Tips para estimular a tu hijo a ser bilingüe

Texto: Irina Kenigsberg

Hay muchos motivos por los que podrías desear que tus hijos sean bilingües. Tal vez te hayas mudado a otro país y no quieres que pierdan la lengua de sus orígenes, o quizás sólo hayas leído sobre los múltiples beneficios de saber más de un idioma. Pero ¿cómo lograrlo? Si intentas imponerlo de forma forzada o aburrida, no obtendrás buenos resultados. Pon en práctica estos consejos para estimular el aprendizaje de un segundo idioma en los niños.

Promueve un segundo idioma en tus hijos

Haz un clon de ti misma. Cuando tú eres la fuente principal de exposición al segundo idioma, puede ser frustrante no tener tanto tiempo como te gustaría para inculcarlo a tus pequeños. Una idea original es filmarte leyendo libros, cantando y hablándoles a tus hijos. Luego, pídele a tu pareja o a la niñera que se los muestre cuando tú no estés. Los pequeños se sorprenderán y divertirán con los videos, además, recibirán más horas de exposición al idioma.

Utiliza cómics. Una buena forma de llegar a los niños es a través de las historietas en el segundo idioma. Además de capturar su atención y ayudarlos a desarrollar sus habilidades del lenguaje, fomentarás el interés por la lectura.

Otros niños. Organiza un grupo de juego con otros pequeños que hablen o estén aprendiendo la segunda lengua que te interesa que tus hijos dominen.

Canta y baila. A los niños les encanta la música. No utilices sólo canciones grabadas, para tus hijos será más efectivo escucharte a ti cantar, ¡aunque desafines! La melodía es una excelente aliada para la memoria, y la combinación con el movimiento del baile ayudará a que no se aburran.

Sus intereses. Fútbol, danza, caballos… No importa cuál sea su hobby, haz un esfuerzo para involucrar esas pasiones con el idioma que deseas que aprendan.

Explota tu creatividad. El truco es darles a los niños mucho de qué hablar, así que saca temas de conversación. Aliéntalos a inventar sus propias historias y a jugar a disfrazarse utilizando otro idioma.

Los niños más grandes tal vez disfruten de llamar a su familia en el extranjero. Otra opción es hacer lo que Isabella Vellaccio, una madre que vive en Washington con su hijo, que quería que este escuchara hablar en italiano fuera del hogar. Para lograrlo, comenzó a frecuentar el encuentro posterior a la misa italiana los domingos. Había galletas y mucha gente feliz de ver cómo el niño aprendía el idioma, y con tanta atención recibida, ¡a su hijo le encantó!