La zozobra de los familiares de los internos en la cárcel de Topo Chico
Desde horas de la madrugada, decenas de personas, incluso con bebés en brazos, se apostaron en las inmediaciones de la cárcel de Topo Chico, la más grande de la norteña entidad mexicana de Nuevo León.
Las primeras noticias daban cuenta de un motín que había dejado por lo menos 50 muertos; más adelante se precisó que se trataba de 52 víctimas, todos ellos varones. Los familiares de los internos, presas de la desesperación, exigían en las afueras de la cárcel que las autoridades les dieran información sobre sus seres queridos.
“Le dije que qué había pasado y me dijo que estaba muy pesado el ambiente allá adentro porque empezaron a matar gente (…) Por este medio le pido a las autoridades penitenciarias que nos den información porque estamos muy angustiados”, dijo a las cámaras una mujer, cuyo hijo se encuentra dentro de la cárcel y que ya pudo hablar con él.
Ya se han suscitado enfrentamientos entre las personas apostadas en los alrededores del centro penitenciario y los policías que están a cargo de la seguridad.
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