Acabamos de cruzar el umbral sin retorno de la cantidad de CO2 en nuestra atmósfera

400 partes por millón. Esa es la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre considerada como una barrera simbólica del cambio climático.
No es una cifra ni un invento nuevo. Según múltiples cálculos hechos por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ( IPCC) desde 1988, mantener la concentración de gases de efecto invernadero por debajo de las 400 partes por cada millón es vital para evitar que la temperatura del mundo suba por encima de los 2 grados Celsius con respecto a la era pre-industrial.
¿Por qué? Esta alza redundaría en variaciones drásticas en el clima, en las corrientes marinas, en los vientos y por tanto, favorecería la aparición de fenómenos naturales -como huracanes- de grandes dimensiones y consecuencias, confirma la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Con base en esta cantidad se ha orquestado el mayor consenso científico (IPCC) hasta ahora y hasta el Acuerdo de París, donde hay unos 200 países involucrados.
Aunque en el pasado ya hubo días en los que se registraron 400 ppm de CO2, uno de los científicos más respetados en estas mediciones sorprendió esta semana asegurando que, contrario a lo esperado según mediciones históricas, todos los días de este mes de septiembre superaron esa línea roja y que es probable que octubre supere los 401 ppm.
“Ya parece seguro concluir que no vamos a estar viendo un valor mensual inferior a 400 ppm de este año. O quizás nunca más por un tiempo indefinido", detalla Ralph Keeling, científico que dirige el programa de monitoreo de dióxido de carbono en el Instituto Scripps, California.
Note from Ralph Keeling as Keeling Curve reaches its annual low point: https://t.co/Vp1uYABCB3
— Keeling_Curve (@Keeling_curve) 23 de septiembre de 2016
Pocos se atreven a contradecirlo. Keeling y su padre Charles David Keeling han realizado las mediciones de CO2 en el observatorio del volcán Mauna Loa en Hawaii desde 1958, es decir, 58 años de datos.
El especialista explica que si bien podrían haber días con variaciones menores a los 400 ppm, pero que es "casi imposible que las mediciones de octubre vayan a estar por debajo de los 400 ppm".
Ralph Keeling detalla que recuerda que históricamente septiembre ha tenido los menores registros de estas concentraciones. Esto ocurre porque durante los meses anteriores las plantas y bosques del hemisferio norte han absorbido gran parte del dióxido de carbono para crecer y entonces, en la atmósfera baja la cantidad.
El siguiente mapa, generado por los expertos de la revista Climate Central, muestra como desde el 2011 ha ido aumentando la cantidad de partículas por millón desde 388 hasta algunos registros de 404. El ancho de las franjas que representan cada año muestra los datos mínimos y máximos registrados hasta julio de este año. Eso significa que en setiembre del 2015 hubo algunos días en los que registró por encima de los 400, pero también algunos mínimos. Esto es algo que según los registros diarios de Keeling no ocurrió en este mes de setiembre.
Gavin Schmidt, jefe científico climático de la NASA, tampoco cree que próximamente haya un registro mensual menor de 400 ppm.
Ya el planeta tiene una temperatura que es 1,8 grados Celsius por encima de la era preindustrial, es decir, antes de que se iniciara la quema de combustibles fósiles en grandes cantidades, contribuyendo a la emisión de gases de efecto invernadero. En este entonces los niveles de CO2 eran de alrededor de 280 ppm.
El dióxido de carbono que ya se ha puesto en la atmósfera va a persistir durante las siguientes décadas. Es por ello que la comunidad científica busca promover la toma de decisiones políticas para evitar sumar mucho más a esa concentración de 400 ppm. Acuerdos como el recién discutido en París -pronto a rafiticarse-, buscan garantizar los compromisos de los países por incorporar medidas para lograrlo.