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La correspondencia que pone en duda la inusual transición de Scott Pruitt de detractor a jefe de la EPA

El nuevo líder de la Agencia de Protección Ambiental siempre fue hostil a las normas de la oficina que ahora dirige. Miles de documentos corroboran su cercanía a la industria energética que ahora debe regular.
25 Feb 2017 – 12:14 PM EST
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Scott Pruitt, el nuevo director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA). Crédito: Aaron P. Bernstein / Getty Images

No es novedad que el ahora director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Scott Pruitt, colaboró activamente para beneficiar a la industria petrolera y grupos de presión que buscaban la revocación de las regulaciones federales medioambientales mientras él fue fiscal general de Oklahoma desde 2011 hasta la semana pasada, cuando finalmente fue confirmado al cargo por el Senado.

Dos días después, se dieron a conocer más de 6,000 comunicaciones oficiales que evidencian que este vínculo fue constante e intenso.

Y aunque ningún documento permite sospechar de que se haya cometido alguna ilegalidad, pone en duda con qué fuerza el nuevo encargado hará respetar las normas medioambientales tras dedicar su carrera de los últimos siete años a desmontar muchas de esas regulaciones.

"Estos correos muestran la cercana y amistosa relación entre la oficina de Scott Pruitt y la industria de los combustibles fósiles, con frecuentes encuentros, llamadas, cenas y otros eventos", remarcó Nick Surgey, director de investigación del grupo Center for Media and Democracy, que hace dos años presentó la demanda para obtener estos documentos.

La seguidilla de emails parece "una larga cadena de cartas de amor entre almas gemelas", considera Ken Cook, presidente de otra organización llamada Environmental Working Group citado por The New York Times.

Se trata de cartas de ida y de vuelta para pasarse 'trucos'. El agradecimientos de la oficina de Pruitt a las empresas que le ayudaron a enriquecer las denuncias del estado contra la EPA predominan en el intercambio digital, centrado mayormente entre 2013 y 2014.

Información desde dentro

Por ejemplo, los ejecutivos de Devon Energy, una de las principales empresas de exploración de gas y petróleo con sede en Oklahoma, le pasaban a la oficina de Pruitt cartas con información para que fueran incluidas en sus demandas contra las regulaciones federales medioambientales que a ellos les desfavorecían. Las mismas normativas que ahora Pruitt está en el deber de promover.

En un mail del 2013, un asistente de Pruitt escribe a un alto ejecutivo de la petrolera pidiéndole 'sugerencias' para redactar una demanda contra EPA sobre las normativas para reducir las emisiones de metano. Y recibe como respuesta una serie de 'mejoras'.

"Aquí va. Por favor toma nota de que puedes o no usar los cambios en rojo, o también los de rojo y azul (estos últimos contienen algunas mejoras adicionales de uno de nuestros expertos)", se lee en el email enviado por Bill Whitsitt, quien entonces era presidente para asuntos públicos de Devon.

"Han enviado la carta hoy. Gracias por toda la ayuda", le responde la oficina de Pruitt a la petrolera.

La organización Americans for Prosperity, de los multimillonarios hermanos Charles y David Koch, también figura entre los destinatarios de estos correos electrónicos. Ambos son considerados como una de las principales fuentes financiación de los grupos conservadores.

"Gracias a vuestros respectivos jefes y todo lo que están haciendo para frenar la EPA del presidente Barack Obama y su alianza con grupos medioambientales con el objetivo de rebajar los costes de energía de las familias de Oklahoma y otros estados de EEUU", escribió Matt Ball, el director de Americans for Prosperity en Oklahoma.

El grupo Center for Media quiso que estos mensajes fueran dados a conocer antes del nombramiento de Pruitt. Los senadores demócratas trataron de aplazar el voto de confirmación a la espera de que estos mensajes se hicieran públicos, pero la mayoría republicana en el Congreso lo impidió.

Un portavoz de la oficina del fiscal general de Oklahoma aseguró a la publicación Politico que algunos de esos emails ya habían sido entregados a The New York Times cuando este escribió una historia sobre la "alianza secreta" de Pruitt con la industria petrolera en 2014 y aseguró que el gobierno estatal fue "más allá" de las leyes locales para liberar todas esas comunicaciones.

Es verdad que el grueso del intercambio de mails se detuvo en aquel año, que para su audiencia de confirmación, Pruitt pasó por seis horas de preguntas y que presentó más de 1,000 respuestas escritas.

De detractor a líder de EPA

Pero los nuevos correos también confirman cómo cierto intercambio entre quien hoy es la máxima autoridad proteccionista (Pruitt) y empresas consideradas como grandes emisores de CO2 hacen dudar de la veracidad del discurso del nuevo líder de EPA cuando dice que su mayor deseo es heredar a las futuras generaciones un ambiente más limpio y saludable.

En su carrera Pruitt ha demandado 14 veces a la EPA para luchar en contra de las políticas de cambio climático lideradas por el gobierno de Barack Obama y suavizar las normativas ambientales en beneficio de empresas.

"Él utilizó su posición de fiscal general de Oklahoma para defender a grandes compañías de combustibles fósiles", denuncia Héctor Sánchez, presidente de la Agenda Nacional para el Liderazgo Hispano (NHLA, por sus siglas en inglés).

En su propia biografía oficial, Pruitt se autocalifica como un "destacado detractor de la agenda activista de la EPA".

Pruitt dijo durante las audiencias de confirmación en el Senado que no está en contra de estándares de protección medioambiental, sino que esas regulaciones deben estar en manos de los estados, no del gobierno federal. "Los estados no son meras vías de los deseos del gobierno federal", aseguró.

"No existimos simplemente para concretar los dictados desde Washington DC. Hay requerimientos completos, obligaciones, autoridad, jurisdicción dada a los estados bajo nuestros estatutos medioambientales. Eso debe ser respetado", advirtió Pruitt.

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