Ford rebate un tuit de Trump: no fabricará en Estados Unidos un automóvil que produce en China

La automotriz estadounidense Ford dijo este domingo que no trasladará la producción de uno de sus carros de China a Estados Unidos, contrariando la afirmación del presidente Donald Trump quien presumió que los aranceles a las importaciones chinas harían que el Focus Active se fabricara en EEUU.
Como si fuese un grito de victoria de su batalla comercial contra China, Trump retuiteó este domingo un artículo de CNBC, del 31 de agosto, según el cual "Ford ha matado abruptamente un plan para vender un vehículo pequeño hecho en China en los EEUU debido a la perspectiva de mayores aranceles estadounidenses".
El tuit venía acompañado de la valoración hecha por el presidente: "Esto es sólo el principio. ¡Este auto ahora puede ser CONSTRUIDO EN LOS EEUU y Ford no pagará aranceles!"
Pero le euforia duró poco. En un comunicado, Ford aclaró que "no sería rentable construir el Focus Active en EEUU" dado que las ventas anuales previstas están por debajo de las 50,000 unidades y los aranceles de Trump harían que los autos fueran demasiado caros.
Por ahora, eso significa que la automotriz simplemente no venderá el vehículo en EEUU. El portavoz de Ford, Michael Levine, citado por ABC News, señaló que el Focus Active está construido en Europa. La empresa tenía previsto comenzar a fabricar el vehículo en China en la segunda mitad de 2019 y exportarlo al mercado estadounidense.
A principios de este mes, Kumar Calhotra, presidente de Ford en Norteamérica, anunció la cancelación de los planes para importar y vender en Estados Unidos el todoterreno, aduciendo "el impacto financiero negativo de los nuevos aranceles".
Kristin Dziczek del Centro de Investigación Atomotriz dijo que Ford puede fabricar Focuses "en muchas otras plantas alrededor del mundo, así que si deciden continuar vendiendo una variante del Focus en el mercado estadounidense, hay varias opciones además de construirla en Estados Unidos".
En abril, Ford anunció planes para dejar de fabricar automóviles en Estados Unidos -excepto el emblemático Mustang- y para concentrarse en vehículos SUV más rentables. Dejó de fabricar sedanes Focus en una planta de Wayne, Michigan, en mayo.
"Sin los aranceles, el caso de negocio era bastante sólido para ese modelo en el mercado estadounidense", explicó Ed Kim, analista de la industria automotriz.
Pero los aranceles cambiaron todo. El 6 de julio, Washington comenzó a imponer tasas del 25% a 34,000 millones de dólares en importaciones chinas, incluidos los vehículos automotores. El mes pasado, añadió aranceles a otros 16,000 millones de dólares en productos chinos y está preparando impuestos sobre otros 200,000 millones de dólares. China está tomando represalias con sus propios aranceles sobre los productos estadounidenses.
Las dos economías más grandes del mundo se enfrentan por las acusaciones de Estados Unidos de que China despliega tácticas depredadoras -incluido el robo de ciberespacios- para adquirir tecnología de empresas estadounidenses y desafiar el dominio tecnológico de Estados Unidos.