“Con las manos atadas”: para muchos padres este regreso a clases en pandemia es peor que el anterior
¿Entrarías a un espacio cerrado con una veintena de personas no vacunadas -muchas sin máscaras- para compartir con ellas durante horas, cuando en la comunidad hay altos niveles de transmisión de una versión sumamente contagiosa del coronavirus? Eso es lo que harán a diario en muchos estados millones de niños menores de 12 años en este segundo comienzo de actividades escolares en pandemia.
No tenía que ser así: se suponía que ya conociendo las medidas de mitigación efectivas para controlar la propagación del virus y contando con una herramienta tan poderosa como la vacunación de adultos y adolescentes, esta vuelta a las aulas sería menos angustiosa que la anterior.
Pero los bajos índices de vacunación en muchas regiones le abrieron camino a la variante Delta protagonista de una tercera ola en EEUU que, en opinión de muchos, era evitable y que está afectando a un grupo de la población que hasta ahora había escapado del coronavirus: los niños.
Camas de cuidados intensivos pediátricos se están copando por primera vez en estados como Texas, Florida y Louisiana.
Pero empeñados en defender la normalidad y la libertad individual a cualquier precio, algunos gobernadores paradójicamente se han convertido en un obstáculo para proteger a los más vulnerables e inocentes de la sociedad: prohibiciones de mandatos de máscaras y de exigencia de vacunación en el profesorado dejan a las autoridades escolares en una situación precaria.
“Les digo a esos gobernadores, si no van a ayudar, al menos no sean un obstáculo”, declaró el presidente Joe Biden recientemente.
Miedo, frustración e impotencia se han apoderado de los padres que intentan ejercer presión sobre los distritos escolares para que levanten la voz. Algunos lo han hecho y, desafiando los mandatos de los gobernadores -no sin consecuencias- están exigiendo mascarillas.
Otra es la historia en sitios con altos índices de vacunación como California donde las autoridades no sólo han establecido mandatos de máscaras para todos en los planteles, sino que además requerirán a las maestras comprobante de vacunación o someterse a pruebas periódicas del coronavirus.
Queda claro que esté regreso a clases no será igual para todos los padres y alumnos en Estados Unidos. Explicamos las razones que dejan a muchos de ellos en desventaja.