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Elecciones

Qué representan los resultados de las elecciones regionales en Colombia

Los ganadores y perdedores que gobernarán las alcaldías y gobernaciones en la era del posconflicto.
26 Oct 2015 – 09:30 PM EDT
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Partidarios de Peñalosa celebran la victoria de su candidato. Crédito: Getty Images

En jornada de resaca electoral, o “guayabo” como le dicen en Colombia, los medios amanecieron plagados de listas de ganadores y perdedores.

Entre los que aprobaron con nota las elecciones municipales y regionales aparecen Enrique Peñalosa, del movimiento ciudadano Equipo Por Bogotá, que ganó la alcaldía de la capital y acabó con 12 años de gobiernos de izquierda, o el independiente Federico Gutiérrez, que resultó elegido alcalde de Medellín frente al candidato del partido de Álvaro Uribe.

Pero también se habla de otros ganadores cuyo nombre no aparecía en las listas electorales, pero que salieron fuertemente respaldados de los comicios, como el vicepresidente Germán Vargas Lleras, cuyo partido, Cambio Radical, apoyó a Peñalosa y a varios candidatos que resultaron vencedores.´

El nombre del vicepresidente salió reforzado de los comicios -con victorias en 5 de los 32 departamentos de Colombia y en 11 capitales con candidato propio o alianzas- de cara a una posible postulación a la presidencia en 2018.

Y finalmente, los candidatos independientes que no se presentaban respaldados por ningún partido tradicional, sino que consiguieron su candidatura gracias a la presentación de firmas ciudadanas.

A juicio del director editorial de la revista Semana y exministro de Exteriores de Colombia, Rodrigo Pardo, el éxito de estos candidatos independientes fue “inesperado” y se debe a la situación crítica en la que se encuentran los partidos tradicionales.

“Es un fenómeno parecido al de otros países latinoamericanos en el que los partidos políticos no tienen la credibilidad y la capacidad de representación que tenían antes y la gente fácilmente apoya fenómenos antipartido”, señala Pardo en conversación telefónica con Univision Noticias.

“En Colombia, de las seis ciudades principales, cinco han elegido alcaldes que no fueron inscritos como partido. Sin duda significa que los partidos están perdiendo la posibilidad de hacer ofertas interesantes para los grandes centros urbanos”, añade.

Perdedores

Entre los señalados como perdedores, figura el izquierdista Polo Democrático Alternativo que, tras doce años al frente de la alcaldía Bogotá no consiguió renovar la considerada segunda plaza más importante del país, después de la Presidencia.

A juicio de los analistas consultados por Univision Noticias, la derrota de la candidata izquierdista Clara López es vista en Colombia como un “voto castigo” a la gestión del actual alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, también del Polo Democrático.

“Es un voto castigo a una gestión del gobierno que, en general, según todas las encuestas, se considera como deficiente. No creo que sea un voto en contra de la izquierda, sino un voto castigo a una istración gubernamental”, apunta el director editorial de Semana.

“El Polo Democrático recibió un voto castigo y compromete de manera severa su posibilidad de mantenerse como alternativa de poder a nivel presidencial”, opina por su parte Jorge A. Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC).

Otro que salió mal parado de los comicios fue el expresidente Álvaro Uribe, cuyo partido, el Centro Democrático, no consiguió vencer en su región de origen y bastión político: Antioquia. Allí, Andrés Guerra no pudo hacerse con la gobernación ni Juan Vélez la capital del departamento, Medellín.

A juicio de Pardo, estos resultados demuestran que el proyecto de Uribe “no es un proyecto colectivo, sólido e institucionalizado, sino un fenómeno personalista y caudillista”.

En ese sentido, recuerda que cuando Uribe se presenta como candidato le va bien a su partido -en las últimas elecciones presidenciales, su candidato recibió siete millones de votos y él 2 millones en su lista para el Senado-, pero no es capaz de transferir esa popularidad a los candidatos a nivel local.

Además, Pardo rechaza la lectura que se dio tras las elecciones presidenciales del año pasado según la cual el país estaba dividido entre el la coalición encabezada por el partido del presidente Juan Manuel Santos y el del expresidente Uribe, sino que el uribismo es “una minoría y en el mejor de los casos un partido en formación que puede crecer hacia el futuro”. 

“Buena noticia” para el proceso de paz

Uribe es también el crítico más acérrimo de las negociaciones en La Habana entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Por eso, que los candidatos de su partido no hayan tenido grandes apoyos es visto de manera positiva por los analistas respecto a la firma del acuerdo de paz -en marzo próximo, si todo sale como está previsto- entre el gobierno y los rebeldes de Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para poner fin a un conflicto de más de medio siglo.

“Yo creo que es muy importante que no haya habido un triunfo notorio de quienes se oponen desde la agenda nacional al proceso de negociación. La agenda de oposición al proceso de negociación no logró fortalecerse políticamente”, afirma el director del CERAC.

Para Restrepo, pese a que, en general, los ciudadanos no votan pensando en el proceso de paz en este tipo de comicios, los resultados son "una buena noticia para el gobierno" respecto a las negociaciones ya que "no disminuye el mandato de negociación de paz que tiene el presidente Santos que logró en las elecciones del año pasado".

Sin embargo, apunta,  en algunos lugares fuertemente afectados por el conflicto, especialmente en el Valle del Cauca, en Antioquia y en Arauca, algunos candidatos locales presentaron agendas contra la paz y casi ninguno ganó, algo que, a su juicio, será relevante en la transición hacia el postconflicto y en la fase de implementación de los acuerdos que se alcancen con las FARC.

"En esa fase yo creo que el gobierno se ve fortalecido porque puede contar con esos mandatarios locales para la fase de ejecución de programas de inversión y de desarrollo que sirven y que son producto de esos acuerdos", señala el director de la CERAC.

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