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Mexicanos alimentan a los afectados

Inició el trabajo de los efectivos del Ejército Mexicano para ayudar a los damnificados del huracán Katrina
9 Sep 2005 – 12:00 AM EDT
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En la explanada exterior de la base, las cocinas móviles instaladas en tráileres del Ejército Mexicano funcionaron a media capacidad, pero se espera que a partir de la próxima semana lo hagan al cien por ciento.

Anoche mismo las cocinas prepararon alimento para 120 personas, y uno que otro curioso por la comida mexicana, entre ellos elementos del Ejército de Estados Unidos, así como a indigentes que se acercaron al campamento.

Un total de 150 personas fueron atendidas esta mañana, entre ellas tres elementos del Servicio Forestal de Estados Unidos quienes gustosos pidieron en inglés sus raciones de comida y se sentaron junto con los damnificados en mesas colocadas bajo una carpa.

Para esta tarde se espera un mayor trabajo, pues se estima preparar alimento para 3,720 personas, y a partir del próximo miércoles, las cocinas trabajarán a su máxima capacidad para atender a siete mil damnificados, más raciones extra.

"Les ha gustado la comida, eso es un gran honor", precisó el general Francisco Ortiz Valadez, quien está al mando del contingente y quien acompañó a la tropa y oficiales encabezan al grupo de auxilio.

El menú es variado, por la mañana fue huevo con salchicha, frijoles refritos, café y pan blanco, por la tarde se preparará sopa de pasta, bistec, frijoles refritos, pan blanco, agua de sabor y de postre tres caramelos.

Mientras que por la noche el menú será de sardina guisada con frijoles refritos y pan blanco. Todo, agregó el militar mexicano, "lo traemos en las despensas, lo único que se adquiere en esta ciudad es el pan blanco, porque debe ser fresco".

Fuera de necesidades de reconocimiento, los efectivos del Ejército Mexicano trabajan afanosamente, preparando comida, lavando platos, dando mantenimiento a los vehículos. Mientras, el general Ortiz Valadez se reúne con los organizadores de la ayuda humanitaria.

Dos reuniones al día, una a las 07:00 horas, la segunda a las 19:00 horas, ahí se toman decisiones, se comunican resultados y se planea para las labores cotidianas para el día y los subsecuentes.

En esa mesa están las autoridades locales, federales, organismos de ayuda humanitaria, el FEMA -Federal Emergency Management Agency- elementos del Ejército de Estados Unidos y el general Ortiz Valadez, representante del Ejército Mexicano.

Al respecto, el general Ortiz Valadez comentó que lo primero que le preguntaron esta mañana fue acerca de la capacidad de ayuda del contingente mexicano, y de inmediato se le aumentó la carga de trabajo y se programó su máxima labor.

Dos oficiales del Ejército de Estados Unidos, de apellidos Rayburn y Wagner, respetuosamente pidieron al general mexicano que los médicos de su equipo se integren a las labores de atención a los damnificados.

Solicitud atendida de inmediato, y los tres médicos, tres enfermeras y tres enfermeros partieron a los recorridos a las zonas donde se localizan los damnificados.

Los equipos del convoy mexicano que aún permanecen en espera de pacientes son los tres de odontología, anoche instalados.

La instrucción al cuerpo médico mexicano fue trabajar a su máxima intensidad, tomar fotografías a los adultos que lo permitiesen pero no a niños ni ancianos, y llevar un registro de las actividades realizadas.

La companía mexicana de Infantería de Marina pisó tierra a las 10:15 horas luego de dos horas con 20 minutos de navegación desde el buque Papaloapan para iniciar la ayuda humanitaria.

El teniente Corey Basker, de Relaciones Públicas de la Armada de Estados Unidos, dio la bienvenida a los 75 del grupo que se instalarán en el campamento para iniciar la inspección que dará paso a una estrategia de ayuda para la reconstrucción.

A través del vocero de las fuerzas armadas estadounidenses, teniente Mccarthy, se informó que se han detectado puntos críticos en la zona como escuelas y edificios públicos.

Mccarthy también comentó que los daños causados por el huracán Katrina en infraestructura y construcciones en general son de gran magnitud, por lo que se requiere la ayuda de todo el mundo como lo hace el gobierno mexicano mediante la Secretaria de Marina.

Desde el mar se observa la destrucción de la infraestructura turística de Biloxi, como en las construcciones metálicas y de madera que albergaban hoteles y casinos como el "Beau Rivage".

Las marinas de los hoteles están devastadas mientras que unos 15 vehículos anfibios permanecen junto a camiones militares tipo aural de seis fracciones para todo terreno y transportes de personal que están dispuestos a desarrollar maniobras de limpieza y rescate.

Un gigantesco vehículo anfibio con capacidad para navegar a una velocidad de hasta 50 nudos entró a tierra poco después de que arribaran los marinos mexicanos demostrando el poderío de equipo y tecnología con el que colabora la Armada de México.

Los medios de comunicación locales recibieron a los marinos mexicanos frente al hotel Santa María del Mar, en cuyas ventanas se observan cortinas desgarradas, así como sus habitaciones inundadas.

Mientras tanto, la policía de Madisson y helicópteros militares policiacos sobrevuelan el centro y diversos grupos de la policía nacional se distribuyen en las calles.

De inmediato los marinos mexicanos abordaron autobuses y camiones rurales en los que iniciaron el recorrido por escuelas, edificios públicos y principales avenidas de esta ciudad para hacer sus reconocimientos.

La tripulación del buque desplegará sus operaciones de ayuda en pequeñas localidades de Estados Unidos, con el fin de evitar enfrentamientos con residentes del área.

El comandante de la operación México-Estados Unidos 2005, Oscar E. Martínez Petrelín, y la tripulación del buque Papaloapan de la Armada de México iniciaron los trabajos de coordinación para las operaciones de ayuda.

Debido a la situación de disturbios sociales que se presentan en diversas ciudades de esa región, se prevé que las operaciones de ayuda se desarrollarán en poblaciones pequeñas.

En el buque mexicano tambien llegó el director de Políticas de Protección de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Juan José Salgado Saavedra, quien apoyará a los cónsules del área al ofrecer orientación y ayuda a la población de origen mexicano que habita en esa zona.

El funcionario de la cancillería mexicana hará las funciones de un consulado movil; recibirá las solicitudes de apoyo y orientación tanto de residentes como indocumentados, y en caso de que ellos decidan voluntariamente repatriarse, también los apoyará.

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