Trump ordenó revisar el área de al menos 30 monumentos nacionales de EEUU para reabrir partes a la minería y perforación petrolera
FOTOS: Los imponentes monumentos nacionales que están en la mira de Trump para reabrir la exploración minera
El presidente Donald Trump ordenó este miércoles una revisión de decenas de millones de acres de monumentos nacionales creados en los últimos 20 años con el objetivo de rescindir o redimensionar algunos de ellos.
Según el secretario del Interior, Ryan Zinke, la orden ejecutiva de Trump pide revisar alrededor de 30 monumentos nacionales y generar recomendaciones acerca de si las designaciones deben ser eliminadas o redimensionadas. “Se procurará buscaría la retroalimentación de las delegaciones del Congreso, gobernadores e interesados locales antes de hacer sus recomendaciones”, aclaró Zinke.
"Rescindir o alterar una designación de monumento nacional sería un nuevo terreno para el gobierno. No está probado, como usted sabe, si el presidente puede hacer eso. Por eso, no voy a predisponer cuál va a ser el resultado", dijo Zinke en conferencia de prensa.
La Ley de Antigüedades de 1906 autoriza al presidente a declarar tierras federales como monumentos y restringir el uso de las tierras. Sin embargo, esta no le da al presidente un poder explícito para deshacer una designación. Ningún presidente ha hecho algo así.
La evaluación del área de los parques para su uso comercial forma parte de un impulso más amplio para reabrir las áreas de perforación, minería y otros desarrollos energéticos, algo que ya había prometido desde su campaña y que ha sido consistente en todas sus decisiones ambientales.
Además, justifica que la meta con ello es dar a los estados más participación en el proceso de designación de monumentos.
Según ha dicho Trump en múltiples ocasiones, las protecciones ambientales introducidas por el ex presidente Barack Obama estaban debilitando el crecimiento económico de las comunidades y empresas pues eran desproporcionadas.
Algunos de los monumentos en revisión incluyen desde la Gran Escalera en Utah creada por el Presidente Bill Clinton en 1996 a los monumentos de Bears Ears creados por el Presidente Barack Obama en diciembre de 2016 en ese mismo estado, un área de varios millones de acres ricos en minerales y gas natural.
El gobierno de Obama creó el monumento Bears Ears argumentando que protegería los paisajes escénicos e históricos de la zona así como el legado cultural de los Navajo y otras cuatro tribus.
Según dijo la Casa Blanca en ese momento, en esta zona hay sitios ceremoniales, viviendas primitivas construidas en los acantilados, arte rupestre y diversidad de artefactos antiguos. Allí se están protegiendo unos 100,000 sitios arqueológicos. ( Lea la declaratoria completa en inglés)
El gobernador de Utah, sin embargo, se opuso a la designación asegurando que no era la voluntad del pueblo, que dependía del desarrollo de la zona para su beneficio económico. EOG Resources, una empresa con sede en Texas ya había obtenido la aprobación para perforar el sitio,
Kate Kelly, directora de terrenos públicos del Center for American Progress aseguró a Reuters que con esta orden de revisión, la istración Trump está entrando en un campo minado legal, político y moral".
“Los parques y terrenos públicos del país no necesitan ninguna reestructuración corporativa. No deberíamos preguntar qué partes de nuestra historia y patrimonio podemos eliminar, sino cómo podemos hacer que los parajes naturales reflejen la verdadera historia norteamericana. No esnecesaria una revisión para demostrar lo que familias de todo el país ya saben de primera mano —los monumentos nacionales proveen beneficios de salud, naturales y económicos tangibles. Los espacios naturales protegidos impulsan la economía de actividades al aire libre, la cual mantiene 7,6 millones de empleos y genera $887.000 millones en gastos de consumo anuales. Los monumentos nacionales y los terrenos públicos son vitales por la historia que preservan y el porvenir que ofrecen", expresó el director ejecutivo del Sierra Club, Michael Brunent.