Nadie debería tener que decidir entre pagar su hipoteca o pagar su seguro de salud

¿Cuál es el valor de tener seguro médico si no lo puedes pagar, ni tampoco utilizar? Esa es la pregunta que millones de latinos, y muchos otros estadounidenses enfrentan todavía hoy, más de siete años después de que el Affordable Care Act, conocido como Obamacare, fuera hecho ley. Esto incluye la joven madre y su esposo que pagan cerca de 1,300 dólares al mes (una cantidad más alta que su hipoteca) en cuidado de salud y la señora en el estado de Montana con una condición preexistente que lamentablemente no puede hacer uso de los beneficios de su seguro Obamacare.
Historias como estas nos enseñan lo necesaria que es una reforma del cuidado de salud. También son la razón para una serie de órdenes ejecutivas que ofrecen alivio a millones de estadounidenses que han enfrentado altos costos y opciones limitadas como consecuencia de estar obligados a enlistarse bajo Obamacare.
Estas órdenes ejecutivas logran ese objetivo al desatar las restricciones sobre los empleadores que ofrecen seguro de salud a sus empleados y aumentar el número de seguros conocidos como cobertura de corto plazo. Estos seguros son una opción más económica para los que están entre trabajos, buscando suplementar su seguro actual con más cobertura o viviendo en uno de muchos condados con opciones limitadas de cuidado de salud.
Los opositores de esta idea alegan que, si se ofrecen más opciones, muchos optarían por comprar estos nuevos seguros de corto plazo gracias a los cambios implementados, y abandonarían el mercado de Obamacare, debilitándolo. Atención, que aquí está la clave: no es correcto que el gobierno penalice a millones de estadounidenses por comprar el cuidado de salud que ellos piensen es el mejor para ellos y sus familias, ni forzarlos a comprar seguros que, al juicio de ellos, son deficientes. Los millones de latinos que están tratando de ahorrar para construir su Sueño Americano se beneficiarán de esta nueva libertad para tomar sus propias decisiones sobre su cuidado de salud. Una verdadera reforma de cuidado de salud debería aumentar las opciones, no reducirlas.
La medida tomada por el presidente vuelve a fijar la duración de los seguros de corto plazo en un año y permite renovarlos, lo que los convierte en una opción más económica y flexible que los planes costosos de Obamacare. Y teniendo en cuenta que más de la mitad de condados del país ofrecerán una sola opción de cuidado de salud en el mercado de Obamacare el próximo año, según los expertos, la existencia de una mayor competencia es urgente para poder bajar los precios.
Esto es una necesidad particularmente importante para la comunidad Latina porque muchos de los condados en los que las opciones en el mercado de cuidado de salud están disminuyendo se encuentran en estados con una gran comunidad hispana, como Nevada, Arizona, Colorado, Texas, Florida, North Carolina y Virginia.
En California, el estado con la mayor población de latinos, están obligando a la comunidad a inscribirse en el programa de Medicaid manejado por el estado. Pero no encuentran médicos, tienen que esperar más para obtener atención médica y muchos ingresan a la sala de emergencias con más frecuencia.
Este no es un sistema adecuado para la comunidad latina, ni para nadie.
La verdad es que el Obamacare es un experimento fracasado que trató de ofrecer cuidado de salud manejado por el gobierno y que está lastimando a los hispanos. Los defensores de Obamacare prometieron mejor , más opciones y bajos costos, pero entregaron lo contrario. Sus costosas reglas, mandatos y subsidios para empresas de seguro están forzando a muchos estadounidenses a decidir entre pagar su hipoteca o pagar su costoso seguro de salud.
No debería ser de esta manera.
Cada estadounidense merece tener a un seguro de salud confiable, económico y de alta calidad. Pero esto no ocurrirá hasta que nuestros legisladores resistan la tentación de otórgale a toda persona una tarjeta de cuidado de salud sin mejorar la calidad del sistema.
Definitivamente, la responsabilidad de proponer y aprobar un sistema enfocado en el paciente está en manos del Congreso. Pero, como resultado de un Congreso que sigue trabado, la istración ha tenido que tomar acción para ofrecer alivio a millones de estadounidenses.
Esta acción es puro sentido común. El partidismo ideológico no debería ser un obstáculo para hacer lo correcto y ayudar a los estadounidenses afectados y atormentados.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.