Ocho años de prisión a exsargento de Los Ángeles por una golpiza a un hispano
Un exsargento del Departamento del alguacil de Los Ángeles fue condenado este martes a ocho años de prisión por incitar y propinar una golpiza a un hispano, así como por falsificar un informe.
Erick González Ayala, que dejó el departamento en 2013, es el primer sentenciado por la paliza que recibió Gabriel Carrillo en febrero del 2011 mientras visitaba a su hermano en la Cárcel de Hombres del condado Los Ángeles.
González, junto a los alguaciles Sussie Ayala y Fernando Luviano fueron declarados culpables en junio pasado por agresión, uso de fuerza excesiva y violación de los derechos constitucionales de Carrillo, entre otros delitos.
Los alguaciles arrestaron a la víctima supuestamente por tratar de ingresar un teléfono móvil de contrabando a la cárcel. Pero, luego de esposarlo lo trasladaron a un cuarto donde las cámaras de seguridad no funcionaban y es ahí donde le habrían propinado la golpiza.
Carrillo terminó con dos huesos de la nariz rotos y parálisis del ojo derecho.
Después de la agresión los agentes grabaron un interrogatorio donde se ve al hispano con la cara ensangrentada, la ropa rasgada y llena de sangre. El vídeo sirvió como prueba en el juicio.
Gonzáles, de 49 años de edad, también habría enviado una foto de la víctima a uno de sus compañeros.
En sus argumentos, la fiscalía escribió que González como supervisor dio el consentimiento tácito que permitió a los oficiales atacar al hispano y luego usó su poder para encubrir el abuso.
La defensa alegó legítima defensa argumentando que Carrillo sólo fue esposado de una mano y que con la otra golpeó a un agente.
Sin embargo, los exagentes Neal Womack y Pantamitr Zunggeemoge se declararon culpables y llegaron a un arreglo con la fiscalía para atestiguar en contra de sus compañeros.
Womack aseguró que Carrillo fue esposado (de las dos manos) durante la golpiza y declaró que presenció cómo González comparó los informes de los oficiales para que no existiera ninguna inconsistencia.
Un sexto involucrado, Byron Dredd, fue acusado por la presunta participación en la falsificación de los informes.
Además de los ocho años de prisión, el exsargento González, que fue arrestado en la corte, tendrá que estar tres años en libertad condicional.
Gabriel Carrillo recibió del condado Los Ángeles 1.2 millones de dólares como compensación tras una demanda civil.
El caso originó una investigación del FBI sobre abuso en las cárceles del condado Los Ángeles.