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Daniel Garza: Luchemos por derrotar la irresponsabilidad fiscal

El autor propone centrarse en el alivio de la pobreza como una prioridad sobre la desigualdad
11 Feb 2016 – 05:16 PM EST
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Por Daniel Garza, director ejecutivo de Iniciativa LIBRE (*)

Esta semana, el presidente Obama presentó su presupuesto anual final; pero, como se esperaba, el Congreso no tardó en rechazar la propuesta. El problema a fondo es que cuando más necesitamos disminuir el gasto público —ya que la deuda perjudica el estado económico de nuestro país—, el Presidente insiste en aumentos inmensos y propone una vez más favorecer a los conectados con fortunas y concesiones excesivas.

Con $9 mil millones añadidos a la deuda federal en los últimos 7 años, casi $9 mil millones más se agregarían bajo este plan, a pesar de un aumento de impuestos de mil millones de dólares. Entre otras cosas que desatarían graves problemas, la propuesta incluye un nuevo impuesto sobre el petróleo que elevaría el precio de la gasolina en la bomba, y una nueva versión del impuesto de Obamacare sobre los planes de salud más generosos, que los sindicatos y otros se oponen firmemente.

En pocas palabras, el presupuesto del Presidente refuerza el enfoque de los últimos años: más gasto, más impuestos, más deuda y más control gubernamental. No se requiere ser un genio para reconocer que esta dirección nos mantiene en un camino insostenible.

Es de considerable importancia destacar que en los últimos siete años, Estados Unidos ha caído del 6º lugar al puesto 11º en el Índice anual de libertad económica de The Heritage Foundation. Esta escala es una medida aproximada de la carga del gobierno federal sobre nosotros en forma de impuestos, deuda y regulaciones opacas que dictan cómo se debe gastar “nuestro” dinero.

Bajo el presidente Obama, nuestra deuda nacional ahora supera los $19 billones. Hemos visto rescates bancarios, impuestos que suprimen la contratación de empleados, y mandatos que obligan a los trabajadores estadounidenses a soltar su dinero - ganado con el sudor de su frente - para comprar productos de algunas de las empresas más rentables de Estados Unidos. Y al mismo tiempo, la carga de regulaciones está explotando - mientras Washington impone nuevas normas sobre las empresas que aumenta el costo de la energía, salud, alimentación y educación para la ciudadanía.

Aun así, nuestra juventud clama por la intervención gubernamental porque te dirán que están cansados de la avaricia, el favoritismo gubernamental y la creciente desigualdad de ingresos. Ellos ven al gobierno como una fuerza benévola no contaminada por un afán de lucro. Pero ignoran que la desigualdad se ha agravado precisamente por el gasto excesivo del gobierno, las medidas de flexibilización cuantitativa que centralizan el capital en Wall Street, y el favoritismo del gobierno que sólo favorece a los conectados y algunos pocos.

Pasan por alto la necesidad de centrarse en el alivio de la pobreza como una prioridad sobre la desigualdad. No reconocen que la desigualdad es un resultado natural del crecimiento económico y un mercado libre que premia el talento, el trabajo duro y la innovación de productos y servicios que sirven para mejorar nuestras vidas.

Si los legisladores están verdaderamente comprometidos con mejorar la calidad de vida, necesitan fomentar la libertad económica. En el nivel más básico, esto significa proteger nuestros derechos como trabajadores y empresarios para ganar, gastar y ahorrar sin interferencias innecesarias por parte del gobierno. Esto significa que si usted es una joven latina tratando de pagar la universidad, no debe ser víctima de los programas del gobierno mal manejados que aumentan el costo de la matrícula.

Si usted es un trabajador tratando de ahorrar para comprar una casa, el gobierno no debería cobrarte impuestos para sostener programas que irán a la quiebra antes de que usted pueda beneficiarse de ellos. Esto significa que si usted es una persona mayor con un ingreso fijo, el costo de las necesidades básicas no debe elevarse solo porque quienes toman las decisiones en Washington solo se esfuerzan por proteger a sus partidarios políticos.

Si los impuestos y las regulaciones no hubiesen inflado los costos del cuidado de salud, o reprimieran el crecimiento de los empleos, millones estarían mejor de lo que están ahora, pagando por programas que no entregan lo que prometen.

Millones de nosotros hemos demostrado a lo largo de la historia de nuestra nación que el éxito no ha llegado porque los impuestos gubernamentales nos ayudan a eliminar las piedras en el camino, sino todo lo contrario. El éxito personal y la auto-realización se han logrado precisamente porque el gobierno se mantuvo limitado, dejando espacio para que la gente pudiese crear, construir y prosperar.

Es hora de darse cuenta del daño que se hace cuando el gobierno intenta hacer demasiado; y tomar un enfoque distinto del que se promulga el presupuesto del Presidente. En lugar de un constante crecimiento del gobierno y quitarles más poder a los individuos, es el momento de proteger la libertad económica —con las políticas que limitan los impuestos, el gasto y las regulaciones—, de modo que todos podamos tener éxito juntos.

Y si el Presidente rehúsa responsabilizarse del descenso en la libertad económica del país le toca al Congreso y al pueblo Americano tomar cartas en el asunto. Pues nosotros tenemos nuestras armas, nuestra voz y nuestro voto.

(*) La Iniciativa LIBRE es una organización comunitaria no partidista, y sin fines de lucro, que promueve los principios y valores de la libertad económica para empoderar a la comunidad hispana de Estados Unidos.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.

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