Por qué EEUU no envía tropas a defender Ucrania de una invasión rusa
La crisis desatada por el despliegue ruso en la frontera ucraniana ha puesto al mundo en una situación “terrible”, según el secretario de Estado, Antony Blinken.
Washington ha respondido a la amenaza de una guerra en el este de Europa con numerosas advertencias, pero con una llamativa ausencia de parte de la mayor potencia militar del mundo: no habrá tropas estadounidenses defendiendo a Ucrania de una invasión rusa.
Desde el inicio de la crisis, el presidente Joe Biden se apresuró a descartar el despliegue de soldados estadounidenses en territorio ucraniano. Ni siquiera para ayudar a evacuar ciudadanos estadounidenses que se pudieran ver atrapados por una hipotética invasión.
Sí ha desplegado hasta 2,000 efectivos adicionales en Europa, pero siempre a una hipotética retaguardia (Polonia y Rumania) en ningún momento a Ucrania, donde sí han enviado armas.
La explicación del porqué de esa decisión de no pisar Ucrania pasa porque no está obligado y tampoco dispuesto. Es decir, no es un país miembro de la OTAN al que tendría el deber de defender y no hay voluntad política en Washington en entrar en combate por una causa que no se considera de interés estratégico para el país.
Además de que es algo ciertamente peligroso. “ Sería una guerra mundial cuando estadounidenses y rusos empiecen a dispararse los unos a los otros”, dijo Biden en una reciente entrevista con NBC News.
Ucrania no es miembro de la OTAN
La renuncia de Washington a enviar tropas a defender Ucrania parte del hecho de que no está obligado a hacerlo.
Sería diferente si se tratara de un país miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que es un pacto de defensa mutua.
Es decir, por el artículo 5 del tratado de la alianza, un ataque contra un miembro de la OTAN debe ser respondido como un ataque contra todos.
Pero ese no es el caso de Ucrania, que no es miembro aunque sí lo reconocen como un aspirante oficial a serlo.
Y es precisamente esta idea de que Ucrania pueda entrar a la OTAN una de las claves de la crisis. Esa posibilidad ha sido una de las líneas rojas del presidente ruso, Vladimir Putin.
El mandatario exige garantías jurídicas de que eso no va a pasar, mientras despliega hasta 150,000 soldados en la frontera ucraniana (según estimaciones de la Casa Blanca).
No es un interés estratégico de EEUU
La respuesta de Biden a esas exigencias ha sido ofrecer más transparencia en la actividad militar en Europa, pero desestimando que la política exterior y de alianzas de Ucrania pueda estar determinada por nadie que no sea el propio gobierno de ese país.
Y al despliegue ruso y la posibilidad de un ataque, como decimos, Biden ha respondido con una elevada retórica y amenazas de sanciones, pero descartando de plano enviar soldados a pelear directamente contra las fuerzas rusas.
Algo de lo que, por ejemplo, hay un precedente en la invasión a Kuwait por el Irak de Sadam Hussein, en 1990. Entonces, Washington sí consideró de interés nacional luchar para liberar a un país de una invasión extranjera.
Y por qué en Kuwait sí era de considerado de interés nacional repeler una invasión extranjera: la respuesta es el petróleo. Aquello suponía un peligro para el mercado energético global.
Pero EEUU no tiene tanto interés en Ucrania como en Medio Oriente, o como le dice a Univision Noticias el profesor Andrew Latham, experto en Relaciones Internacionales del Macalester College, “no hay apetito político entre los estadounidenses para algo así”.
“Mientras hay apoyo en círculos políticos para la disuasión económica en forma de sanciones, hay poco apoyo en el Congreso al envío de tropas al terreno en Ucrania”, agrega Latham, quien también es columnista en The Hill.
Y aunque se puede interpretar que mantener ventaja en la rivalidad geopolítica con Rusia, sí que es indiscutiblemente un interés estratégico de EEUU, la cuestión está en qué medios emplear y hasta dónde llegar en cada momento.
“El fondo del asunto es que la crisis se ha convertido en una competición de asumir riesgos sin ir a la guerra. Ahí el poder importa, pero la resolución más. Neutralizar a Ucrania es más importante para Rusia que traer a Ucrania a la Unión Europea y la OTAN lo es para EEUU. Moscú, por tanto, está dispuesto a asumir mayores riesgos que Washington. En esa situación, Rusia podrá prevalecer”.
Biden, un presidente padre de un soldado
Otro factor que también pesa es la actitud reacia al envío de tropas al extranjero que ha mostrado Biden en los últimos años.
Para entenderlo, hay que recordar que su hijo Beau, fallecido de cáncer en 2015, sirvió en la Guardia Nacional en Irak entre 2008 y 2009.
Biden cumplió el año pasado su promesa de campaña de retirar las tropas estadounidenses de Afganistán. E incluso en un debate en las primarias demócratas, en diciembre de 2019, calificó de “un gran error” el incremento del contingente estadounidense en Afganistán llevado a cabo por Barack Obama.
En 2010, Richard Holbrook, enviado del presidente Barack Obama para Afganistán y Pakistán, escribió en su diario una airada reacción del entonces vicepresidente Biden a la idea del despliegue en Afganistán.
“ No voy a enviar a mi hijo a volver a arriesgar la vida para defender los derechos de las mujeres”, atribuye a Biden el recuento anotado por Holbrook en su diario y citado en el libro “Nuestro hombre: Richard Holbrook” de George Packer.
Y si Biden es de por sí reticente a arriesgar la vida de soldados estadounidenses, mucho más cuando se trata de un choque frontal con Rusia, una potencia mucho más poderosa que Afganistán o Irak.
Para el presidente Biden, estadounidenses luchando abiertamente contra rusos en Ucrania es algo que puede escalar a una guerra mundial. Y esta vez los contendientes tienen un arsenal de armas nucleares con las que lo único que estaría asegurado sería la destrucción mutua.