"Esa silla me salvó": la asombrosa forma como un hombre esquivó la muerte en un incendio en Oregon
Eran cerca de las 9:15 de la noche del 7 de septiembre cuando cayó la primera rama ardiente sobre el techo de la casa de Don Myron en Little North Santiam, Oregon. Entonces salió, miró hacia arriba y vio el cielo teñido de color naranja.
Hacía apenas unas horas que había compartido un rato con su novia y su hijo Chris en el río, aprovechando el festivo por el Día del Trabajo. “Se fueron aquella tarde. El cielo estaba azul y no había viento. Las cosas cambiaron rápidamente", relató Myron al periódico Statesman Journal.
Y el cambio fue brusco. “Todo a mi alrededor estaba en llamas”, recuerda el hombre, que quedó atrapado en el incendio 'Beachie Creek', en Little North Canyon, una de las zonas más afectadas por los fuegos en el estado.
Myron, de 56 años, vivió durante años en Tigard y luego se trasladó a Salem, donde trabajó para la Oficina de Asociaciones de Salud Privada.
Una vez que sus dos hijos se graduaron y se mudaron, quiso llevar una vida más tranquila, lejos de la ciudad. Cuando conoció Little North Canyon no tuvo dudas: ahí se establecería.
"El viaje a Salem desde ese paraíso era mucho mejor que el de Tigard", dijo al Statesman Journal.
Pero ese día y a esa hora el bucólico paraíso estaba muy próximo a ser engullido por el voraz incendio.
Huyendo de las llamas
Las autoridades locales habían estado todo el día dando advertencias a los vecinos de la zona para que empacaran sus pertenencia y abandonaran pronto sus casas. Myron había invertido horas rociando agua a todo lo que podía alrededor de su casa y su propiedad.
“Tuve mi última conversación con mi hijo mayor alrededor de las 8:45 de la noche. Me parecía que todo estaba bien en ese momento, aunque había un poco de humo”, dijo al diario.
Pero las cosas no mejoraban. Todo lo contrario. Cambiaron muy rápidamente. El fuego estaba a 100 metros de su casa.
“Corrí hasta el final de pasillo para el auto, miré hacia el cañón y ambas partes del río estaban en llamas”, relata.
Cogió lo esencial y salió en su auto conduciendo por North Fork Road. Una rama había caído sobre la vía y le impedía continuar su camino. Entonces decidió caminar. Bajó al río. El agua le llegaba hasta la cintura. Así avanzó corriente abajo hasta una bifurcación donde vio tres sillas y tomó una.
El viento corría por el cañón a una velocidad estimada de 70 millas por hora (113 km/h) o más. El bosque ardía.
“Cuando el viento arreció, tomé una de las sillas y la sostuve frente a mí”, afirmó. “Esa silla fue increíble. Me salvó”, recuerda.
Una silla y una cerveza
Bajo la silla verde y con una cerveza en la mano, en medio del río, planificó su próximo movimiento.
"Miré río arriba y vi un saliente de roca que sobresalía y parecía un buen lugar", dijo.
Allí permaneció un buen tiempo hasta que los vientos amainaron. Se sentó sobre la silla, se bebió la cerveza e intentó mantenerse despierto. Aunque las lenguas de llamaradas habían ya desaparecido, tenía ante sí otro problema: el humo le empezaba a afectar la respiración.
Entonces, tomó la camiseta y se la llevó a la boca y la nariz. "Había un par de pies de separación entre el humo y el agua", contó al diario. "La clave era permanecer abajo, junto al agua, y respirar a través de la camiseta".
Eran las 7 de la mañana del día siguiente cuando Myron comenzó a ver la luz del amanecer. Regresó a su auto que aunque no se había quemado tenía una llanta en el suelo. Aun así condujo de regreso a su casa, viendo cómo todo era un paisaje de cenizas y destrucción.
"El fuego arrasó todo", dijo. "Las casas de los buenos amigos y vecinos fueron destruidas". No pudo avanzar más.
En estado de shock volvió a su casa a pie. Estaba totalmente arrasada. Caminó por la carretera hasta su auto y empezando la tarde vio luces de emergencia. "Fue una vista impresionante. Esas grandes excavadoras despejaron el camino", afirma.
Cuatro de las ocho muertes confirmadas por los incendios en Oregon se registraron en la zona al este Salem, la capital estatal.
“Si alguien podría sobrevivir a esa situación, es mi papá”, dijo Chris Myron, hijo de Don, citado por la agencia de noticias The Associated Press. “Es inteligente, sabe reaccionar rápido e ingeniárselas”.