No queremos una ley de Salud redactada a puerta cerrada

En el 2009, cuando el presidente Barack Obama y el liderazgo demócrata en el Congreso trabajaban para crear y aprobar la Ley de Cuidado de Salud, los legisladores republicanos ponían el grito en el cielo. Decían que no había transparencia, que los demócratas estaban cambiando el sistema de salud a puerta cerrada y sin incluirlos a ellos y al pueblo estadounidense. El mismísimo congresista Republicano Paul Ryan dijo que no se debería aprobar una legislación que no se ha leído.
Hoy, a Ryan y a los republicanos en el Senado no les molesta pasar legislación sin que otros la lean. En el proceso de elaboración de Trumpcare en el Senado, el cual fue develado esta semana, los republicanos están haciendo exactamente lo mismo de lo que erróneamente acusaban a los demócratas. Lo hacen para esconder una legislación que en lugar de mejorar el sistema de salud, causará daños irrevocables. Los republicanos han hecho todo lo posible por mostrar su hipocresía y por dejar en claro que no respetan ni el proceso democrático ni el bienestar de la gente que representan. No tienen ningún interés en fomentar un ambiente bipartidista.
El liderazgo republicano en el Senado decidió elegir a 13 senadores, todos hombres, para redactar la nueva legislación del cuidado de salud, dejando completamente fuera del proceso a los demócratas y luego, a los mismos senadores republicanos designados para estar en el grupo. El senador republicano Mike Lee, por ejemplo, anunció por medio de un video que él fue designado al grupo encargado de crear la legislación, y que él tampoco había tenido la oportunidad de trabajar en el contenido antes de ser presentado por el liderazgo esta semana.
Qué diferencia con el proceso de la Ley de Cuidado de Salud del 2010, conocida como Obamacare. Por más de un año el presidente Obama y los líderes demócratas organizaron casi 50 audiencias, mesas redondas y discusiones, y hasta una cumbre bipartidista con el presidente Obama y el líder de la minoría republicana John Boehner. También formaron la llamada “ Gang of Six”, un grupo compuesto de tres senadores republicanos y tres demócratas dedicado a negociar las provisiones de la legislación. El liderazgo demócrata en el Senado consideró 300 enmiendas y aceptaron más de 160 enmiendas republicanas.
El proceso de Obamacare fue arduo y largo, pero fue transparente y el pueblo tuvo la oportunidad de leer las provisiones y de brindarle su opinión a sus representantes en el Congreso, tanto a favor como en contra.
Los republicanos esperan pasar su versión de la ley de cuidado de salud a menos de una semana de haber sido hecha pública. Nos están negando el derecho de dar nuestra opinión sobre una legislación que afectará al cuidado de salud de millones de personas, y que también afectará a la economía.
La legislación hará recortes significativos al programa de Medicaid, reducirá los recortes de impuestos para las familias de la clase media e incrementará los recortes de impuestos para los más ricos. Como si fuera poco, también designará al embarazo como una condición pre-existente, permitiendo que las aseguradoras les nieguen cobertura de salud a mujeres embarazadas o que han estado embarazadas, y recortará ayuda financiera a Planned Parenthood, negándoles cuidado de salud a 2.4 millones de mujeres y hombres que carecen de recursos. La comunidad latina también será afectada por Trumpcare, ya que gracias a Obamacare seis millones de latinos más cuentan con seguro médico y el número de adultos mayores latinos sin seguro disminuyó de 43% en 2010 a 24% en 2017. Trumpcare lo único que va a lograr es desestabilizar en vez de mejorar el sistema de salud que, aunque no es perfecto, había logrado asegurar a 24 millones de personas más en todo el país.
El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, quiere que el voto se lleve a cabo la semana que entra. Una semana no es tiempo suficiente para que 100 senadores revisen la legislación ni para proponer enmiendas para asegurar que sea una legislación justa. Es inaudito que mientras los republicanos tuvieron amplia oportunidad para dar su opinión sobre Obamacare, hoy quieran negarle esto a los demócratas y hasta a sus propios colegas republicanos. Quienes estamos viendo este proceso desde las gradas, podemos por lo menos llamar a nuestros senadores para que voten en contra de Trumpcare en el Senado, ya que de aprobarse corremos el riesgo de crear un precedente que pondrá nuestro sistema democrático en peligro. No queremos ni merecemos tener un gobierno que tome decisiones que afectarán nuestra salud y nuestras vidas tras puertas cerradas.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.