¿Cómo solucionar el problema de transporte público de Ciudad de México?
Son las 8:00 de la mañana en la Ciudad de México. El sol comienza a asomarse y decenas de personas ya caminan apuradas rumbo a la entrada del metro. La taquilla es el primer problema del día: hay una larga fila para comprar boletos. Se consumen los primeros cinco minutos.
Adentro, la cosa se pone peor. Un tumulto de gente espera la llegada del tren, rozándose los unos a los otros. El espacio es reducido y aunque la gente entra a la estación con afluencia, pocos son los que logran meterse a los trenes que pasan continuamente pero repletos.
El trayecto que en un día normal toma 20 minutos, Rosario Fernández pudo hacerlo, con un poco de suerte y muchos empujones, en el doble de tiempo. Llegó tarde a su trabajo.
El pasado miércoles, fue un día extraordinario y conflictivo en la Ciudad de México tras la contingencia ambiental declarada por los altos niveles de contaminación. Las autoridades tomaron radicales medidas: casi la mitad de los automóviles particulares que circulan a diario no pudieron hacerlo.
La única alternativa fue el uso del transporte público que, en un día normal, lleva a su destino a 72 de cada cien capitalinos, según cifras oficiales.
Pero, con la nueva medida, las autoridades mexicanas tuvieron que facilitar el traslado de al menos dos millones de personas más.
Metro, Metrobús, Microbús,Trolebús, Tren Ligero, autobuses y taxis son la gama de transportes que ha promovido el gobierno de la Ciudad de México como alternativa. No obstante, elegir cualquiera de esas opciones en hora pico es, para personas como Rosario, una mala idea.
El miércoles, miles de s reportaron saturación del transporte. Las personas que viajaban en el Metrobús tuvieron que esperar hasta 10 camiones para poder abordar alguno y los andenes lucían repletos de gente. La escena fue similar en Microbuses, Trolebús y el Tren ligero.
El sistema de transporte colectivo de la ciudad colapsó. Pero ¿cómo hacer que más de la mitad de una ciudad con alrededor de 8.9 millones de habitantes logre transportarse en un sistema colectivo de forma ágil y cómoda?
Un problema y sus múltiples factores
De acuerdo con Bernardo Navarro Benítez, coordinador del Observatorio de Transporte y Movilidad Metropolitana, el gran problema al que se enfrenta la ciudad es el poco impulso que se ha dado a la creación de transporte público, ya que en los últimos tres años se han construido menos de 100 kilómetros de rutas.
“La istración de gobierno pasada creó una línea del Metro, tres líneas de Metrobús, inició los servicios de autobús exprés RTP, Ecobús, el servicio exclusivo para mujeres y se renovaron 80 mil taxis. En total, se construyeron alrededor de 300 kilómetros de nuevas alternativas de transporte. Ese es el ritmo que se debió mantener para abastecer la demanda en situaciones como ésta”, señaló Navarro en entrevista a Univision Noticias.
De acuerdo con el Reporte Nacional de Movilidad Urbana en México 2014-2015, elaborado por Programa Hábitat de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la Zona Metropolitana del Valle de México, que incluye a la ciudad y algunos municipios que se encuentran alrededor, 29% del total de viajes diarios (alrededor de 6.3 millones) se realizan en automóvil privado y el 60.6% en transporte público concesionado de baja capacidad como microbús, combis, autobús suburbano y taxi; sólo un 8% se realiza en sistemas integrados de transporte público masivo; y un 2.4% en bicicleta y motocicleta.
De acuerdo con el reporte de la ONU, pese a ser el más usado, el transporte público de baja capacidad constituye la flota con menor crecimiento, innovación tecnológica y sistemas de istración y operación, lo que inhibe su posicionamiento como una alternativa para la movilidad.
Para Navarro Benítez, la única alternativa para la movilidad de la ciudad de México que no provoque contingencias ambientales es "promover como prioridad la creación de nuevas rutas de transporte público integrado”.
Los transportes alternos, una solución para las minorías
Respecto a alternativas a priori más ecológicas como el uso de bicicletas, no son aptas para la mayoría de los ciudadanos viven en la periferia de la ciudad y el viaje promedio de los s es superior a 15 kilómetros.
El sistema de transporte Ecobici se implementó en la Ciudad de México desde el 2010 como sistema de bicicletas públicas para trayectos cortos y una herramienta respetuosa con el medio ambiente. Hasta finales de 2015, el sistema contaba con 275 cicloestaciones y más de 130 mil s registrados.
Otra alternativa la ofrecen empresas como UBER, que permiten viajar en la misma unidad a varios s que vayan al mismo destino, reduciendo costos y parque vehicular en circulación. Como incentivo para los s, Uber Pool cobra una tarifa 30% menor a la estándar.
No obstante, hacer un recorrido particular con UBER en días de contingencia como el miércoles aumentó considerablemente el costo del servicio. En sus llamadas tarifas dinámicas, el costo mínimo por un viaje de 15 minutos fue de casi 4 dólares.
Algunos s reportaron a través de redes sociales Uber incrementó el valor de su servicio hasta 900%. Alejandro Díaz Liceaga, delantero de las Águilas del América, señaló en su cuenta de Twitter que a él le cobraron casi 79 dólares en un tramo de una hora.
En tanto, una opción poco común pero que promete establecerse en el futuro son los taxis eléctricos. Aún no son una alternativa masiva, pero a mediados de 2015 comenzó a operar una flotilla inicial de 20 vehículos que dan servicio solo en las colonias del centro de la ciudad. Tienen un costo inicial de 1.5 dólares y va incrementando, según la distacia y tiempo, 10 centavos de dólar.
No obstante, pocos taxistas pueden aspirar a comprar un vehículo eléctrico porque cada taxi tiene un costo de cada taxi cuesta casi 23 mil dólares.
