Johnson busca avanzar el plan para los 'taxes' y las deportaciones de Trump, pero hay republicanos que lo rechazan
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, no consiguió este miércoles asegurar el apoyo republicano al marco presupuestario al que el Senado dio luz verde para allanar el camino para extender recortes de impuestos del primer gobierno de Donald Trump y financiar su ofensiva migratoria.
Johnson se topó con un obstáculo recurrente: algunos republicanos renuentes a reducir los impuestos sin que al mismo tiempo se recorte el gasto federal. Y tiene que limitar el rechazo de esos republicanos ante la ajustada mayoría del partido en la Cámara Baja. Durante el día trató de que se celebrara una votación para avanzar el plan, pero casi a las 9:00 de la noche medios reportaron que se había cancelado.
Lograr el visto bueno al plan en la Cámara Baja es clave para Johnson, que se puso como meta que eso ocurra antes del próximo receso del Congreso este jueves. No conseguirlo representará un revés para él y para la agenda republicana en Washington.
El rechazo de algunos congresistas se mantiene pese a que Trump les pidió en la víspera que "dejen de fanfarronear". "Cierren sus ojos" y respalden el marco presupuestario, dijo a los republicanos en un evento de recaudación de fondos celebrado el martes en el National Building Museum.
El ambiente estuvo hoy empañado por la guerra arancelaria de Trump. Este mismo miércoles, el presidente pausó temporalmente casi todos sus aranceles 'recíprocos', salvo los de China.
"Estamos en un punto de inflexión crucial", dijo durante el día el representante Jodey Arrington de Texas, líder del comité de Presupuesto de la Cámara Baja, durante una reunión de ese grupo previa a la votación.
Sin embargo, los republicanos más conservadores, incluyendo algunos que se reunieron con Trump esta semana en la Casa Blanca, siguen preocupados porque consideran que el marco de presupuesto aprobado por el Senado recientemente no reduce el gasto lo suficiente.
"Los números no dan", dijo el representante de Texas Chip Roy en un post en redes sociales. Afirmó que no apoyará el plan.
La votación, de darse este jueves, sería otro paso en un proceso que se espera que tome semanas o incluso meses. La Cámara de Representantes y el Senado tiene que afinar diferencias antes de concretar un proyecto final.
¿Qué dice el "gran y hermoso proyecto" de presupuesto de Trump?
El marco presupuestario es el primer paso del esfuerzo republicano por extender los recortes tributarios del primer gobierno de Trump, que vencen a finales de este año, y sumarle otras promesas del presidente relacionadas con los 'taxes'. Ahí entran, por ejemplo, la potencial eliminación de los impuestos sobre las propinas y algunos ingresos del Seguro Social.
Todo ello ha elevado el costo de ese plan tributario a $7 billones (trillion en inglés) durante una década.
El paquete también incluye gasto por $175,000 millones para costear la operación de deportaciones masivas de Trump y una suma similar para el Departamento de Defensa.
Esas partidas serían parcialmente compensadas con recortes a programas federales, incluyendo en el sector del cuidado de la salud, de acuerdo a la versión del plan que trabajan los republicanos en la Cámara Baja. Sin embargo, algunos de ellos difieren con esos números.
El Senado, por su parte, ha recurrido a un inusual método en el que no contemplan como nuevo gasto la extensión de los recortes tributarios del 2017, una maniobra que rechazan los republicanos más conservadores en la Cámara Baja. Dos senadores republicanos le votaron en contra al plan: Susan Collins de Maine rechazó los recortes fuertes a Medicaid que figuran en el plan de la Cámara de Representantes y Rand Paul opinó que el plan como tal está basado en cálculos que engordarán la deuda.
El plan también elevaría el límite de endeudamiento de Estados Unidos, lo que se conoce como el 'techo de la deuda'.
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