Scioli y Macri van a segunda vuelta en Argentina en noviembre

El oficialista Daniel Daniel Scioli y el dirigente opositor Mauricio Macri se enfrentarán en segunda vuelta tras haber logrado una sorpresiva y mínima diferencia en los comicios generales celebrados el domingo en Argentina.
Con 97 por ciento de las mesas escrutadas, Scioli se impuso en primer lugar con 36.8 por ciento de los sufragios, mientras que Macri alcanzó 34.3 por ciento.
Son apenas dos puntos de diferencia con la que ambos candidatos comienzan sus campañas rumbo al “ballotage” que se realizará el próximo 22 de noviembre.
Tras un baile de cifras y cómputos, acompañados de mucho nerviosismo, alegrías y decepciones, durante toda la noche Macri encabezó los cómputos marcando una tendencia que ninguna encuesta anticipó días antes de los comicios.
Para ganar en primera ronda un candidato requiere al menos 45% de los votos o por los menos 40% y al menos una ventaja de 10 puntos sobre su rival más cercano.
Los argentinos deberán regresar a las urnas electorales en una segunda votación el 22 de noviembre para definir el próximo inquilino de la Casa Rosada.
Las cifras representan un batacazo para analistas y electores, y una muy mala noticia para los oficialistas del Frente por la Victoria.
Todas las encuestas difundidas durante la campaña habían vaticinado un triunfo de Scioli, algunas incluso en primera vuelta.
En la segunda vuelta los argentinos decidirán si dan vuelta la página y dejan atrás 12 años de kirchnerismo, el movimiento dentro del peronismo creado por Cristina Fernández y su antecesor y fallecido marido Néstor Kirchner (2003-2007) o apuestan por un continuismo diluido, con un candidato oficialista que promete cambios de forma más que de fondo.
En los puestos más abajo figuran el candidato de UNA Sergio Massa (peronista disidente) con 21,2% de los votos; Nicolás Del Caño (FIT) con 3,37%, Margarita Stolbizer (Progresistas) con 2,63% y Adolfo Rodríguez Saá con 1,72%.
Massa evitó pronunciarse si apoyará a Scioli o Macri en el balotaje.
Macri, el alcalde de Buenos Aires, se describe a sí mismo como el que pondrá a la economía de Argentina en orden al prometer que llegará a un acuerdo con los acreedores estadounidenses y que levantará las impopulares restricciones para la compra de dólares y corregirá el tipo de cambio.
En la provincia de Buenos Aires la candidata a gobernadora de Cambiemos, María Eugenia Vidal, se imponía con 39,82% de los votos contra 34,67% del peronista y jefe del gabinete nacional Aníbal Fernández, una vez escrutadas más de 55% de las mesas electorales.
La polémica de la difusión de los datos
El Gobierno, a cargo del escrutinio provisional, advirtió de que aún faltan cargar los datos del 60 % de las mesas de la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país y que actualmente es gobernado por Scioli.
Ante las quejas de la oposición por el retraso en difundir resultados oficiales, el director nacional electoral, Alejandro Tullio, dijo: "No hay demora, hay espera de datos consistente".
"Se había decidido dar resultados certeros", se justificó Tullio en una comparecencia ante la prensa tras las denuncias de la alianza Cambiemos por la falta de datos seis horas después del cierre de las urnas.
Fuentes de la empresa española Indra, a cargo del sistema informático para el escrutinio provisional de los comicios presidenciales de este domingo en Argentina, aseguraron a Efe que la carga de datos es normal y que el retraso en la difusión de los resultados es decisión del Gobierno argentino.
"No hay ningún problema. La carga está funcionando perfectamente. Simplemente es que la difusión la decide el Gobierno cuando la abre", dijo María Sánchez Laso, gerente de relaciones institucionales de Indra en Argentina.
Tanto el ministro de Justicia, Julio Alak, como el director nacional electoral justificaron el retraso por considerar que el 67 % de votos, escrutado hasta medianoche, reflejaba un resultado "parcial".
"Cambia la política" en Argentina
Poco antes de conocer los resultados provisionales, Macri sostuvo que "lo que ha sucedido el día de hoy, cambia la política de este país", en alusión a la segunda vuelta para la elección presidencial.
"Esto que está pasando acá se extiende por todo el país", afirmó Macri, recibido con una ovación por los militantes al grito de "Se siente, Mauricio presidente".
"Yo les dije que este día iba a empezar una revolución de alegría en el país, y saben por qué, porque todos juntos aceptamos el desafío de construir la Argentina que soñamos, la Argentina que merecemos", agregó.
"Estoy acá de buena fe y con buenas intenciones, no por vanidad y desesperación por el poder, estoy acá por ustedes", añadió Macri, que invitó a los argentinos a "conquistar nuestro futuro".
"Les pido, desde hoy, no paremos hasta lograrlo. Les prometo que, a partir del 10 de diciembre (fecha de la asunción del nuevo presidente), vamos a estar cada día mejor", añadió.
"Quiero invitarlos a que salgamos a la calle con grandeza, con la grandeza de saber aprender de nuestros errores de saber escuchar a quienes piensan distinto" y sin buscar "revanchas del pasado", prosiguió.
"Voy a trabajar mañana, tarde y noche, para ganarme su confianza y demostrarles que tomaron la decisión correcta", agregó Macri, que convocó a dirigentes de otras fuerzas políticas a sumarse a su proyecto a ganar en la convocatoria del próximo noviembre.
"Siento que he crecido, que he aprendido muchos en estos años en la política", dijo el candidato conservador, que en un clima de euforia, agradeció el apoyo de sus socios en Cambiemos, la Unión Cívica Radical y Coalición Cívica.
Su comparecencia concluyó en medio de una lluvia de globos celestes y blancos, los colores de la bandera argentina, y bailando sobre el escenario.
"No era lo que esperábamos"
En el búnker de Scioli (58 años) la fiesta se convirtió en velorio aunque el candidato se había adelantado a los resultados para asomar el posible balotaje.
"Convoco a todos los indecisos e independientes para alcanzar la victoria de todos los argentinos", había dicho Scioli antes de que se publicasen los primeros resultados.
Luego de conocerse los primeros resultados, el candidato peronista se dirigió de nuevo a los presentes, haciendo ya referencia directa a quien será su único contrincante: "Los cambios tienen que ser cambios para adelante, y nunca para atrás. Y siempre incluyendo a los más necesitados. Estoy convencido de que los argentinos no quieren volver al ajuste, la devaluación y el endeudamiento", aseguró. "Mi compromiso con cada uno de ustedes es ser un presidente, no solo de unos pocos", agregó.
Agustina Vargas, integrante de la agrupación pro Kirchner "militantes desde la panza", de 19 años, reaccionaba con decepción: "Estoy mal, no es lo que pensábamos, pero en segunda vuelta ganamos".