Trump dice que la respuesta a la emergencia en Puerto Rico fue "fantástica" pese a los casi 3,000 muertos que dejó María
Tras conocerse que la estimación de muertos a consecuencia del paso del huracán María el año pasado por Puerto Rico se ubica en 2,975, este miércoles el presidente Donald Trump indicó que cree que se hizo "un fantástico trabajo" en la isla.
A punto de que se cumpla el primer aniversario del paso de la poderosa tormenta, un nuevo estudio encomendado por el gobierno de la isla multiplicó exponencialmente la cifra oficial de muertos que las autoridades habían situado en 64.
Según los datos del Instituto de Salud Pública Milken de la Universidad George Washington, las casi 3,000 personas murieron entre septiembre de 2017 y febrero de 2018 como consecuencia del ciclón categoría 4.
Las expresiones del presidente son una repetición de la visión optimista que dio tras los primeros días del paso de María, cuando aseguró que el manejo de la emergencia estuvo bien ya que el relativamente bajo número de víctimas no se podía comparar con la "catástrofe real de Katrina", que en 2005 devastó el sur de Louisiana matando a unas 1,200 personas.
Trump también se autocalificó con un 10 de 10 por la respuesta del gobierno federal cuando el gobernador de Puerto Rico, Ricarco Roselló, visitó la Casa Blanca.
El presidente insiste en que la mala infraestructura de la isla y su situación geográfica contribuyeron a la tragedia: "Puerto Rico fue en realidad más difícil debido al hecho de que es una isla", aseveró. "Es más complicado llevar cosas".
"El gobernador (Roselló) es una excelente persona. Él está feliz con el trabajo que hemos hecho. Hemos invertido miles de millones de dólares en Puerto Rico. Fue muy difícil. No se olviden, su red eléctrica ya estaba muerta antes del huracán", dijo Trump para referirse a los problemas del sistema eléctrico puertorriqueño, aunque no es cierto que la isla ya estuviese en medio de un apagón generalizado que sí provocó el fenómeno natural.
El estudio dado a conocer este martes señala que "ciertos grupos, aquellos en áreas de menores ingresos y los de mayor edad, encararon los mayores riesgos", explicó Carlos Santos-Burgoa, investigador principal del instituto Milken. El riesgo de morir en los meses posteriores al huracán "era 60% mayor para que las personas que vivían en los municipios más pobres".
Horas después de que se conociera el informe, en una rueda de prensa el gobernador Rosselló reconoció que su gobierno no estaba preparado y que los protocolos para responder a posibles fallecimientos no eran suficientes. “Yo soy el gobernador de Puerto Rico y acepto y asumo la responsabilidad que el cargo conlleva. No estoy ajeno a las críticas”, dijo.
El gobernador anunció, además, una orden ejecutiva para la creación de una comisión que recoja recomendaciones del informe para que la isla sea más resiliente de cara a futuros huracanes y dijo que se creará un censo de las personas más vulnerables a este tipo de desastres naturales y que se erigirá un memorial encargado a la Universidad de Puerto Rico en honor a las víctimas.
La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, quien ha sido una dura crítica de la respuesta federal, dijo esta semana a CNN que Washington mató a los puertorriqueños con su negligencia. "El gobierno de Trump nos hizo creer que estaban ayudando cuando no estaban a la altura y no permitieron que otros países nos ayudaran ", dijo Yulín Cruz y luego agregó: "Qué vergüenza para el presidente Trump".
El presidente no respondió a críticas directas y solo se limitó a decir que esperaba que la isla no enfrentara una situación similar este año.