Una manifestación, en la que participaron amigos y familiares de Cernadas, marchó hasta el palacio municipal de Merlo para exigir que ambos acusados sean condenados por el crimen.
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