Andrew Yang se retira de la carrera presidencial con un aire ganador
Andrew Yang dejó la carrera presidencial este martes en una nota alta. Aunque no alcanzó el apoyo necesario en Iowa y New Hampshire, su campaña lo catapultó de ser un empresario exitoso a convertirse en un nombre reconocido a nivel nacional, uno que ahora tiene una fuerte voz dentro del Partido Demócrata.
“Esta noche no tenemos el resultado que luchamos tanto para alcanzar [...] Hemos tocado y mejorado millones de vidas y hemos movido a este país que tanto amamos en la dirección correcta. Aunque hay mucho trabajo por hacer, yo soy el tipo de las matemáticas y queda claro por los números de esta noche que no ganaremos esta carrera”, dijo frente a un público decepcionado.
El empresario de 45 años, quien se adueñó del lema " Haz que Estados Unidos piense más" -con cierto sarcasmo hacia el slogan de Donald Trump-, alcanzó una base de apoyo plural y juvenil y logró sobrellevar una campaña presidencial sin que se le pudiera encasillar entre moderados, liberales y conservadores.
“Él nunca calzó en las caracterizaciones tradicionales de los candidatos de izquierda o derecha. Fue capaz de cruzar los límites políticos de una forma en que pocos candidatos lo han hecho. Alcanzó el apoyo de demócratas y de personas que no se consideran demócratas”, dijo a Univisión Noticias Mark Jones, analista político de la Universidad de Rice en Texas.
Andrew Yang inició su campaña en noviembre de 2017 y se hizo conocido por su propuesta del ingreso básico universal, que denominó el "dividendo de la libertad", consistente en $1,000 dólares mensuales.
Aunque no logró subir de un promedio de 3% en las encuestas nacionales, sí se posicionó en temas como tecnología, automatización e inteligencia artificial.
En los debates se destacó al hablar de la "cuarta revolución industrial" y su crítica a las métricas actuales para medir el bienestar de la población.
Su historia personal también dejó un sello. Padre de dos hijos, habló de los desafíos para las familias y organizó eventos especialmente dirigidos a niños autistas y con necesidades especiales. Su hijo mayor es autista. También habló del abuso que vivió su esposa Evelyn con un obstetra.
Yang logró participar en los seis debates de primarias presidenciales y al hacerlo superó a congresistas, exalcaldes, gobernadores y senadores que salieron de la carrera mucho antes que él.
En el camino, la campaña de Yang acumuló $31 millones de dólares. Su trimestre más exitoso en recaudaciones fue el último de 2019, donde logró 16.5 millones, superando a Joe Biden.
Evento tras evento, entrevista tras entrevista Yang se destacó por su estilo “cool nerd”, su personalidad histriónica y sus chistes.
Para estrategas demócratas como Steve Rabinowitz aunque Yang tiene la simpatía de muchos dentro del partido, las expectativas sobre su campaña siempre fueron bajas.
“Era un chico agradable y dulce, que nunca tuvo una oportunidad. Pero fue divertido y nunca fue estúpido. A todos les gusta pero no lo ven como la gran cosa”, comentó a Univisión Noticias.
Un aspecto llamativo de la campaña fue la “Pandilla Yang” “Yang Gang”, como se hacen llamar los seguidores del empresario. Un grupo que se convirtió en un sello distintivo tanto en las redes sociales como en el terreno.
Cuando comenzó su campaña Yang contaba con 60,000 seguidores en Twitter, ahora la cifra alcanza 1.2 millones.
“Él era alguien completamente desconocido antes de la campaña y ahora tiene un nombre reconocido en los círculos políticos y fuera de ellos. Tuvo resultados mucho mejores que políticos establecidos”, dijo Jones.
Aunque Yang no logró -y nunca pidió- el respaldo de la elite política de Estados Unidos, sí lo encontró en figuras del mundo empresarial y del espectáculo como Elon Musk, el comediante Dave Chapelle, el actor Nicolas Cage, el músico Rivers Cuomo, entre otros.
Aún no está claro dónde irán los seguidores de Yang. Aunque es probable que el empresario entregue su apoyo a alguno de los candidatos que permanecen en la carrera, aún no ha dado señales de a qué dirección se inclinará, más que decir que sea “alguien que tenga una oportunidad real de vencer a Donald Trump”.
Pero lo que sí está claro es que las oportunidades de Yang en política están ahora más abiertas que nunca, un camino que tiene amplio interés por seguir. Yang dejó claro que está abierto a considerar un puesto en un futuro gabinete demócrata o ser compañero de fórmula en la boleta presidencial. Ciertamente una continuación y no el fin de su vida política.
"Aunque no ganamos esta elección no hemos sino acabado de empezar. Este es solo el comienzo", escribió en su cuenta de Twitter.