Consejos de expertos hispanos a los residentes legales musulmanes: no salgan del país

La orden ejecutiva emitida el viernes por el presidente Donald Trump, que impide el ingreso a Estados Unidos de cualquier refugiado durante cuatro meses y suspendió indefinidamente a los sirios, no solo alarma a los refugiados que estaban en la fila esperando la protección del gobierno, sino que puso a miles de refugiados y residentes legales permanentes que se encuentran en el país bajo amenaza de deportación.
“Las órdenes ejecutivas sobre inmigración que ha firmado el presidente son un Armagedón para la comunidad inmigrante de Estados Unidos”, dice a Univision José Pertierra, un abogado que ejerce en Washington DC. “Son venenosas, crueles e inhumanas porque pretenden convertir a los inmigrantes en chivos expiatorios de todos los males que Trump piensa que existen en esta sociedad”, agregó.
Pero la medida más severa hasta ahora es la que afecta a los refugiados provenientes de siria, a inmigrantes de siete países de mayoría musulmana, y la totalidad de viajeros con visa de inmigrante y no inmigrante, incluso aquellos que tienen una green card o tarjeta verde.
Los países afectados son Irak, Irán, Siria, Sudán, Yemen, Libia y Somalia.
Promesas de campaña
Las tres órdenes ejecutivas migratorias de Trump se basan en compromisos de campaña. Desde el comienzo de su carrera por la Casa Blanca dijo que iba a deportar a todos los indocumentados, precisó que los mexicanos eran violadores, asesinos y traficantes de drogas, y amenazó con detener la entrada de refugiados del Medio Oriente y del Norte de África porque exportaban terroristas.
"Queremos asegurarnos de que no estamos itiendo en nuestro país las mismas amenazas por las que nuestros soldados están luchando en ultramar", dijo Trump al firmar la orden ejecutiva el viernes en el Pentágono.
Pertierra asegura que el último decreto es inconstitucional porque discrimina en contra de una religión”. Y agregó que “serán desafiadas ante los tribunales”.
Ya el sábado por la noche, un día después de firmado el decreto, una corte federal de distrito, en Brooklyn, Nueva York, falló a favor de una demanda entablada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU). La jueza Ann M. Donnely dictaminó que los refugiados u otras personas afectadas por la medida y que han llegado a aeropuertos estadounidenses, no pueden ser deportados”.
Daños irreparables
Pertierra confía en que los tribunales detendrán la severa política migratoria de Trump. “Pero mientras que los casos proceden paulatinamente, decenas de miles de personas inocentes sufrirán”, advirtió. “Los que más derechos tienen son los que ya están en Estados Unidos en contraste con los que están fuera tratando de regresar”.
En el 2015 Estados Unidos otorgó refugio a 28,898 personas procedentes de los siete países musulmanes afectados por el decreto, según datos del Gobierno reunidos por el equipo de datos de Univision Noticias.
De los que están afuera tratando de entrar y los que tienen visas y no podrán entrar a Estados Unidos hasta que el gobierno reabra el programa de refugio, no se sabe la cifra.
“La orden ejecutiva firmada el viernes por Trump paraliza todo ingreso de ciudadanos de los países incluidos en la lista que tengan visas de inmigrante y de no inmigrante”, dice Barbara Hines, profesora retirada de leyes de la Universidad de Texas en Austin. Es decir, todos los tipos de visa que otorga Estados Unidos.
“Y de acuerdo con lo que ha dicho el portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Gillian Christensen, también afecta a las personas que tienen residencia legal permanente (green card)”, agregó Hines.
Qué hacer y qué no hacer
Pertierra recomienda a la comunidad inmigrante musulmana de Estados Unidos, principalmente a los originarios de los países de la lista de la orden ejecutiva, que “ no salgan del país, aunque sean residentes permanentes”.
“Parece increíble, pero están deteniendo a residentes legales en Estados Unidos y prohibiéndole su ingreso al territorio nacional. Esto es algo insólito que viola derechos de debido proceso de ley. Se trata de un derecho garantizado por la Constitución”, dice Pertierra.
El abogado agrega que “no solo son las personas de los países de la lista están en riesgo, sino todos los inmigrantes musulmanes. Nadie debe viajar fuera de Estados Unidos porque es posible que Trump les cierre las puertas sin previo aviso”.
Hines comparte las preocupaciones de Pertierra. “Se trata de una de las políticas más extremistas que he visto”. Y añade: “Sobre los derechos de estas personas en Estados Unidos, no sabemos si los perdieron, si los perderán, cuánto están en peligro. Un grupo de abogados de la ACLU ayer presentó una demanda en una corte de Nueva York a nombre de algunos refugiados que ya habían sido aceptados para viajar a Estados Unidos, y que fueron rechazados y arrestados en el aeropuerto de Nueva York”.
Es el mismo caso ventilado en la corte de la jueza Donnely, quien y dictaminó que los refugiados que están en territorio estadounidense no pueden ser deportados. “Algunos de ellos habían trabajado con el US Army en Irak”, dice.
Hines incluso teme que la ordenanza pueda incuso dañar los derechos de los ciudadanos naturalizados.
Amplio poder de interpretación
Otras de las preocupaciones de Pertierra, se basan en que la orden ejecutiva de Trump sobre el programa de refugiados “es tan vaga e indefinida, que les otorga un poder de interpretación inmenso a los agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP)”, agencia encargada de recibir, autorizar o rechazar el ingreso de un extranjero por un puerto de entrada al país, sea terrestre, aéreo o marítimo.
Otros abogados consultados por Univision Noticias dijeron que lo más probable es que la ordenanza sea interpretada de la manera más severa posible y que desaparezca todo indicio de discrecionalidad.
“Lo que está pasando es una vergüenza nacional”, apunta Pertierra. “Los funcionarios de buena voluntad que trabajan para el gobierno de Estados Unidos deberían renunciar antes de seguir este tipo de órdenes. Hay una ley moral que es superior a las directrices del presidente Trump”.
La ACLU advirtió en noviembre del año pasado, tras la elección de Trump, que demandará cada decisión que el presidente tome y que restrinja derechos o viole la Constitución estadounidense.
“Los abogados presentaremos desafíos legales, y los congresistas deben oponerse a estas medidas. La meta debería ser entorpecer la implementación de decretos racistas, xenófobos e injustos, y no olvidar que los inmigrantes enriquecemos a esta sociedad”, dijo Pertierra.
Los derechos de un residente
Tanto la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) como el Departamento de Estado(DOS), explican que los residentes legales permanentes tienen los siguientes derechos:
- Vivir permanentemente y en cualquier parte de Estados Unidos.
- Trabajar en EEUU con ciertas limitaciones (como por ejemplo en el gobierno federal)
- Asistir a una escuela pública.
- Tramitar una licencia de manejar sin restricciones.
- Solicitar y recibir un número de Seguro Social sin restricciones.
- Convertirte en ciudadano estadounidense una vez cumplas con los requisitos.
- Recibir beneficios de Seguro Social y/o Medicare, si califica.
- Estar amparado por las leyes de EEUU, del estado donde vives y de las jurisdicciones locales (condados o ciudades).
- Salir y entrar del país siempre y cuando demuestre lazos e intención de permanencia.
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