Este anciano murió solo en una residencia. La funeraria no tenía ni quién cargara su féretro. Cientos de desconocidos respondieron
Gerry Brooks, un exmarine estadounidense de 86 años, murió solo en una residencia de ancianos de Maine, abandonado y prácticamente olvidado. Sin embargo, en su último adiós estuvo acompañado de cientos de desconocidos que acudieron a su funeral a despedirlo.
Todo fue posible gracias a que la funeraria, donde se realizarían los servicios del exmarine, publicó un anuncio preguntando si alguien quería ser portador del féretro o simplemente asistir a al entierro de Brooks.
No pasó mucho tiempo y comenzaron a llegar cientos de solicitudes par acompañar al veterano en su entierro.
Incluso un gaitero se ofreció a tocar en el servicio y un piloto se ofreció a realizar un sobrevuelo. Además, grupos militares de todo el estado se comprometieron a despedirlo como es debido.
Así fue el funeral del exmarine Gerry Brooks
Cientos de personas que no sabían nada de Brooks, más allá de su nombre, se presentaron a su funeral y le rindieron un último saludo con todos los honores militares el jueves en el Cementerio Conmemorativo de Veteranos de Maine, en Augusta.
Los Patriot Guard Riders en motocicletas escoltaron su coche fúnebre en la ruta de 40 millas desde la funeraria en Belfast, Maine, hasta el cementerio.
Además, los del grupo de los Veteranos de Guerras Extranjeras (VFW, por sus siglas en inglés) rindieron homenaje con una salva de 21 cañonazos.
Durante el funeral muchos voluntarios sostuvieron banderas estadounidenses junto al féretro mientras una grúa izaba una enorme bandera sobre la entrada del cementerio.
Algunos saludaron al pasar. Otros cantaron el himno de los Marines.
"Es un honor para nosotros poder hacer esto", dijo Jim Roberts, comandante del puesto VFW de Belfast a AP.
"Hay tanta negatividad en el mundo. Esto es algo con lo que la gente puede sentirse bien y unirse. Es absolutamente maravilloso".
Roberts dijo que el hijo, la nieta y el yerno de Brooks vinieron al funeral, pero no hablaron durante el servicio.
De acuerdo con Roberts, el VFW acude un par de veces al año al funeral de algún veterano fallecido sin familia o que no está dispuesto a manejar los arreglos funerarios. "Siempre estaremos ahí", dice.
Fueron tantos los grupos que se ofrecieron de voluntarios para participar en el homenaje que no hubo espacio suficiente para que cupieran en el servicio funerario de 20 minutos, dijo Katie Riposta, la directora de la funeraria que hizo el llamamiento de ayuda la semana pasada.
"Renueva tu fe en la humanidad", afirmó.
¿Qué se sabe de la vida del exmarine Gerry Brooks?
Aunque se desconoce gran parte de la vida de Brooks hay algunos detalles del exmarine.
Se sabe que era viudo y vivía en Augusta. Murió el 18 de mayo, menos de una semana después de ingresar en una residencia de ancianos, dijo Riposta, que no dio a conocer la causa de la muerte.
La funeraria y las autoridades se pusieron en o con sus familiares más próximos, pero nadie estaba dispuesto a presentarse o hacerse responsable de su cuerpo, dijo.
"Parece que era una buena persona, pero no sé nada de su vida", dijo Riposta, señalando que después de la muerte de Brooks, una mujer se puso en o con la funeraria para decir que una vez la había acogido cuando no tenía otro lugar donde ir, sin dar más detalles.
"No importa si sirvió un día o hizo del ejército su carrera", dijo. "Sigue mereciendo ser respetado y no estar solo".
Victoria Abbott, directora ejecutiva del refugio ‘Bread of Life’ de Augusta, dijo que el exmarine había asistido todos los días a comer a su comedor social, siempre dispuesto a contar chistes y a hacer sonreír al personal. Tenía una mesa favorita.
"Era estupendo tenerle cerca. Formaba parte de la familia del comedor", dijo Abbott.
Más de 8 millones de los veteranos estadounidenses que viven tienen 65 años o más, lo que representa casi la mitad de la población veterana que en su inmensa mayoría son hombres, así lo indica un informe de la Oficina del Censo de Estados Unidos del año pasado.
Linda Laweryson, una mujer que sirvió en los Marines, dijo que éste era el segundo funeral en poco más de un año al que asistía por un veterano que moría solo. “Todo el mundo merece morir con dignidad y ser enterrado con dignidad”, dijo.
Laweryson leyó un poema durante el servicio funerario escrito por un marine de combate.
"Caminé por el viejo patio de armas, pero no estaba solo", dice el poema. "Caminé por el viejo patio de armas y supe que estaba en casa".
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